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Con ustedes "Falipao", el kinesiólogo de Nacional. Detrás de un plantel de fútbol profesional hay una decena de personas muy importantes para que los atletas se sientan cómodos a la hora de disputar un encuentro deportivo.
Desde médicos, utileros, masajistas, psicólogos, cancheros y kinesiólogos. Pero sin tener la intención de jerarquizar de ninguna manera, este fin de semana les quiero presentar a uno de los mejores kinesiólogos del Paraguay, el señor Felipe Díaz, un gran tipo y excelente profesional.
Díaz trabaja hace más de 18 años (en dos periodos) en el club Nacional de barrio Obrero, a donde debe llegar bien temprano a la mañana, pues una de tus tareas fundamentales el trabajo muscular previo con los atletas, cuestión que se repite con algunos de ellos en la previa a cada compromiso de primera división.
Tuvimos un mano a mano con "Felipao", quien según el mismo destaca, es el kinesiólogo más viejo de la primera división, pero orgulloso de sus 58 años, afirma que se cuida tanto como cualquier futbolista de alto nivel.
"En la Kinesiología en general estoy hace como 22 años, 18 de ellos en Nacional. Los años que no estuve en Nacional estuve deambulando por equipos como Atlético Colegiales y San Lorenzo, cuando estaban en la primera división. En Nacional estoy de manera continuada desde el 2003, año en el cual volvimos a la primera división", recordó de entrada.
Para ponerle en contexto, don Felipe es tan apreciado por algunos futbolistas que incluso lo llaman Papá, pero no por "Que haces papá" sino "Papá qué puedo hacer con esto, con aquello". Es un consejero, un amigo y casi parte del mobiliario de este centenario club de primera división.
Un punto fundamental para no perder vigencia en el trabajo, según Díaz, es querer la profesión y dedicarse a ella con amor, algo que ejemplificó de la siguiente manera.
"Yo Amo mi profesión, de esta manera me gano la vida y creo que no tuve nunca momentos amargos en vida, relacionadas con mi profesión. Claro (apunta) las derrotas duelen, te entran, pero también uno vive las victorias con mucha alegría", indicó.
Díaz aseguró además que como los atletas, también se cuida en lo personal y en el ámbito privado, pues se exige a sí mismo en el aspecto físico.
"Yo me considero como parte del plantel, tengo la obligación de hacer bien mi trabajo, en la banca sufrimos como los futbolistas o como los técnicos. A parte, en mi consultorio privado tengo mi gimnasio y junto a los pacientes también acompaño con ejercicio, de vez en cuando también juego un partidito en el barrio (risas)", detalló.
EXPERIENCIA
Justamente estaba pensando esta semana, soy el kinesiólogo más viejo de los equipos de primera. Mis camaradas prácticamente se han dejado de la profesión y ahora hay gente más joven.
ENTRENADORES
Ever Hugo Almeida lo marcó, pues lo llevó a Nacional en 1992, en su primera experiencia como entrenador de primera división, pero afirma que su relación con los entrenadores siempre ha sido buena. Él se ha quedado y muchos entrenadores pasaron por el equipo Tricolor.
Sobre el punto destacó, "Siempre tuve buena relación con los entrenadores, con todos, ellos quieren personas de confianza y que además sean profesionales. Me gané el respeto de ellos y su confianza, pero debo indicar además que la dirigencia del club y el propio presidente (Robert Harrison) me tiene como un papá en mi profesión, me tienen un respeto bárbaro, siempre estaré agradecido por ese respaldo".
LA RUTINA
"Dos horas antes de cada práctica llego y tengo la costumbre de preparar todo lo necesario. También en mi consultorio lo hago, cada jugador tiene su tiempo de trabajo, a veces hasta una hora de trabajo, por eso me cuido en lo personal, tengo que estar al 100%, no farreo, no trasnocho porque no puedo amanecer mal. Ellos confían en mí y no los puedo defraudar", declaró.
