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El partido fue desde su inicio mismo netamente favorable a Libertad. El gumarelo manejó el balón, tuvo el control del mismo, pero su gran problema estuvo a la hora de plasmar en el marcador la tremenda diferencia que supo sacar en el desarrollo del juego.
General Caballero se dedicó a aguantar los embates liberteños y por momentos lo hizo de manera correcta generando incluso algunos contragolpes que ocasionaron más de un susto a la defensa local. A Libertad le costó demasiado ser profundo y punzante porque a varios de sus hombres le faltó la aceleración final en la zona de difinición y porque General Caballero se amontonó muy bien en defensa. En el segundo periodo la presión gumarela fue cada vez mayor. General se defendía como podía y hasta pudo ponerse adelante cuando Fernando Oliveira solo ante Medina remató justo contra la humanidad del portero. Conforme pasaban los minutos, Libertad era puro ataque y también nervios. A cinco del final Pablo Velázquez remató cruzado para vencer a Paolo Ortiz. Los nervios se transformaron en emoción. Libertad ganó un partido complicado y se instaló en solitario en la punta de la tabla.
General Caballero se dedicó a aguantar los embates liberteños y por momentos lo hizo de manera correcta generando incluso algunos contragolpes que ocasionaron más de un susto a la defensa local. A Libertad le costó demasiado ser profundo y punzante porque a varios de sus hombres le faltó la aceleración final en la zona de difinición y porque General Caballero se amontonó muy bien en defensa. En el segundo periodo la presión gumarela fue cada vez mayor. General se defendía como podía y hasta pudo ponerse adelante cuando Fernando Oliveira solo ante Medina remató justo contra la humanidad del portero. Conforme pasaban los minutos, Libertad era puro ataque y también nervios. A cinco del final Pablo Velázquez remató cruzado para vencer a Paolo Ortiz. Los nervios se transformaron en emoción. Libertad ganó un partido complicado y se instaló en solitario en la punta de la tabla.