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HISTORIA
El servicio militar como obligación básica de la ciudadanía data de la antigüedad. En las antiguas ciudades-estado griegas, los jóvenes tenían que servir varios años en la milicia ciudadana. En la República romana, el servicio militar obligatorio era considerado un privilegio, y todos los ciudadanos entre los 17 y los 60 años debían servir sin paga alguna.
Los ejércitos eran pequeños y aristocráticos cuando las armas significaban un gran gasto, como en la Edad Media; pero cuando bajaba el costo de las armas, los ejércitos adquirieron grandes dimensiones y se hicieron democráticos, como sucedió después de la aparición de las armas de fuego. La mayoría de las naciones dependía de las milicias ciudadanas.
El servicio militar obligatorio fue propuesto en el siglo XVI por Nicolás Maquiavelo. En esa época, el ejército suizo estaba integrado por conscriptos. En el siglo XVIII, la tropa estaba integrada por los miembros más pobres de la sociedad, siendo el engaño el método de reclutamiento más usual.
Durante la Revolución Francesa, el servicio militar obligatorio estaba considerado un deber republicano, basado en los principios de igualdad y fraternidad, como una necesidad de supervivencia nacional.
SIGLOS XVII, XVIII Y XIX
La conscripción en su forma moderna apareció en agosto de 1793, cuando una ley limitó la capacidad para el servicio a los hombres entre los 18 y los 25 años, quienes debían registrarse en sus pueblos. Eran llamados primero los más jóvenes y después los más veteranos, según las necesidades bélicas.
En 1796, Francia modificó el procedimiento de conscripción en vísperas de la guerra con Austria, estableciendo un servicio militar obligatorio organizado en clases de hombres, entre los 20 y los 25 años. La primera clase alistaba a hombres entre 20 y 21 años como contingente básico de la conscripción. Las otras clases se movilizaban de acuerdo con las distintas necesidades.
Durante las guerras napoleónicas, el número de reclutados alcanzó más de dos millones de hombres, ya que el servicio militar obligatorio constituyó la concentración principal de los ejércitos franceses.
Prusia instauró un sistema universal de servicio militar obligatorio en 1808, que puso en práctica después de 1815. Todos los jóvenes cumplían con el deber de someterse a entrenamiento militar durante un plazo específico, sin excepción de la clase social o el pago de un sustituto.
A finales del siglo XIX, todas las grandes potencias, excepto Gran Bretaña y Estados Unidos, contaban con servicio militar obligatorio en tiempo de guerra. Pero en este período, la utilidad de la conscripción comenzó a declinar, porque la educación obligatoria sustituyó al servicio militar. Además, las armas se hicieron más técnicas y demandaban profesionales que las usaran; los ejércitos cesaron en su capacidad de absorber la juventud de una población creciente. Los abusos en la concesión de licencias y aplazamientos se hicieron normales, hasta llegar a la objeción de conciencia.
En Estados Unidos, la conscripción se basó en un principio, en la tradición colonial de la milicia, en la que todos los hombres capacitados entre los 16 y los 60 años estaban sujetos al servicio militar. Durante la guerra de la independencia estadounidense, el Congreso obligó a todos los estados para que establecieran el servicio militar obligatorio.
LA CONSCRIPCIÓN DURANTE EL SIGLO XX
En la Primera Guerra Mundial, las grandes potencias utilizaron en los combates, tropas que cumplían un servicio militar obligatorio. Gran Bretaña dependió de voluntarios hasta 1916, y después recurrió a la obligatoriedad. Esto impulsó a muchos irlandeses a unirse a la revuelta armada contra el gobierno británico, aunque también hubo muchos más que lucharon de forma voluntaria a favor de Gran Bretaña.
Estados Unidos estableció el Acta de Servicio Selectivo en 1917, al entrar en la contienda. Canadá dependió de voluntarios hasta 1918, después recurrió a la fórmula del servicio militar obligatorio.
Australia utilizó voluntarios en la Primera Guerra Mundial, y Nueva Zelanda desarrolló el servicio militar, entre 1901 y 1930. Pero en la II Guerra Mundial ambos países recurrieron al servicio militar obligatorio, aunque Australia sólo envió voluntarios a luchar en Europa y el norte de África.
El Tratado de Versalles prohibía de forma expresa el reclutamiento de tropas, pero Alemania reincorporó el sistema, en mayo de 1935. El Parlamento británico adoptó un Acta de Conscripción en 1939, en el que establece con Alemania un sistema de entrenamiento militar en tiempo de paz.
En Estados Unidos, el servicio militar en tiempo de guerra se inició en septiembre de 1940, pero sus regulaciones se ampliaron por la nueva legislación del 13 de diciembre de 1941, seis días después del ataque japonés sobre Pearl Harbor. La conscripción cesó en 1947, aunque el servicio selectivo se prolongó hasta la década de 1950, a causa de la guerra de Corea.
Las leyes de reclutamiento se mantuvieron en vigor, con frecuentes enmiendas, y proporcionaron los hombres necesarios para la guerra de Vietnam. En 1969, se introdujo un sistema de sorteo para escoger a los reclutas. En 1973, se estableció la pertenencia a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos sobre la base del voluntariado; desde 1980, todos los hombres han de registrarse en el Sistema del Servicio Selectivo dentro de los 30 días siguientes a la fecha de cumplir 18 años de edad. Aunque esa práctica no implica el retorno al servicio militar, sigue existiendo oposición al registro obligatorio.
OBJECIÓN DE CONCIENCIA
La objeción de conciencia es la negativa de la persona a prestar el servicio militar obligatorio. Algunos de los motivos de objeción pueden deberse a motivos religiosos, razones éticas, ideológicas, intelectuales, humanitarias, y de otra índole.
El objetor podrá ser dispensado del deber general de prestación del servicio, pero habrá de realizar una asistencia social sustitutiva. En caso de que se negara a asumirla, esta actitud de insumisión es susceptible de ser considerada como un delito, que lleva aparejada por lo general, la inhabilitación para desempeñar cargos públicos.
En nuestro país operan organizaciones de Derechos Humanos que facilitan a los jóvenes verificar las razones para ser exonerados del servicio militar. Entre los objetores predominan los estudiantes, que alegan cumplir con su formación intelectual, y que prefieren servir a la sociedad con labores técnicas y científicas.
El servicio militar como obligación básica de la ciudadanía data de la antigüedad. En las antiguas ciudades-estado griegas, los jóvenes tenían que servir varios años en la milicia ciudadana. En la República romana, el servicio militar obligatorio era considerado un privilegio, y todos los ciudadanos entre los 17 y los 60 años debían servir sin paga alguna.
Los ejércitos eran pequeños y aristocráticos cuando las armas significaban un gran gasto, como en la Edad Media; pero cuando bajaba el costo de las armas, los ejércitos adquirieron grandes dimensiones y se hicieron democráticos, como sucedió después de la aparición de las armas de fuego. La mayoría de las naciones dependía de las milicias ciudadanas.
El servicio militar obligatorio fue propuesto en el siglo XVI por Nicolás Maquiavelo. En esa época, el ejército suizo estaba integrado por conscriptos. En el siglo XVIII, la tropa estaba integrada por los miembros más pobres de la sociedad, siendo el engaño el método de reclutamiento más usual.
Durante la Revolución Francesa, el servicio militar obligatorio estaba considerado un deber republicano, basado en los principios de igualdad y fraternidad, como una necesidad de supervivencia nacional.
SIGLOS XVII, XVIII Y XIX
La conscripción en su forma moderna apareció en agosto de 1793, cuando una ley limitó la capacidad para el servicio a los hombres entre los 18 y los 25 años, quienes debían registrarse en sus pueblos. Eran llamados primero los más jóvenes y después los más veteranos, según las necesidades bélicas.
En 1796, Francia modificó el procedimiento de conscripción en vísperas de la guerra con Austria, estableciendo un servicio militar obligatorio organizado en clases de hombres, entre los 20 y los 25 años. La primera clase alistaba a hombres entre 20 y 21 años como contingente básico de la conscripción. Las otras clases se movilizaban de acuerdo con las distintas necesidades.
Durante las guerras napoleónicas, el número de reclutados alcanzó más de dos millones de hombres, ya que el servicio militar obligatorio constituyó la concentración principal de los ejércitos franceses.
