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En el arte de retratar sobresale el nombre de la artista Gloria Valle, que desde 1989 ejerce el ministerio de las artes plásticas. La artista también realiza desnudos. Hacer este tipo de arte, el retrato, tiene el poder de desestresar y de fortalecer el ánimo del ser humano.
Gloria Valle es de pocas palabras, pero ella, en sí misma, es un retrato de confianza y de simpatía.
Se recibió de Profesora Superior de Artes Plásticas en 1989, y desde entonces no ha parado de ejercer las cualidades del arte en sus facetas más expresivas y diversas.
Es retratista profesional. "Me encanta mirar y conocer a las personas. Por ejemplo su mirada. Sus gestos. En el momento de empezar a trabajar con el rostro humano comienzo a hablar con los retratados para que ellos entren en confianza", dice la artista Gloria Valle.
"Hice más de trescientos retratos. Tal vez quinientos. No sé exactamente la cantidad porque no llevo un registro pormenorizado. A veces, me viene un poco de temor, porque es un desafío retratar a las personas. El retrato me permite ver lo buena o mala que es la gente. Si su personalidad deja entrever rasgos malignos, debo hacer desaparecer esos rasgos, pues en caso contrario la obra no quedará a gusto para el cliente", afirma la artista.
¿Cómo fue que te interesaste por los retratos?
Me interesé por los retratos por "culpa" de mi carácter. Siempre fui una chica callada, obediente y muy observadora. Mi madre me facilitó los estudios porque vio en mí esa necesidad de expresarme. En tanto que mi padre se oponía un poco, pues le parecía descolocada la idea de que yo hiciera retratos. Hasta que vio mis trabajos, y consideró que eran muy buenos y empezó a apoyarme.
En Paraguay no hay mucha gente que se dedica a los retratos.
Nuestra gente no quiere ser retratada. Esa timidez, ese pudor pasado de moda, forman parte de la cultura del ambiente. Algunas personas solo quieren retratos de un familiar fallecido o de un ausente.
¿Cuál es tu técnica para trabajar?
Mucha concentración. Uso lápiz blando, 6 B ó 3 B. Una obra me lleva dos a seis horas aproximadamente de trabajo. Eso en el caso de usar lápiz negro. Si utilizo colores uso el pastel. Luego está el óleo, que es más complicado y lleva más paciencia en cuanto al tiempo por el secado del material.
Extrañezas
"Lo más simpático para mí fue el hecho de hacer un retrato grande a un familiar de pronunciada edad. Sin embargo el rostro, las facciones que a mí me aparecieron, pertenecían a las de un adolescente; le quité varios años de encima al señor".
"Un hombre rico y extranjero me dejó a través de un sistema de Foto Cine Paraguay la imagen de su perro en tres ocasiones. Quería un retrato de su mascota. Y lo hice. El perro me salió de perlas y su dueño quedó deslumbrado", recuerda la retratista.
Gloria Valle empezará a enseñar a retratar a los interesados en el Ateneo Paraguayo (Nuestra Señora de la Asunción 820 c/ Humaitá). En enero comenzarán las clases.
Gloria Valle es de pocas palabras, pero ella, en sí misma, es un retrato de confianza y de simpatía.
Se recibió de Profesora Superior de Artes Plásticas en 1989, y desde entonces no ha parado de ejercer las cualidades del arte en sus facetas más expresivas y diversas.
Es retratista profesional. "Me encanta mirar y conocer a las personas. Por ejemplo su mirada. Sus gestos. En el momento de empezar a trabajar con el rostro humano comienzo a hablar con los retratados para que ellos entren en confianza", dice la artista Gloria Valle.
"Hice más de trescientos retratos. Tal vez quinientos. No sé exactamente la cantidad porque no llevo un registro pormenorizado. A veces, me viene un poco de temor, porque es un desafío retratar a las personas. El retrato me permite ver lo buena o mala que es la gente. Si su personalidad deja entrever rasgos malignos, debo hacer desaparecer esos rasgos, pues en caso contrario la obra no quedará a gusto para el cliente", afirma la artista.
¿Cómo fue que te interesaste por los retratos?
Me interesé por los retratos por "culpa" de mi carácter. Siempre fui una chica callada, obediente y muy observadora. Mi madre me facilitó los estudios porque vio en mí esa necesidad de expresarme. En tanto que mi padre se oponía un poco, pues le parecía descolocada la idea de que yo hiciera retratos. Hasta que vio mis trabajos, y consideró que eran muy buenos y empezó a apoyarme.
En Paraguay no hay mucha gente que se dedica a los retratos.
Nuestra gente no quiere ser retratada. Esa timidez, ese pudor pasado de moda, forman parte de la cultura del ambiente. Algunas personas solo quieren retratos de un familiar fallecido o de un ausente.
¿Cuál es tu técnica para trabajar?
Mucha concentración. Uso lápiz blando, 6 B ó 3 B. Una obra me lleva dos a seis horas aproximadamente de trabajo. Eso en el caso de usar lápiz negro. Si utilizo colores uso el pastel. Luego está el óleo, que es más complicado y lleva más paciencia en cuanto al tiempo por el secado del material.
Extrañezas
"Lo más simpático para mí fue el hecho de hacer un retrato grande a un familiar de pronunciada edad. Sin embargo el rostro, las facciones que a mí me aparecieron, pertenecían a las de un adolescente; le quité varios años de encima al señor".
"Un hombre rico y extranjero me dejó a través de un sistema de Foto Cine Paraguay la imagen de su perro en tres ocasiones. Quería un retrato de su mascota. Y lo hice. El perro me salió de perlas y su dueño quedó deslumbrado", recuerda la retratista.
Gloria Valle empezará a enseñar a retratar a los interesados en el Ateneo Paraguayo (Nuestra Señora de la Asunción 820 c/ Humaitá). En enero comenzarán las clases.