Inmunización del ganado

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Los animales pueden ser protegidos de dos formas ante la aparición de agentes infecciosos; en primer lugar, se puede exponer al ganado a antígenos derivados de un agente infeccioso para estimular una reacción inmunitaria protectora, o bien, mediante anticuerpos calostrales vacunando a las madres antes del inicio de la parición.La inmunización en los rodeos tiene el objetivo de proteger a los animales contra ciertas enfermedades que pueden amenazarlos. Se puede hablar de dos métodos específicos para proteger al ganado vacuno. Una es la inmunidad pasiva, donde se logra una protección casi inmediata pero temporal. En este caso los anticuerpos se van catabolizando en forma gradual y la protección se desvanece, con lo que el animal se vuelve susceptible a la infección.

Otro método es la inmunidad activa, que presenta mayores ventajas; consiste en administrar antígenos a un animal, a fin de lograr una respuesta inmune protectora.

La revacunación producirá una respuesta inmune secundaria. A diferencia del anterior, la protección no se logra de inmediato sino que va de 10 a 15 días después de la revacunación. La ventaja de este sistema es que se logra una protección de larga duración y admite reestimulaciones.
 
TIPOS DE VACUNAS
Cuando se busca proteger a los animales se utilizan vacunas denominadas atenuadas y otras llamadas inactivadas. En las primeras, los gérmenes se encuentran vivos, provocando dos tipos de inmunidad, celular y humoral. En el caso de las vacunas inactivadas, la inmunidad es solo humoral. Asimismo, no producen infecciones, tanto corporales como fetales, no contienen contaminantes y permiten la inmunización de animales estresados o hembras gestantes.

Por otra parte, las debilidades son: respuesta inmune de corta duración (6 a 12 meses), necesidad de revacunación periódica. Las vacunas inactivadas (antígenos muertos), son más frecuentes en nuestro país para bovinos. La seguridad en el uso y la estabilidad en el tiempo de estas vacunas son las características salientes, debiendo repetirse la administración de vacunas a lo largo de la vida del animal. Sin embargo, las condiciones de manejo de los rodeos en nuestra región disminuyen esa limitante, debido a que los animales son encerrados periódicamente para otros trabajos como ser la desparasitación, revisiones, palpaciones rectales, administración de suplementos minerales y vitamínicos.
 
LABORES ANTES DE VACUNAR
Es importante tener en cuenta algunos trabajos antes de proceder a la vacunación de los animales. En primer lugar es importante revisar las instalaciones; los bebederos, corrales, embudo, manga y yugo deben estar en buenas condiciones. Es prudente revisar las heladeras de telgopor que se llevarán a la manga y disponer de 3 sachets refrigerantes cada 500 dosis de vacuna a usar. Igualmente, se debe controlar la fecha de vencimiento de las vacunas y existencia ganadera; calcular un 5 % más de la dosis que la cantidad de animales a vacunar (por ruptura de agujas, purga de jeringa).

Se deben controlar las jeringas y usar preferentemente las automáticas; revisar arandelas, tubos, lubricarlas con silicona líquida, calibrarla con probeta y tener jeringa de repuesto. Calcular 1 a 2 agujas cada 100 animales y observar las puntas mochas; utilizar 12 x 18 para subcutáneo y 20 x 20 para intramuscular.
 
RECOMENDACIONES DURANTE VACUNACIÓN
Los animales necesitan de un ambiente adecuando por lo que no es recomendable ejecutar los trabajos en horas de intenso calor. El descanso del rodeo debe ser durante 3 horas, antes de comenzar a vacunar. Tampoco debe utilizarse perros en los corrales. Hay que asegurar una buena disponibilidad de agua para los animales.

En cuanto a los implementos, la heladera con vacunas debe mantenerse bajo sombra y disponer en la manga un frasco con desinfectante para las agujas. Luego de vacunar cada "mangada" deben desinfectarse las agujas.

Los frascos deben agitarse antes de cada carga de la jeringa. Posteriormente se reintroduce el frasco en la heladera inmediatamente después de cada carga. Es necesario extraer el aire del interior de la jeringa, porque en el caso de tener aire, la dosis inoculada fluirá hacia afuera de la piel del animal, a través del orificio provocado por la aguja.
 
DESPUÉS DE LA VACUNACIÓN
Una vez que culminó el trabajo de vacunación cada vacuna sobrante se lleva inmediatamente a la heladera o cámaras más cercanas. Se debe hacer un recuento de la hacienda cotejándola con el número de dosis utilizadas.

Hay que eliminar los frascos vacíos con fuego o enterrándolos. Es indispensable confeccionar un informe de vacunación con fecha, vacuna, cantidad de animales, lote asignado.

El rodeo debe ir despacio hasta el lote y pasado tres días, se lo observa.

Asimismo, se recomienda anotar en el calendario la fecha en que se aplicará la segunda dosis o la dosis de refuerzo. Idealmente deberá ser de 14 a 30 días después de la primera dosis.

Controlar el stock de vacunas para reponer.

(*) Especialista de Cedivep S.R.L.
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