Ati Troche de Vargas Peña diseñó el vestido de novia de corte romántico, con encaje bordado en hilo plateado y pedrería; como detalle destacaba el tul envolvente en el corsage, abrochado en la cintura.
Dolly Ruffinelli confeccionó el tocado que llevó Jazmín, con tiras de cinta de crin en distintos anchos y cristales. La novia portó en sus manos un rosario de cristal de roca que perteneció a su abuela, y un bouquet de flores preparado con lirios rosados, espigas plateadas y hojas de ilusión, anudadas con un lazo plateado. Raquel de Ruiz, Mónica González y Erika Beckelmann.
La fiesta se llevó a cabo en el Club Centenario y los novios fueron recibidos en el Salón Pérez Uribe por el cortejo formado por excompañeras de la secundaria de la novia y primas de la nueva pareja, mientras que Marco de Brix amenizaba la velada acompañado de sonidos de violines y órgano. El lugar, elegantemente decorado por Graciela Barrail, llevó además cortinas de agua, hechas por María Livia Avila Llano. Los invitados compartieron durante el brindis un buffet elaborado por Talleyrand.
Dolly Ruffinelli confeccionó el tocado que llevó Jazmín, con tiras de cinta de crin en distintos anchos y cristales. La novia portó en sus manos un rosario de cristal de roca que perteneció a su abuela, y un bouquet de flores preparado con lirios rosados, espigas plateadas y hojas de ilusión, anudadas con un lazo plateado. Raquel de Ruiz, Mónica González y Erika Beckelmann.
La fiesta se llevó a cabo en el Club Centenario y los novios fueron recibidos en el Salón Pérez Uribe por el cortejo formado por excompañeras de la secundaria de la novia y primas de la nueva pareja, mientras que Marco de Brix amenizaba la velada acompañado de sonidos de violines y órgano. El lugar, elegantemente decorado por Graciela Barrail, llevó además cortinas de agua, hechas por María Livia Avila Llano. Los invitados compartieron durante el brindis un buffet elaborado por Talleyrand.