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La Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud expresa: La salud se crea y se vive en el marco de la vida cotidiana, en los centros de enseñanza, de trabajo y de recreo. La salud es el resultado de los cuidados que uno se dispensa a sí mismo y a los demás, de la capacidad de tomar decisiones y controlar la vida propia y de asegurar que la sociedad en que uno vive ofrezca a todos sus miembros la posibilidad de gozar de un buen estado de salud.
ADQUISICIÓN DE HÁBITOS PERSONALES Y SOCIALES FAVORABLES
Las experiencias de aprendizaje son las que condicionan los estilos de vida: estas se adaptan, se adquieren o se modifican de acuerdo a los comportamientos deseados. Consecuentemente, el tipo de aprendizaje positivo o negativo juega un papel protagónico como productor de cambios favorables o desfavorables en el comportamiento humano.
En este sentido, existen diversos factores que afectan la adquisición de hábitos personales y sociales favorables: la herencia, la educación familiar y escolar, las relaciones humanas, la situación socioeconómica y el nivel intelectual. Pero el principal motor del ser humano frente a una situación determinada es su modo de pensar, de creer y de sentir.
Llevar un estilo de vida saludable implica la toma de conciencia de cada persona sobre el compromiso personal que tiene en el cuidado de su propia salud, evitando la depresión, la neurosis, los malos hábitos alimentarios y practicando actividades físicas constantes y adecuadas.
Los requerimientos básicos para adquirir hábitos favorables se pueden resumir en:
Cuidar el cuerpo: No se puede pensar en el hombre como una unidad divisible en cuerpo y mente; ambos constituyen un solo sistema, son interactivos y se influyen mutuamente. No es posible modificar uno y dejar al otro inalterado.
El cuerpo siempre informa del estado interior; la salud mental se refleja en la vitalidad del cuerpo: brillo de los ojos, el color, la textura y la temperatura de la piel, la espontaneidad en la expresión, la vibración del cuerpo y la gracia del movimiento.
Está por demás decir que es necesario cuidar el cuerpo. Los ejercicios físicos son, en este sentido, un excelente mecanismo para mejorar las funciones corporales, ya que moviliza la energía que está contenida por las tensiones musculares y aumenta la capacidad de relacionamiento social. Además, resuelve dificultades caracterológicas que se estructuraron en el cuerpo.
Expresar los sentimientos: La sociedad que vivimos impide muchas veces expresar libremente sentimientos de amor, tristeza, miedo, rabia, etc. Es por eso que cada vez se registran más casos de neurosis y disturbios emocionales.
La actividad física es también una buena opción para solucionar este problema. A través de los ejercicios de respiración y de diferentes movimientos se puede lograr el estímulo necesario para que canalizar correctamente los sentimientos, mediante un proceso de descubrimiento de sí mismo.
Ya hemos visto que la actividad física es indispensable para la adquisición de un estilo de vida saludable. Ahora veremos cuáles son las consideraciones a tener en cuenta para practicar los ejercicios físicos:
Respetar las limitaciones físicas: Existen determinados tipos de ejercicios para cada etapa de la vida. No se puede exigir a un niño que realice ejercicios para adultos, porque excede su capacidad, ni a un joven que practique actividades físicas infantiles, pues no obtendría los resultados adecuados. Los ejercicios pueden adaptarse a las características biológicas de cada persona. No hay que forzar las capacidades individuales.
Evitar la sobrecarga: Una cierta sobrecarga del cuerpo es necesaria para mejorar la condición física, pero deben evitarse los ejercicios que exigen un exceso de esfuerzo repetitivo sobre huesos y tendones y que puedan llegar a producir lesiones.
Progresar gradualmente: Es recomendable que el aumento de la cantidad de los ejercicios se haga de forma gradual, para que el cuerpo se vaya adaptando al esfuerzo al que es sometido.
No omitir la fase de calentamiento y vuelta a la calma: Un calentamiento de cinco minutos es suficiente para iniciar la actividad física. La vuelta a la calma incluye actividades de poca intensidad, seguidas de estiramientos y una ducha rápida.
Priorizar los ejercicios de fuerza y flexibilidad: Ambos ejercicios son esenciales para disminuir el número de lesiones.
IMPORTANTE: Las cargas físicas correctamente dosificadas ejercen una influencia estimuladora en el organismo de niños y adolescentes. Pero si un ejercicio requiere que el cuerpo o partes del cuerpo se muevan de manera forzada, se considera contraindicado, ya que puede producir lesiones al ejercer excesiva tensión en un miembro que no esté preparado para tal trabajo.
ACTIVIDADES
I. Reconoce las afirmaciones correctas marcándolas con una?:
..... Es recomendable iniciar una actividad física de forma brusca, sin calentamiento.
..... Las cargas físicas suaves, que no llevan al agotamiento, influyen de manera positiva en el cuerpo.
..... La salud mental no se refleja en la vitalidad del cuerpo: brillo de los ojos, el color, la textura y la temperatura de la piel, la espontaneidad en la expresión, etc.
...... Los ejercicios físicos ayudan a mejorar las funciones corporales.
..... La actividad física no tiene eficacia en la solución de problemas emocionales.
II. Relee el concepto de estilos de vida saludables y analiza tu rutina diaria. Anota qué aspectos necesitas mejorar y pon tu empeño en lograrlo.
III. Comenta acerca los requerimientos básicos para adquirir hábitos favorables:
IV. ¿Qué factores hay que considerar para practicar ejercicios físicos? Cita y habla de cada uno.