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PARAGUARI (Catalino Ibarra, corresponsal). Según los productores, en una hectárea de tierra caben 18.000 plantas de tomate y locote. Cada planta de locote puede producir hasta 4 kilos de frutas (72.000 kg/ha.) En cambio, cada planta de tomate puede producir hasta 6 kilos (108.000 kg/ha).
El martes pasado, a nivel de finca los productores comercializaban locote a G. 2.200 el kilo y el tomate a G. 4.000 el kilo. Con estos índices, los labriegos pueden obtener más de G. 150 millones por cada hectárea de locote, y por cada hectárea de tomate pueden llegar a obtener más de G. 400 millones, en esta época del año.
Las recaudaciones no incluyen gastos de insumos, semillas e infraestructuras contra el calor, que indudablemente serán necesarias para producir en tiempo estival. A partir de abril, hasta octubre, el costo de producción en insumos de infraestructura se reducen drásticamente, pero el precio de ambos productos hortícolas también.
Según el ingeniero agrónomo Lidio Irala, secretario general y técnico de la Federación Nacional de Productores Frutihortícolas del Paraguay (Fenaprofhp), en esta época del año cada planta de tomate y locote requiere una inversión de G. 6.000. En la otra época, este costo se reduce a menos de G. 2.500 por planta, señaló el profesional.
Los indicadores para el pequeño productor de 1.000 plantas de locote, por ejemplo, el costo de producción llegaría a G. 6 millones. Con la producción de 4 kilos por planta obtendrá 4.000 kilos, que vendiendo a G. 2.200 obtendrá G. 8.800.000. La ganancia neta por las 1.000 plantas sería de G. 2.800.000.
Sumando y restando, inversión menos gastos, la rentabilidad por hectárea de locote puede llegar a unos G. 50 millones por hectárea.
En el caso del tomate, la utilidad puede quintuplicar el costo de la inversión, con la diferencia que las frutas maduras no pueden esperar ni un día más para su cosecha cuando ya están listas.
Irala dijo que está demostrado en la producción hortícola que el labriego “puede llegar a empatar o ganar hasta el 500% de su inversión”. El profesional dijo además, que el costo de producción con o sin infraestructura casi son iguales, pues lo que no se gasta en mejoras de la finca se pierde en producción.
En los últimos tiempos, el Programa de Agricultura Familiar (Pronaf), dependiente el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), está apoyando a unos diez comités de productores del 9º departamento. La asistencia consiste en la provisión de insumos e infraestructuras de última generación, como mallas media sombra, sistemas de regadío por goteo, mullchig y semillas híbridas.
Los primeros resultados del programa de apoyo a la producción y comercialización de hortalizas del Paraguay 2010-2014, impulsado por el titular del MAG, abogado Enzo Cardozo, muestran los síntomas iniciales de rentabilidad en fincas comunitarias de la región.