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Coincidentemente, existe una estimación anterior de la ANDE de esta obra que ubicaba el precio final, incluida la subestación, en US$ 334 millones, pero posteriormente la cifra fue sucesivamente incrementada. Las autoridades del sector no pudieron dar explicaciones convincentes de la notable diferencia. Todo indica que la línea de transmisión de 500 kV o 500.000 voltios, cuya financiación fue aprobada a principios de esta semana por el Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (Focem), por valor de US$ 555 millones, habría sido sobrefacturada.
Un documento de la Administración de Usinas y Transmisiones Eléctricas (UTE) del Uruguay, al que accedió este diario, revela que el tendido de una línea de 500 kV costará US$ 331 millones. La obra uruguaya tiene similares características a la nuestra. Se extenderá unos 300 kilómetros, desde San Carlos hasta la estación de Melo y otros 100 km, desde Melo hasta la frontera con Brasil.
De los 331, poco más de US$ 100 millones será financiado por el Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (Focem), proyecto aprobado también esta semana.
Existe un plan de inversiones elaborado por técnicos de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), en el que consta que la línea en referencia tiene un costo estimado de US$ 334 millones.
De acuerdo al plan de la entidad estatal, el proyecto contempla la construcción de una subestación en Villa Hayes, la ampliación de la subestación margen derecha, el tendido de la línea y demás obras complementarias, inclusive las indemnizaciones a los propietarios de terrenos.
La extensión del tendido eléctrico es de unos 345 kilómetros - 26 km de circuito doble y 319 km de línea simple, desde la subestación margen derecha (SMD) hasta el distrito de Villa Hayes. Un total de 43 kilómetros menos que el uruguayo. De todo lo expuesto se deduce la existencia de una significativa diferencia entre el proyecto uruguayo y el de nuestro país de al menos 224 millones de la moneda norteamericana.
Expertos del sector eléctrico dieron diferentes versiones sobre la variación del precio de ambos proyectos. Si bien algunos afirmaron que estos pueden variar de acuerdo a la cantidad de conductores (cables) por fase que se instalen y la capacidad de la línea, otros afirmaron que, aun así, las diferencias no pueden ser tan significativas. Creen que es oportuno que los encargados del proyecto en Itaipú salgan a aclarar los ítems que contempla el proyecto de la línea.
El titular de la ANDE, Germán Fatecha, consultado al respecto, explicó que la millonaria diferencia podría darse por el problema de suelo. En nuestro país abundan los terrenos fangosos y en Uruguay los terrenos son pedregosos, lo que no exigirá mayor inversión en el cimientos para el levantamiento de las torres, según dijo.
Del tesoro brasileño
La construcción de la línea de 500.000 voltios será financiada a través Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (Focem), con recursos que serán aportados anualmente por el tesoro brasileño, previa aprobación del Parlamento de ese país.
Cuando se iniciaron las tratativas con el Gobierno brasileño para su financiación se habló de US$ 400 millones. La cifra ya era bastante superior al costo estimado por la ANDE, de US$ 334 millones. Ni bien se presentó al Focem, se disparó a US$ 555 millones.
Un documento de la Administración de Usinas y Transmisiones Eléctricas (UTE) del Uruguay, al que accedió este diario, revela que el tendido de una línea de 500 kV costará US$ 331 millones. La obra uruguaya tiene similares características a la nuestra. Se extenderá unos 300 kilómetros, desde San Carlos hasta la estación de Melo y otros 100 km, desde Melo hasta la frontera con Brasil.
De los 331, poco más de US$ 100 millones será financiado por el Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (Focem), proyecto aprobado también esta semana.
Existe un plan de inversiones elaborado por técnicos de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), en el que consta que la línea en referencia tiene un costo estimado de US$ 334 millones.
De acuerdo al plan de la entidad estatal, el proyecto contempla la construcción de una subestación en Villa Hayes, la ampliación de la subestación margen derecha, el tendido de la línea y demás obras complementarias, inclusive las indemnizaciones a los propietarios de terrenos.
La extensión del tendido eléctrico es de unos 345 kilómetros - 26 km de circuito doble y 319 km de línea simple, desde la subestación margen derecha (SMD) hasta el distrito de Villa Hayes. Un total de 43 kilómetros menos que el uruguayo. De todo lo expuesto se deduce la existencia de una significativa diferencia entre el proyecto uruguayo y el de nuestro país de al menos 224 millones de la moneda norteamericana.
Expertos del sector eléctrico dieron diferentes versiones sobre la variación del precio de ambos proyectos. Si bien algunos afirmaron que estos pueden variar de acuerdo a la cantidad de conductores (cables) por fase que se instalen y la capacidad de la línea, otros afirmaron que, aun así, las diferencias no pueden ser tan significativas. Creen que es oportuno que los encargados del proyecto en Itaipú salgan a aclarar los ítems que contempla el proyecto de la línea.
El titular de la ANDE, Germán Fatecha, consultado al respecto, explicó que la millonaria diferencia podría darse por el problema de suelo. En nuestro país abundan los terrenos fangosos y en Uruguay los terrenos son pedregosos, lo que no exigirá mayor inversión en el cimientos para el levantamiento de las torres, según dijo.
Del tesoro brasileño
La construcción de la línea de 500.000 voltios será financiada a través Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (Focem), con recursos que serán aportados anualmente por el tesoro brasileño, previa aprobación del Parlamento de ese país.
Cuando se iniciaron las tratativas con el Gobierno brasileño para su financiación se habló de US$ 400 millones. La cifra ya era bastante superior al costo estimado por la ANDE, de US$ 334 millones. Ni bien se presentó al Focem, se disparó a US$ 555 millones.