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Preguntale a tu doctor de cabecera qué deberás tener en cuenta, y cómo podrás cuidarte de la mejor forma, cuando esperes a tu bebé.Visitá al ginecólogo periódicamente. No esperes a sentir alguna molestia, o a quedar embarazada. Si estás esperando un bebé, las consultas con el doctor serán más frecuentes, y recordarás realizarle todas las preguntas que te parezcan pertinentes, para que la salud de ambos esté óptima.
Aquellas enfermedades a las que frecuentemente no les damos mucha importancia como un resfriado común durante la gestación nos inquietan más, explica la Dra. Sonia Yalil Micheletto (*). Las mujeres en estado de gestación resalta pueden contraer las mismas infecciones que cualquier adulto. Incluso son más propensas, ya que el sistema inmunológico disminuye ligeramente, para evitar que el cuerpo rechace el bebé.
LAS MAS FRECUENTES
Las de mayor frecuencia son aquellas infecciones respiratorias, las del tracto gastrointestinal, las de las vías urinarias, y las vulvovaginitis.
En cualquiera de los casos, siempre se debe consultar al médico, ya que, si bien la mayoría de ellas son de fácil resolución, hay algunas que, de no ser tratadas correctamente, podrían acarrear consecuencias no deseadas.
TRACTO URINARIO
Entre ellas podríamos citar a las infecciones del tracto urinario, que se manifiestan por molestias o dolor con la micción (disuria), micción escasa, pero muy frecuente (polaquiuria) y tenemos que es la sensación de querer miccionar, pero la imposibilidad de hacerlo. El tratamiento de esta infección se realizara previa toma de muestra de orina, y un cultivo de la misma indicándonos éste el antibiótico que será utilizado.
También podemos encontrar en los estudios solicitados una orina patológica, sin que la paciente manifieste síntomas, debiendo igualmente ser tratada, ya que de no hacerlo, la paciente puede desencadenar un parto prematuro.
Aquellas mujeres con diabetes son más propensas a padecer de esta patología. Una manera de prevenirla es ingerir abundantes líquidos y realizar una correcta higiene.
VULVOVAGINITIS
Otra infección muy común en la mujer gestante es la vulvovaginitis, que se manifiesta por leucorrea (flujo), que generalmente es abundante, cambia de color (amarillento o verdoso), puede ser pruriginoso, y/o fétido. Esta infección puede producir rotura prematura de membranas, lo que desencadenaría un parto inmaduro o prematuro.
Al presentarse estos síntomas, es conveniente solicitar a la paciente un estudio de la secreción vaginal, para así determinar el germen causante de la infección, y tratarla con los fármacos adecuados. Algunas maneras de prevenir estas infecciones son: utilizar ropa interior de algodón, evitar las ropas muy ajustadas, la utilización de jabones especiales para dicha zona.
Es importante la detección del estreptococo del grupo B durante el embarazo (entre la semana 35 a 37) que se encuentra entre un 10 y 30% de las embarazadas.
Esta bacteria no tiene consecuencias para la madre, pero puede ser transmitida al recién nacido durante el trabajo de parto o el parto, pudiendo producir problemas graves al recién nacido incluso la muerte.
El tratamiento para esta bacteria se realiza con antibióticos que serán utilizados durante el trabajo de parto, o una vez que se rompan la bolsa de las aguas. Si se realizara una cesárea, y la bolsa está integra no es necesario realizar el tratamiento.
A NIVEL FETAL
Entre las enfermedades infecciosas de mayor afectación a nivel fetal están:
La toxoplasmosis
La rubéola
El citomegalovirus
La varicela
La sífilis
El virus del herpes
La listeria
La gravedad de la afectación se dará según el momento de la gestación en que se produzca la infección. Será de peor pronóstico aquella que acontece en el primer trimestre. También dentro de estas infecciones debemos citar a:
Las hepatitis B y C
El HIV.
La toxoplasmosis se contagia a través del contacto con las heces de los gatos, o al ingerir verduras mal lavadas, y embutidos o carnes poco cocidas.
Podemos prevenir esta enfermedad evitando el contacto con estos animales, lavar adecuadamente las verduras, y cocinar correctamente las carnes.
Cuando se trata de citomegalovirus, el contagio se produce básicamente de persona a persona. Es un virus que forma parte de la familia del herpes; sus víctimas son niños pequeños y algunas mujeres embarazadas. El mayor riesgo de transmisión hacia el feto lo poseen aquellas embarazadas con serología negativa. El diagnóstico durante el embarazo se puede realizar mediante la amniocentesis. No hay tratamiento, por eso es fundamental la prevención, relacionada directamente con la higiene durante el embarazo.
Virus del herpes genital: es una infección de transmisión sexual, caracterizada por úlceras dolorosas en el área genital, comezón y ardor con la micción, aparición de bultos (ganglios) a nivel de la ingle. Esta enfermedad puede presentar brotes y síntomas de vez en cuando, sobre todo cuando las defensas se hallen bajas. Si es que la embarazada presenta un brote en el momento del nacimiento, será mejor practicar una cesárea para así evitar la transmisión al recién nacido.
Sífilis: es una enfermedad de transmisión sexual, que se caracteriza por una ampolla indolora en los genitales, o en el área genital; semanas más tarde puede aparecer una erupción, fiebre y otros síntomas; si la enfermedad no es tratada, puede afectar el corazón, el cerebro, y otros órganos pueden ser dañados.
Si una mujer embarazada tiene sífilis y no es tratada, su bebé se puede infectar, pudiendo ocasionar daños cerebrales, ceguera y otros daños severos, incluso podría llegar a morir el feto o el recién nacido.
HIV: la forma de contagio más habitual es por la vía sexual, por lo que la prevención más eficaz es la relación monógama; y si no fuese así, la utilización de preservativos.
Si se detecta el virus, esa paciente debe ser sometida lo antes posible a tratamiento, ya que así se podrá evitar o disminuir en gran porcentaje la infección del feto.
Hepatitis B: es un virus que se transmite por las relaciones sexuales, la sangre. Este virus ataca al hígado, y puede ocasionar hepatitis crónica, incluso fatal.
Cuando una mujer embarazada se infecta, existe la posibilidad de que ella infecte al feto, dependiendo de cuándo ocurra la infección. Si ocurre en etapa temprana, posee un 10% de adquirirla, y en etapa avanzada, existe hasta un 90% de que el bebé se infecte.
La prevención es la misma que para todas las enfermedades de transmisión sexual.
Rubéola y la varicela: su contagio se produce a través de personas que padezcan la enfermedad, por lo que la mejor prevención es eludir dicho contagio.
AH1N1
Hoy estamos en plena temporada, y no podemos dejar de citar a la gripe AH1N1, y a la influenza estacional, cuyos síntomas son tos, dolor de garganta, secreción nasal fluida, fiebre.
También pueden presentarse dolores corporales, dolor de cabeza, vómitos y diarrea.
Debemos diferenciarla de una simple gripe. La prevención para esta patología es la vacuna, y no dudar en consultar a tu médico si estos síntomas aparecen.
PRONOSTICO
Acerca del pronóstico materno, las patologías infecciosas no suelen agravarse por la gestación, en cambio el pronóstico fetal dependerá de cuál sea la infección, y las consecuencias que ésta pudiera causar, desde no tener ninguna consecuencia, hasta llegar a problemas muy graves, incluso a la pérdida de la gestación.
Por eso es tan importante la visita al ginecólogo, incluso antes de buscar un bebé, para que te pueda orientar, solicitar todos los estudios necesarios, y así detectar y corregir el problema, si este existiese, y seguir los controles necesarios para una buena culminación del embarazo.
Cuidate vos, protegé a tu futuro bebé, y siempre acudí al médico para todos los controles necesarios. De ello dependerá que todo salga bien, evites enfermedades, y seas una feliz mamá, con un hermoso y saludable bebé.
MEDIDAS SIMPLES QUE PUEDEN AYUDARTE
1- Lavate las manos con agua y jabón, especialmente cuando:
Uses el baño.
Toques carnes crudas, huevos crudos, o vegetales sucios.
Prepares y comas alimentos.
Realices tareas de jardinería, toques tierra o el suelo.
Estés en contacto con mascotas.
Estés cerca de personas enfermas.
Toques saliva.
Cuides a niños o juegues con ellos.
Cambies pañales.
2- Tratá de no compartir cubiertos, vasos ni alimentos.
3- Prepará la carne hasta que esté bien cocida.
4- Evitá consumir leche sin pasteurizar.
5- No toques ni limpies la caja de arena sucia de los gatos.
6- Mantenete alejada de roedores domésticos o salvajes.
7- Realizate las pruebas para detectar enfermedades de transmisión sexual.
8- Consultá con tu médico acerca de las vacunas que puedas necesitar.
9- Evitá el contacto con personas que tengan infecciones.
10- Preguntá a tu médico sobre el estreptococo del grupo B.