Prusia instauró un sistema universal de servicio militar obligatorio en 1808, que puso en práctica después de 1815. Todos los jóvenes cumplían con el deber de someterse a entrenamiento militar durante un plazo específico, sin excepción de la clase social o el pago de un sustituto.
A finales del siglo XIX, todas las grandes potencias, excepto Gran Bretaña y Estados Unidos, contaban con servicio militar obligatorio en tiempo de guerra. Pero en este período, la utilidad de la conscripción comenzó a declinar, porque la educación obligatoria sustituyó al servicio militar. Además, las armas se hicieron más técnicas y demandaban profesionales que las usaran; los ejércitos cesaron en su capacidad de absorber la juventud de una población creciente. Los abusos en la concesión de licencias y aplazamientos se hicieron normales, hasta llegar a la objeción de conciencia.
En Estados Unidos, la conscripción se basó en un principio, en la tradición colonial de la milicia, en la que todos los hombres capacitados entre los 16 y los 60 años estaban sujetos al servicio militar. Durante la guerra de la independencia estadounidense, el Congreso obligó a todos los estados para que establecieran el servicio militar obligatorio.
LA CONSCRIPCIÓN DURANTE EL SIGLO XX
En la Primera Guerra Mundial, las grandes potencias utilizaron en los combates, tropas que cumplían un servicio militar obligatorio. Gran Bretaña dependió de voluntarios hasta 1916, y después recurrió a la obligatoriedad. Esto impulsó a muchos irlandeses a unirse a la revuelta armada contra el gobierno británico, aunque también hubo muchos más que lucharon de forma voluntaria a favor de Gran Bretaña.
Estados Unidos estableció el Acta de Servicio Selectivo en 1917, al entrar en la contienda. Canadá dependió de voluntarios hasta 1918, después recurrió a la fórmula del servicio militar obligatorio.
Australia utilizó voluntarios en la Primera Guerra Mundial, y Nueva Zelanda desarrolló el servicio militar, entre 1901 y 1930. Pero en la II Guerra Mundial ambos países recurrieron al servicio militar obligatorio, aunque Australia sólo envió voluntarios a luchar en Europa y el norte de África.
El Tratado de Versalles prohibía de forma expresa el reclutamiento de tropas, pero Alemania reincorporó el sistema, en mayo de 1935. El Parlamento británico adoptó un Acta de Conscripción en 1939, en el que establece con Alemania un sistema de entrenamiento militar en tiempo de paz.
En Estados Unidos, el servicio militar en tiempo de guerra se inició en septiembre de 1940, pero sus regulaciones se ampliaron por la nueva legislación del 13 de diciembre de 1941, seis días después del ataque japonés sobre Pearl Harbor. La conscripción cesó en 1947, aunque el servicio selectivo se prolongó hasta la década de 1950, a causa de la guerra de Corea.
Las leyes de reclutamiento se mantuvieron en vigor, con frecuentes enmiendas, y proporcionaron los hombres necesarios para la guerra de Vietnam. En 1969, se introdujo un sistema de sorteo para escoger a los reclutas. En 1973, se estableció la pertenencia a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos sobre la base del voluntariado; desde 1980, todos los hombres han de registrarse en el Sistema del Servicio Selectivo dentro de los 30 días siguientes a la fecha de cumplir 18 años de edad. Aunque esa práctica no implica el retorno al servicio militar, sigue existiendo oposición al registro obligatorio.
OBJECIÓN DE CONCIENCIA
La objeción de conciencia es la negativa de la persona a prestar el servicio militar obligatorio. Algunos de los motivos de objeción pueden deberse a motivos religiosos, razones éticas, ideológicas, intelectuales, humanitarias, y de otra índole.
El objetor podrá ser dispensado del deber general de prestación del servicio, pero habrá de realizar una asistencia social sustitutiva. En caso de que se negara a asumirla, esta actitud de insumisión es susceptible de ser considerada como un delito, que lleva aparejada por lo general, la inhabilitación para desempeñar cargos públicos.
En nuestro país operan organizaciones de Derechos Humanos que facilitan a los jóvenes verificar las razones para ser exonerados del servicio militar. Entre los objetores predominan los estudiantes, que alegan cumplir con su formación intelectual, y que prefieren servir a la sociedad con labores técnicas y científicas.