El problema de dios

La expresión “problema de Dios” es enigmática. Desde la Antigüedad, la Filosofía tuvo que buscar las pruebas que demuestren la existencia de Dios. Entre estos intentos por probar racionalmente la existencia de Dios, la Filosofía recurrió a las cinco célebres vías de Santo Tomás, al argumento de Duns Scoto, entre otros. Pero estas pruebas no fueron convincentes para muchos pensadores. Como consecuencia, fueron muchos los que adoptaron una actitud atea, otros estimaron que el hombre posee un sentimiento de lo divino que oscila desde una bella religiosidad hasta las llamadas exigencias vitales, que le llevarían a creer en Dios a despecho de la incapacidad racional de conocerle.

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Capacidad: Analiza los problemas de la existencia de Dios en la historia de la Filosofía.

EXISTENCIA DE DIOS

La palabra Dios, del latín Deus, implica la idea de luz, luminosidad. Por Dios se entiende el Ser Óptimo, ordenador del universo y trascendente al mismo ser personal y providente, principio y fin de todo.

El término “existencia” aplicado a Dios se refiere a un existir real, objetivo, no a una mera realidad de conciencia, de imaginación o de cultura. Hay que entender que el verbo existir, aplicado a Dios, debe ser considerado sin la nota de dependencia u origen que sugiere el prefijo “ex”, dando al verbo “ser” toda su intensidad, que es más que el durar cosmológico: Dios no “existe”, “es” simplemente.

El problema de la existencia de Dios se presenta en dos sentidos y momentos distintos.

1. En el sentido de demostrabilidad, la existencia de Dios es mostrable y observable, pero no es un dato evidente; no es demostrable. Al no ser evidente en sí, se puede llegar a su conocimiento por vía de demostración o conocimiento científico.

2. Si existe la posibilidad de indagar la existencia de Dios, queda el problema de la demostración o realización de aquella posibilidad.

Las causas eficientes que actúan en la naturaleza obran de una manera real, pero dependen de otra causa para ser y para obrar. Por ejemplo, el crecimiento de las cosechas depende en parte de las lluvias caídas sobre los campos; éstas, de la formación de las nubes; las nubes, de la condensación del vapor, el cual procede de la evaporación de los mares, y así sucesivamente.

De esta manera, todas las causas que actúan en el mundo tienen el carácter de causas segundas, es decir, de causas causadas, y que todas las cosas que obran son contingentes, es decir, no tienen en sí mismas la causa de su ser.

Entonces se presenta la necesidad de buscar una Causa Primera, que sea causa de sí misma, que explique el ser de cuanto es y la actuación de todas las causas segundas que en sucesión o en simultaneidad obran en el mundo.

TEORÍAS SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS Y SU DEMOSTRABILIDAD

El problema de la existencia de Dios fue interpretado desde distintas posiciones entre los filósofos a lo largo de los tiempos, entre estos están:

Ateos: Son filósofos que niegan la existencia de Dios. Los más característicos de la historia de los ateos son los modernos marxistas. El panteísmo es también una forma especial de ateísmo, que identifica a Dios con el conjunto del Universo y le niega un carácter personal y distinto del mundo. El mejor representante de los filósofos ateos fue Espinosa.

Agnósticos: Son pensadores que declaran que Dios es incognoscible, es decir, que nada podemos saber de su existencia. Éstos no niegan que Dios exista, sino sólo el que podamos llegar a su conocimiento. Los más destacados fueron Kant y los antiguos epicúreos.

