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LOS ESTADOS GENERALES DE 1789
Recordemos que el rey Luis XVI privó a la Asamblea de su sala de reuniones y, como respuesta, esta respondió con el Juramento del Juego de la Pelota que no se disolvería hasta que se hubiera redactado una Constitución para Francia.
Por su parte, el rey respondió a dicho juramento ordenando a cada Estado que resumiera sus deliberaciones por separado. Algunos miembros del Primer Estado y del Tercer Estado desobedecieron las instrucciones de Luis XVI. El rey no tuvo otra alternativa que ceder ante los reformistas, sobre todo porque se dio cuenta de que las tropas reales no eran de confiar. El 27 de junio ordenó a los diputados de la nobleza y del clero a que se unieran a la nueva Asamblea Nacional.
Así, por medio de sus representantes, la nación se había enfrentado con éxito al rey y a los intereses establecidos. Los Estados Generales habían muerto y en su lugar sesionaba la Asamblea General, cuyo único objetivo era reformar a la sociedad francesa y darle a la nación una Constitución.
Este acontecimiento marcó el inicio de la Revolución. Pero es importante saber que antes de que estallara la revolución en París, en muchos lugares de Francia ya se habían producido ocasionales y violentos disturbios locales y revueltas campesinas contra los nobles opresores. Algunos líderes reaccionarios se sintieron amenazados por estos acontecimientos y huyeron del país, entre ellos el conde de Artois. Estas huidas dieron lugar al denominado grupo emigrés.
LA DISOLUCIÓN DE LA MONARQUÍA
Cuando la Asamblea Nacional se había dispuesto a trabajar, grandes disturbios arrasaron al país: en el verano de 1789, los problemas económicos se agravaron; aumentó el desempleo y el pan escaseaba, por lo que se vendía a precios elevadísimos.
Por otro lado, los miembros del Tercer Estado temían que el rey y los privilegiados llevaran a cabo una contrarrevolución, debido a que grandes concentraciones de tropas se hicieron presentes en el área parisina al principio de julio, con el justificativo de que estaban ahí para conservar el orden y proteger a la Asamblea Nacional. Los parisinos, sin embargo, no confiaban en este argumento y sospechaban que el rey estaba planeando la disolución forzosa de la Asamblea; dejó de ser una sospecha cuando el rey destituyó a Jacques Necker, el consejero real nombrado, destituido, renombrado y redestituido por el monarca.
Las revueltas populares de julio de 1789
La reacción del pueblo ante la destitución de Necker fue la insurrección. Los disturbios comenzaron el 12 de julio.
El 12 y 13 de julio los electores parisinos formaron dos instituciones leales a la Asamblea Nacional: un nuevo gobierno municipal y una nueva milicia, denominada Guardia Nacional. Las multitudes vagaban por las calles demandando pan más barato y exhibiendo bustos de Necker envueltos en telas negras.
El 14 de julio, las multitudes asaltaron los edificios del Gobierno buscando armas; encontraron un arsenal en los Inválidos, el gran hospital militar, y tenían la esperanza de encontrar más. Para ello, asaltaron y tomaron una prisión real que simbolizaba el despotismo de los Borbones, conocido como La Bastilla.
Los participantes en el asalto de La Bastilla no eran simplemente una chusma o una turba, como lo presentan algunos defensores del Antiguo Régimen: una lista oficial de los participantes levantada algún tiempo después del acontecimiento mostraba que la mayoría eran comerciantes y artesanos del vecindario.
A pesar de que en La Bastilla había solamente siete prisioneros que liberar, el pueblo sublevado había demostrado que era capaz de llevar a cabo sus propósitos. El 14 de julio se convirtió en la gran fiesta patria de Francia, por el significado de la captura y demolición de La Bastilla , que tuvo mucho que ver en la destrucción del Antiguo Régimen. Las revueltas se multiplicaron en Francia en el mes de julio de 1789.
La toma de La Bastilla
En algunas regiones del campo se experimentaba el Gran Miedo, un ataque de delirio masivo. Por todas partes se esparcía el rumor de que venían los bandidos, o sea, los mercenarios aristócratas que destruirían las cosechas que ya habían madurado y obligarían a la Asamblea Nacional a preservar el statu quo. No existían bandidos ni asaltantes, en realidad, algunos campesinos hambrientos y miembros de la Guardia Nacional deambulaban tratando de robar alimentos.
La parte más destacada de esta parte de la historia es que muchos campesinos enfurecidos se armaron con sus herramientas de trabajo (azadones, horquillas, etc.) y de todos los elementos similares a las armas y obligaron a gran parte de la nobleza a huir de la región e inclusive del país. Atacaron todos los lugares donde podía haber reservas de granos o documentos que justificaban la recaudación de los señoriales. Muchos de los nobles entregaron voluntariamente sus peticiones a los campesinos; algunos vieron cómo ardían sus documentos y cómo eran vaciados sus graneros; otros fueron linchados.
ACTIVIDADES
1. Responde:
a) ¿Cuál fue la reacción del rey Luis XVI ante el Juramento del Juego de la Pelota?
b) ¿Por qué cedió el rey ante los reformistas?
c) ¿Cómo surgió la Asamblea Nacional? ¿Qué significó este acontecimiento?
d) La Revolución de París, ¿fue la primera y la única que estalló en Francia?
2. Comenta la disolución de la monarquía en las siguientes fases:
a) El inicio de las actividades de la Asamblea Nacional:
b) La destitución de Necker:
c) Los disturbios del 12 y 13 de julio:
d) La toma de La Bastilla:
3. Explica a qué se denominó Gran Miedo y su trascendencia histórica: