Valeria, en la ocasión, lució un vestido de corte romántico, hecho en shantung de seda natural, llevando aplicaciones de ñandutí bordado con perlitas y canutillos, creación de Cecilia Fadul. Pequeñas flores blancas de organza, realizadas por Dolly Ruffinelli, sirvieron de tocado, acompañado además de tul bordado.


La fiesta de bodas fue en el salón Pérez Uribe del Club Centenario, sitio decorado por Graciela Barrail de Castillo, en un estilo moderno, y utilizó lirios en tonos naranja, cuadrados de vidrios, velas y lámparas colgantes. Los invitados compartieron durante la cena un bufé de pastas.


Verónica Ferrario se encargó de la torta y la mesa de postres, con chocolates y variedad de masitas dulces.

Los nuevos esposos partieron de luna de miel al Brasil.