(*) Gineco-obstetra, de GIBIR (Ginecología, Bioquímica y Reproducción Humana), y en el Instituto de Previsión Social IPS, especializada en ginecología y reproducción humana.
Aquellas enfermedades a las que frecuentemente no les damos mucha importancia como un resfriado común durante la gestación nos inquietan más, explica la Dra. Sonia Yalil Micheletto (*). Las mujeres en estado de gestación resalta pueden contraer las mismas infecciones que cualquier adulto. Incluso son más propensas, ya que el sistema inmunológico disminuye ligeramente, para evitar que el cuerpo rechace el bebé.
LAS MAS FRECUENTES
Las de mayor frecuencia son aquellas infecciones respiratorias, las del tracto gastrointestinal, las de las vías urinarias, y las vulvovaginitis.
En cualquiera de los casos, siempre se debe consultar al médico, ya que, si bien la mayoría de ellas son de fácil resolución, hay algunas que, de no ser tratadas correctamente, podrían acarrear consecuencias no deseadas.
TRACTO URINARIO
Entre ellas podríamos citar a las infecciones del tracto urinario, que se manifiestan por molestias o dolor con la micción (disuria), micción escasa, pero muy frecuente (polaquiuria) y tenemos que es la sensación de querer miccionar, pero la imposibilidad de hacerlo. El tratamiento de esta infección se realizara previa toma de muestra de orina, y un cultivo de la misma indicándonos éste el antibiótico que será utilizado.
También podemos encontrar en los estudios solicitados una orina patológica, sin que la paciente manifieste síntomas, debiendo igualmente ser tratada, ya que de no hacerlo, la paciente puede desencadenar un parto prematuro.
Aquellas mujeres con diabetes son más propensas a padecer de esta patología. Una manera de prevenirla es ingerir abundantes líquidos y realizar una correcta higiene.
VULVOVAGINITIS
Otra infección muy común en la mujer gestante es la vulvovaginitis, que se manifiesta por leucorrea (flujo), que generalmente es abundante, cambia de color (amarillento o verdoso), puede ser pruriginoso, y/o fétido. Esta infección puede producir rotura prematura de membranas, lo que desencadenaría un parto inmaduro o prematuro.
Al presentarse estos síntomas, es conveniente solicitar a la paciente un estudio de la secreción vaginal, para así determinar el germen causante de la infección, y tratarla con los fármacos adecuados. Algunas maneras de prevenir estas infecciones son: utilizar ropa interior de algodón, evitar las ropas muy ajustadas, la utilización de jabones especiales para dicha zona.
Es importante la detección del estreptococo del grupo B durante el embarazo (entre la semana 35 a 37) que se encuentra entre un 10 y 30% de las embarazadas.
Esta bacteria no tiene consecuencias para la madre, pero puede ser transmitida al recién nacido durante el trabajo de parto o el parto, pudiendo producir problemas graves al recién nacido incluso la muerte.
El tratamiento para esta bacteria se realiza con antibióticos que serán utilizados durante el trabajo de parto, o una vez que se rompan la bolsa de las aguas. Si se realizara una cesárea, y la bolsa está integra no es necesario realizar el tratamiento.
A NIVEL FETAL
Entre las enfermedades infecciosas de mayor afectación a nivel fetal están:
La toxoplasmosis
La rubéola
El citomegalovirus
La varicela
La sífilis
El virus del herpes
La listeria
La gravedad de la afectación se dará según el momento de la gestación en que se produzca la infección. Será de peor pronóstico aquella que acontece en el primer trimestre. También dentro de estas infecciones debemos citar a:
Las hepatitis B y C
El HIV.
La toxoplasmosis se contagia a través del contacto con las heces de los gatos, o al ingerir verduras mal lavadas, y embutidos o carnes poco cocidas.
Podemos prevenir esta enfermedad evitando el contacto con estos animales, lavar adecuadamente las verduras, y cocinar correctamente las carnes.
Cuando se trata de citomegalovirus, el contagio se produce básicamente de persona a persona. Es un virus que forma parte de la familia del herpes; sus víctimas son niños pequeños y algunas mujeres embarazadas. El mayor riesgo de transmisión hacia el feto lo poseen aquellas embarazadas con serología negativa. El diagnóstico durante el embarazo se puede realizar mediante la amniocentesis. No hay tratamiento, por eso es fundamental la prevención, relacionada directamente con la higiene durante el embarazo.
