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Carpenter, desde su modelo de Competencia Relacional, hace alusión a la sensibilidad emocional y la empatía; Smith destaca la importancia de la capacidad de relación estrecha con otros; Allport establece como criterios de madurez personal, la relación emocional con otras personas, autoobjetivación, conocimiento de sí mismo y sentido del humor, entre otros.
De acuerdo aScolt y Powers (1985, citado por Marroquín y Villa 1995:15), los principios de la comunicación interpersonal son los siguientes:
Las personas se comunican porque esa comunicación es totalmente necesaria para su bienestar psicológico.
La comunicación no es sólo una necesidad humana, sino el medio de satisfacer otras muchas.
La capacidad de comunicación interpersonal no debe medirse exclusivamente por el grado en que la conducta comunitaria ayuda a satisfacer las propias necesidades, sino también por el grado en que facilite a los otros, la satisfacción de las suyas.
Las relaciones interpersonales constituyen, pues, un aspecto básico en nuestras vidas, funcionando no sólo como un medio para alcanzar determinados objetivos, sino como un fin en sí mismo(Monjas 1999). Por tanto, la primera conclusión a la que podemos llegar, es que la promoción de las relaciones interpersonales no es una tarea optativa o que pueda dejarse al azar.
Desde el campo psicoeducativo estamos viviendo un interés creciente por la llamada educación emocional. Autores comoGardner (1995) a través de las Inteligencias Múltiples y, más recientemente, Goleman (1996) con su concepto de Inteligencia Emocional, han inclinado sensiblemente la balanza ante los aspectos emocionales del individuo. La extensa obra de estos y otros autores (Pelechano 1984, Mayer, Caruso y Salovey 1999) afirman con rotundidad, que el éxito personal ya no depende tanto del nivel de inteligencia lógico-matemática como de las habilidades que el sujeto tenga para manejar contextos interpersonales.
Si esto es así, y parece serlo, a la luz de los datos tanto empíricos como fenomenológicos, la consecuencia es clara: hemos de educar a las futuras generaciones en habilidades como la empatía, la resolución de conflictos interpersonales, el manejo de sus sentimientos y emociones, el control de la ansiedad, la toma de perspectiva y estrategias comunicativas, ya que les estaremos preparando para el éxito, entendido éste como un elemento que contribuye a una mayor calidad de vida.
Según Bisquerra (1999), la educación emocional tiene como objetivo último potenciar el bienestar social y personal, a través de un proceso educativo continuo y permanente, que aúne el crecimiento emocional y el cognitivo, porque ambos son necesarios para el desarrollo de la personalidad integral.
De acuerdo con este autor, la educación emocional facilita actitudes positivas ante la vida, permite el desarrollo de habilidades sociales, estimula la empatía, favorece actitudes y valores para afrontar conflictos, fracasos y frustraciones y, en definitiva, ayuda a saber estar, colaborar y generar climas de bienestar social.
PROSIGO MI APRENDIZAJE
Registro mis acciones de cómo cuido mi relacionamiento con los demás.
Etapas/semanas: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
1. Converso con facilidad con los demás . . . . . . . . . . .
2. Escucho a los demás con atención . . .. . . . . .
3. Valoro a los demás y a mí mismo . . .. .. .. .. . .
Evaluación
Formativa:
* Responsabilidad.
* Trabajo colaborativo.
* Compromiso.
Escribo mi diario personal.
BIBLIOGRAFÍA
Consultor de Psicología Infantil y Juvenil. La Adolescencia. Madrid. España. Ed. Océano. 1999.
De acuerdo a
La comunicación no es sólo una necesidad humana, sino el medio de satisfacer otras muchas.
La capacidad de comunicación interpersonal no debe medirse exclusivamente por el grado en que la conducta comunitaria ayuda a satisfacer las propias necesidades, sino también por el grado en que facilite a los otros, la satisfacción de las suyas.
Las relaciones interpersonales constituyen, pues, un aspecto básico en nuestras vidas, funcionando no sólo como un medio para alcanzar determinados objetivos, sino como un fin en sí mismo
Desde el campo psicoeducativo estamos viviendo un interés creciente por la llamada educación emocional. Autores como
Si esto es así, y parece serlo, a la luz de los datos tanto empíricos como fenomenológicos, la consecuencia es clara: hemos de educar a las futuras generaciones en habilidades como la empatía, la resolución de conflictos interpersonales, el manejo de sus sentimientos y emociones, el control de la ansiedad, la toma de perspectiva y estrategias comunicativas, ya que les estaremos preparando para el éxito, entendido éste como un elemento que contribuye a una mayor calidad de vida.
Según
De acuerdo con este autor, la educación emocional facilita actitudes positivas ante la vida, permite el desarrollo de habilidades sociales, estimula la empatía, favorece actitudes y valores para afrontar conflictos, fracasos y frustraciones y, en definitiva, ayuda a saber estar, colaborar y generar climas de bienestar social.
Registro mis acciones de cómo cuido mi relacionamiento con los demás.
Etapas/semanas: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Formativa:
* Responsabilidad.
* Trabajo colaborativo.
* Compromiso.
Escribo mi diario personal.
Consultor de Psicología Infantil y Juvenil. La Adolescencia. Madrid. España. Ed. Océano. 1999.