LOS AMIGOS DEL FÚTBOL
El fútbol le ha dejado muchos amigos a "Felipao" como lo llaman algunos de los muchachos del plantel y el admite que la confianza es tan grande con ellos que hasta lo llaman Papá.
"Tengo el apoyo de los jugadores, han pasado grandes estrellas y ellos valoran mi trabajo. El fútbol me dio amigos, siempre los futbolistas que van transferidos me llaman desde donde están y como yo les trato como mis hijos, ellos me tratan como un papá. Siempre vienen a mi habitación y charlamos de todo, hablamos de distintos temas. En la época de Derlis Soto, Cárdenas siempre me traian regalos, hasta ahora hay recuerditos", aseveró.
FISIOTERAPIA, NEGOCIO RENTABLE
Un dato interesante que destacó Díaz es el tipo de personas que van a consultar con él en su casa. Si bien no tiene nada que ver con el club Nacional, no deja de llamar la atención.
Según don Felipe, la mayoría de los lesionados que van a verlo son accidentados en la vía pública, siendo casi el 100% de ellos los motociclistas.
"A mi consultorio mayoritariamente van los accidentados de motos, que por receta médica tienen que pasar por un tratamiento de fisioterapia. La mayoría con piernas rotas, algunos ya no tienen la esperanza de volver a caminar, luego de trabajar un par de meses hasta fútbol vuelven a hacer. Son jóvenes los que van más por los accidentes, mi hija, que es fisioterapeuta trabaja conmigo", indicó.
REFLEXIÓN
Para finalizar, Felipe Díaz animó a los jóvenes paraguayos a estudiar fisioterapia y kinesiología, destacando que el trabajo nunca les va a faltar.
"Te doy un ejemplo digno. Mi hija se recibió de Licenciada en Educación Física y prácticamente luego de recibirse, le costó mucho ganar algo, trabajaba por colegios así y se decepcionó de su profesión y le digo un día, mi hija estudiá esta profesión (Fisioterapia) y te digo, luego de un año, comenzó a asesorar a gente, sigue estudiando pero te digo, se ve la diferencia. Yo le diría a la gente joven que no dude de estudiar esta profesión, trabajo no le va a faltar", subrayó.
Desde médicos, utileros, masajistas, psicólogos, cancheros y kinesiólogos. Pero sin tener la intención de jerarquizar de ninguna manera, este fin de semana les quiero presentar a uno de los mejores kinesiólogos del Paraguay, el señor Felipe Díaz, un gran tipo y excelente profesional.
Díaz trabaja hace más de 18 años (en dos periodos) en el club Nacional de barrio Obrero, a donde debe llegar bien temprano a la mañana, pues una de tus tareas fundamentales el trabajo muscular previo con los atletas, cuestión que se repite con algunos de ellos en la previa a cada compromiso de primera división.
Tuvimos un mano a mano con "Felipao", quien según el mismo destaca, es el kinesiólogo más viejo de la primera división, pero orgulloso de sus 58 años, afirma que se cuida tanto como cualquier futbolista de alto nivel.
"En la Kinesiología en general estoy hace como 22 años, 18 de ellos en Nacional. Los años que no estuve en Nacional estuve deambulando por equipos como Atlético Colegiales y San Lorenzo, cuando estaban en la primera división. En Nacional estoy de manera continuada desde el 2003, año en el cual volvimos a la primera división", recordó de entrada.
Para ponerle en contexto, don Felipe es tan apreciado por algunos futbolistas que incluso lo llaman Papá, pero no por "Que haces papá" sino "Papá qué puedo hacer con esto, con aquello". Es un consejero, un amigo y casi parte del mobiliario de este centenario club de primera división.
Un punto fundamental para no perder vigencia en el trabajo, según Díaz, es querer la profesión y dedicarse a ella con amor, algo que ejemplificó de la siguiente manera.
"Yo Amo mi profesión, de esta manera me gano la vida y creo que no tuve nunca momentos amargos en vida, relacionadas con mi profesión. Claro (apunta) las derrotas duelen, te entran, pero también uno vive las victorias con mucha alegría", indicó.
Díaz aseguró además que como los atletas, también se cuida en lo personal y en el ámbito privado, pues se exige a sí mismo en el aspecto físico.
"Yo me considero como parte del plantel, tengo la obligación de hacer bien mi trabajo, en la banca sufrimos como los futbolistas o como los técnicos. A parte, en mi consultorio privado tengo mi gimnasio y junto a los pacientes también acompaño con ejercicio, de vez en cuando también juego un partidito en el barrio (risas)", detalló.
EXPERIENCIA
Justamente estaba pensando esta semana, soy el kinesiólogo más viejo de los equipos de primera. Mis camaradas prácticamente se han dejado de la profesión y ahora hay gente más joven.
ENTRENADORES
Ever Hugo Almeida lo marcó, pues lo llevó a Nacional en 1992, en su primera experiencia como entrenador de primera división, pero afirma que su relación con los entrenadores siempre ha sido buena. Él se ha quedado y muchos entrenadores pasaron por el equipo Tricolor.
Sobre el punto destacó, "Siempre tuve buena relación con los entrenadores, con todos, ellos quieren personas de confianza y que además sean profesionales. Me gané el respeto de ellos y su confianza, pero debo indicar además que la dirigencia del club y el propio presidente (Robert Harrison) me tiene como un papá en mi profesión, me tienen un respeto bárbaro, siempre estaré agradecido por ese respaldo".
LA RUTINA
"Dos horas antes de cada práctica llego y tengo la costumbre de preparar todo lo necesario. También en mi consultorio lo hago, cada jugador tiene su tiempo de trabajo, a veces hasta una hora de trabajo, por eso me cuido en lo personal, tengo que estar al 100%, no farreo, no trasnocho porque no puedo amanecer mal. Ellos confían en mí y no los puedo defraudar", declaró.
Prensa Nacional
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LOS AMIGOS DEL FÚTBOL
El fútbol le ha dejado muchos amigos a "Felipao" como lo llaman algunos de los muchachos del plantel y el admite que la confianza es tan grande con ellos que hasta lo llaman Papá.
"Tengo el apoyo de los jugadores, han pasado grandes estrellas y ellos valoran mi trabajo. El fútbol me dio amigos, siempre los futbolistas que van transferidos me llaman desde donde están y como yo les trato como mis hijos, ellos me tratan como un papá. Siempre vienen a mi habitación y charlamos de todo, hablamos de distintos temas. En la época de Derlis Soto, Cárdenas siempre me traian regalos, hasta ahora hay recuerditos", aseveró.
FISIOTERAPIA, NEGOCIO RENTABLE
Un dato interesante que destacó Díaz es el tipo de personas que van a consultar con él en su casa. Si bien no tiene nada que ver con el club Nacional, no deja de llamar la atención.
Según don Felipe, la mayoría de los lesionados que van a verlo son accidentados en la vía pública, siendo casi el 100% de ellos los motociclistas.
"A mi consultorio mayoritariamente van los accidentados de motos, que por receta médica tienen que pasar por un tratamiento de fisioterapia. La mayoría con piernas rotas, algunos ya no tienen la esperanza de volver a caminar, luego de trabajar un par de meses hasta fútbol vuelven a hacer. Son jóvenes los que van más por los accidentes, mi hija, que es fisioterapeuta trabaja conmigo", indicó.
REFLEXIÓN
Para finalizar, Felipe Díaz animó a los jóvenes paraguayos a estudiar fisioterapia y kinesiología, destacando que el trabajo nunca les va a faltar.
"Te doy un ejemplo digno. Mi hija se recibió de Licenciada en Educación Física y prácticamente luego de recibirse, le costó mucho ganar algo, trabajaba por colegios así y se decepcionó de su profesión y le digo un día, mi hija estudiá esta profesión (Fisioterapia) y te digo, luego de un año, comenzó a asesorar a gente, sigue estudiando pero te digo, se ve la diferencia. Yo le diría a la gente joven que no dude de estudiar esta profesión, trabajo no le va a faltar", subrayó.