Virus del herpes genital: es una infección de transmisión sexual, caracterizada por úlceras dolorosas en el área genital, comezón y ardor con la micción, aparición de bultos (ganglios) a nivel de la ingle. Esta enfermedad puede presentar brotes y síntomas de vez en cuando, sobre todo cuando las defensas se hallen bajas. Si es que la embarazada presenta un brote en el momento del nacimiento, será mejor practicar una cesárea para así evitar la transmisión al recién nacido.
Sífilis: es una enfermedad de transmisión sexual, que se caracteriza por una ampolla indolora en los genitales, o en el área genital; semanas más tarde puede aparecer una erupción, fiebre y otros síntomas; si la enfermedad no es tratada, puede afectar el corazón, el cerebro, y otros órganos pueden ser dañados.
Si una mujer embarazada tiene sífilis y no es tratada, su bebé se puede infectar, pudiendo ocasionar daños cerebrales, ceguera y otros daños severos, incluso podría llegar a morir el feto o el recién nacido.
HIV: la forma de contagio más habitual es por la vía sexual, por lo que la prevención más eficaz es la relación monógama; y si no fuese así, la utilización de preservativos.
Si se detecta el virus, esa paciente debe ser sometida lo antes posible a tratamiento, ya que así se podrá evitar o disminuir en gran porcentaje la infección del feto.
Hepatitis B: es un virus que se transmite por las relaciones sexuales, la sangre. Este virus ataca al hígado, y puede ocasionar hepatitis crónica, incluso fatal.
Cuando una mujer embarazada se infecta, existe la posibilidad de que ella infecte al feto, dependiendo de cuándo ocurra la infección. Si ocurre en etapa temprana, posee un 10% de adquirirla, y en etapa avanzada, existe hasta un 90% de que el bebé se infecte.
La prevención es la misma que para todas las enfermedades de transmisión sexual.
Rubéola y la varicela: su contagio se produce a través de personas que padezcan la enfermedad, por lo que la mejor prevención es eludir dicho contagio.
AH1N1
Hoy estamos en plena temporada, y no podemos dejar de citar a la gripe AH1N1, y a la influenza estacional, cuyos síntomas son tos, dolor de garganta, secreción nasal fluida, fiebre.
También pueden presentarse dolores corporales, dolor de cabeza, vómitos y diarrea.
Debemos diferenciarla de una simple gripe. La prevención para esta patología es la vacuna, y no dudar en consultar a tu médico si estos síntomas aparecen.
PRONOSTICO
Acerca del pronóstico materno, las patologías infecciosas no suelen agravarse por la gestación, en cambio el pronóstico fetal dependerá de cuál sea la infección, y las consecuencias que ésta pudiera causar, desde no tener ninguna consecuencia, hasta llegar a problemas muy graves, incluso a la pérdida de la gestación.
Por eso es tan importante la visita al ginecólogo, incluso antes de buscar un bebé, para que te pueda orientar, solicitar todos los estudios necesarios, y así detectar y corregir el problema, si este existiese, y seguir los controles necesarios para una buena culminación del embarazo.
Cuidate vos, protegé a tu futuro bebé, y siempre acudí al médico para todos los controles necesarios. De ello dependerá que todo salga bien, evites enfermedades, y seas una feliz mamá, con un hermoso y saludable bebé.
MEDIDAS SIMPLES QUE PUEDEN AYUDARTE
1- Lavate las manos con agua y jabón, especialmente cuando:
Uses el baño.
Toques carnes crudas, huevos crudos, o vegetales sucios.
Prepares y comas alimentos.
Realices tareas de jardinería, toques tierra o el suelo.
Estés en contacto con mascotas.
Estés cerca de personas enfermas.
Toques saliva.
Cuides a niños o juegues con ellos.
Cambies pañales.
2- Tratá de no compartir cubiertos, vasos ni alimentos.
3- Prepará la carne hasta que esté bien cocida.
4- Evitá consumir leche sin pasteurizar.
5- No toques ni limpies la caja de arena sucia de los gatos.
6- Mantenete alejada de roedores domésticos o salvajes.
7- Realizate las pruebas para detectar enfermedades de transmisión sexual.
8- Consultá con tu médico acerca de las vacunas que puedas necesitar.
9- Evitá el contacto con personas que tengan infecciones.
10- Preguntá a tu médico sobre el estreptococo del grupo B.
(*) Gineco-obstetra, de GIBIR (Ginecología, Bioquímica y Reproducción Humana), y en el Instituto de Previsión Social IPS, especializada en ginecología y reproducción humana.