Enfermedades metabólicas: la diabetes

La diabetes es un desorden del metabolismo en el proceso que convierte el alimento que ingerimos en energía. Durante la digestión se descomponen los alimentos para crear glucosa, la mayor fuente de combustible para el cuerpo. Esta glucosa pasa a la sangre donde la insulina -una hormona segregada por el páncreas- le permite entrar en las células. En personas con diabetes, uno de los dos componentes de este sistema falla: el páncreas no produce o produce poca insulina (Tipo I); o las células del cuerpo no responden a la insulina que se produce (Tipo II).

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En Paraguay se han iniciado campañas de detección de esta enfermedad debido a que su ocurrencia va en aumento, sobre todo en jóvenes. Esta afección es incurable, por lo que su prevención o detección precoz es fundamental.

La importancia de un buen control de la diabetes

Este defecto de la insulina provoca que la glucosa se concentre en la sangre, de forma que el cuerpo se ve privado de su principal fuente de energía. Además los altos niveles de glucosa en la sangre pueden dañar los vasos sanguíneos, los riñones y los nervios.

No existe una cura para la diabetes. Por lo tanto, el método de cuidar su salud para personas afectadas por este desorden, es controlarlo: mantener los niveles de glucosa en la sangre lo más cercanos posibles a los normales. Un buen control puede ayudar enormemente a la prevención de complicaciones de la diabetes relacionadas al corazón y el sistema circulatorio, los ojos, riñones y nervios.

Un buen control de los niveles de azúcar es posible mediante una dieta planificada, actividad física, toma correcta de medicamentos, y chequeos frecuentes del nivel de azúcar en la sangre.

La importancia de la educación sobre diabetes

A pesar de todos los avances en el tratamiento de la diabetes, la educación del paciente sobre su propia enfermedad sigue siendo la herramienta fundamental para su control. La gente que sufre de diabetes, a diferencia de aquellos con muchos otros problemas médicos, no puede simplemente tomarse unas pastillas o insulina por la mañana, y olvidarse de su condición el resto del día.

Cualquier diferencia en la dieta, el ejercicio, el nivel de estrés u otros factores pueden afectar el nivel de azúcar en la sangre. Por lo tanto, cuanto mejor conozcan los pacientes los defectos de estos factores, mejor será el control que puedan hacer sobre su condición.

También es necesario que la gente sepa qué puede hacer para prevenir o reducir el riesgo de complicaciones de la diabetes. ¡Por ejemplo, se estima que con un cuidado correcto de los pies, se podría prescindir de un 75% de todas las imputaciones en personas con diabetes!

Entre muchos de los factores de riesgo se pueden mencionar los siguientes:

* Antecedentes familiares de diabetes (uno de los padres o hermanos)

* Obesidad

* Edad superior a 45 años

* Ciertos grupos étnicos (particularmente afroamericanos e hispanoamericanos)

* Diabetes gestacional o parto de un bebé con un peso mayor a 4 kg.

* Presión sanguínea alta

* Niveles altos de triglicéridos en la sangre (un tipo de molécula grasa)

* Nivel alto de colesterol en la sangre.

Síntomas

Los niveles altos de glucosa en la sangre pueden causar diversos problemas incluyendo necesidad frecuente de orinar, sed excesiva, hambre, fatiga, pérdida de peso y visión borrosa; sin embargo, debido a que la diabetes tipo 2 se desarrolla lentamente, algunas personas con niveles altos de azúcar en la sangre son completamente asintomáticas.

Los síntomas de la diabetes tipo 1 son:

- Aumento de la sed

- Aumento de la micción

- Pérdida de peso a pesar de un aumento del apetito

- Fatiga

- Náuseas

- Vómitos.

Los síntomas de la diabetes tipo 2 son:

- Aumento de la sed

- Aumento de la micción

- Aumento del apetito

- Fatiga

- Visión borrosa

- Infecciones que sanan lentamente

- Importancia en los hombres.

Signos y exámenes

Se puede utilizar un análisis de orina para detectar glucosa y cetonas, producto de la descomposición de las grasas. Sin embargo, una prueba de orina no diagnostica diabetes por sí sola. Para este diagnóstico se utilizan las siguientes pruebas de glucosa en sangre:

- Nivel de glucosa en sangre en ayunas: se diagnostica diabetes si el resultado es mayor de 126 mg/dl en dos oportunidades.

- Nivel de glucosa en sangre aleatoria (sin ayuno): se sospecha la existencia de diabetes si los niveles son superiores a 200 mg/dl y están acompañados por los síntomas típicos de aumento de sed, gasto urinario y fatiga. (Esta prueba se debe confirmar con otra de nivel de glucosa en sangre en ayunas).

- Prueba de tolerancia a la glucosa oral: se diagnostica diabetes si el nivel de glucosa es superior a 200 mg/dl luego de 2 horas (esta prueba se usa más para la diabetes tipo II).

Tratamiento

La diabetes no es curable. El objetivo inmediato del tratamiento es estabilizar el azúcar en la sangre y eliminar los síntomas producidos por el alto nivel de azúcar en la sangre. El objetivo, a largo plazo, es prolongar la calidad de vida, aliviar los síntomas y prevenir las complicaciones a largo plazo como la enfermedad cardiaca y la insuficiencia renal.

HABILIDADES

Las habilidades básicas para el manejo de la diabetes ayudarán a prevenir la necesidad de atención de emergencia y entre ellas se encuentran:

- Cómo reconocer y tratar los niveles bajos (hipoglicemia) y altos (hiperglicemia) de azúcar en la sangre

- Qué comer y cuándo comer

- Cómo tomar la insulina o los medicamentos orales

- Cómo medir y registrar la glucosa en sangre

- Cómo probar las cetonas en la orina (únicamente para la diabetes tipos I)

- Cómo ajustar la insulina y/o el consumo de alimentos o ambos según los cambios en los hábitos alimenticios y de ejercicio

- Cómo manejar el malestar

- Dónde comprar suministros para diabéticos y cómo almacenarlos.

DIETA

El diabético debe trabajar estrechamente con su médico para aprender cuántas grasas, proteínas y carbohidratos necesita para su dieta. Los planes específicos de comida deben ser adaptados a sus hábitos y preferencias. Las personas con diabetes tipo 1 deben comer aproximadamente la misma hora de todos los días y tratar de ser consistentes con el tipo de alimentos que eligen. Esto ayuda a prevenir que los niveles de azúcar se eleven o caigan demasiado. Los diabéticos tipo III deben seguir una dieta balanceada y baja en grasas.

A diferencia de la diabetes tipo 1, la diabetes tipo 2 puede responder al tratamiento con ejercicio, dieta y/o medicamentos orales. Existen varios tipos de agentes hipoglicemiantes orales que reducen el nivel de glucosa en la diabetes tipo 2. La mayoría de los diabéticos tipo 2 requieren más de un rendimiento para un buen control del azúcar en la sangre en los tres primeros años de comenzar el medicamento.

Se pueden combinar diferentes grupos de medicamentos orales o se puede utilizar insulina junto con medicamentos orales. A veces, las personas con diabetes tipo 2 ya no necesitan medicamentos si pierden peso y aumentan su actividad debido a que cuando alcanzan su peso ideal, su propia insulina y una dieta cuidadosa pueden controlar sus niveles de glucosa sanguínea.
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