Otro extenso grupo de pensadores afirma que Dios existe, y que de algún modo podemos conocerle. Reciben distintas denominaciones según la posición que sostienen:

a) Los ontologistas: Son los que sostienen que a Dios se le conoce de un modo directo e inmediato; afirman que Dios se hace patente a nuestra experiencia. Para los ontologistas no es necesario una demostración racional de la existencia de Dios, basta una mostración de lo que es por sí mismo evidente. En este grupo se encuentran Malebranche, Gioberti, Rosmini, entre otros.

b) Los fideístas: Creen que a Dios se puede llegar por la fe, pero no por la razón. La fe es para ellos un modo de saber, pero no racional ni basado en la razón, sino completamente ajeno a ella. Son fideístas Daniel Huet y las corrientes que dan a la fe una fundamentación afectiva o sentimental.

c) Los ortodoxos: Afirman que Dios no es evidente en esta vida, pero tampoco es inalcanzable para la razón. La existencia de Dios es demostrable racionalmente. Creen que si Dios fuera evidente, la fe carecería de todo mérito moral; si fuera inabordable por la razón, la Teología no podría ayudarse de la razón ni ésta nos conduciría a la verdadera causa de las cosas.

DEMOSTRABILIDAD DE LA EXISTENCIA DE DIOS

Tiene dos puntos importantes:

a) Inevidencia de la existencia de Dios

b) Posibilidad de llegar a conocer la existencia de Dios.

Desarrollaremos el primero y el segundo lo dejamos para la próxima página de Filosofía.

Inevidencia de la existencia de Dios

La historia de la Teología registra muchas respuestas acerca de la existencia de Dios. Algunas son de carácter intelectual (Ontologismo); otras son más sentimentales, vitalistas o existenciales (Modernismo).

El Ontologismo

Es el sistema filosófico que prioriza a Dios, tanto en el ser como en el conocer. Dios es lo primero que conoce la inteligencia humana, y en él y por él conoce las demás cosas. La denominación de ontologismo se debe a Gioberti y Malebranche.

La doctrina platónica de la contemplación de las ideas, sobre todo la idea de “aquella Belleza que ni nace ni muere, que es en sí y existe por sí”, puede considerarse como un equivalente antiguo de la intuición natural de Dios. Influyó en la teoría neoplatónica del conocimiento, o intuición de las ideas que subsisten en Dios, y en la teoría agustiniana de la iluminación del Verbo.

En el siglo II se profesaba la intuición inmediata de la esencia divina en los medios gnósticos. En el siglo IV abundan los que llegan a afirmar que el hombre conoce intuitivamente la esencia divina en este mundo tan perfectamente como Dios se conoce a sí mismo. En el siglo XV algunos teólogos místicos de tendencia neoplatónica, como Gerson y Marsilio Ficino, enseñaban que cualquier naturaleza intelectual es en sí naturalmente bienaventurada y suficiente para ver a Dios y gozar de él.

Una doctrina afín al ontologismo, aunque esencialmente diferente de él, es el sistema de las ideas innatas de Descartes, entre las que estaría la idea de Dios en su equivalente de infinitud y perfección. También en esta misma línea está el famoso argumento ontológico de San Anselmo, que pretende descubrir la existencia de Dios en el mero análisis de la idea de Dios.

Los Modernistas

Estos pensaban que tenían conciencia de la existencia de Dios por vía de la experiencia religiosa, sentimental, personal, previa a cualquier razonamiento o demostración. Buscaron explicación a la fe religiosa, la cual tiene su fundamento en la inmanencia vital: se da en el hombre una miseria de lo divino, a nivel de subconsciencia, que al ser percibida a nivel consciente por el “sensus religiosus” origina la fe y los demás hechos religiosos.

Dios es incognoscible, pero sentido nebulosamente como algo divino que responde a una indigencia vital. Esta posición ha sido cuidadosamente descrita por San Pío X en la encíclica Pascendi y tiene sus reflejos posteriores hasta nuestros días.

ACTIVIDADES

1.Explica:

a) Por qué Dios “es” y no “existe”:

b) Qué se entiende por Dios.

c) La teoría de los agnósticos:

d) La teoría de los fideístas:

e) La teoría de los ateos:

f) La teoría de los ontologistas:

g) La teoría de los ortodoxos:

2. Escribe tu opinión acerca de la existencia de Dios.
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