Los seres humanos reaccionan ante situaciones del ambiente, a través del aprendizaje, que desencadenan respuestas a la realidad que nos rodea.
Cuando las personas se encuentran ante situaciones nuevas, difíciles o problemáticas, necesitan utilizar la inteligencia y el pensamiento. Al pensar, no trata con las cosas, sino que se relaciona con los símbolos o ideas de las cosas.


Los conceptos de inteligencia y pensamiento están interrelacionados, pero según J. Piaget, es necesario distinguirlos.


Según Piaget ”La inteligencia es la solución de un problema nuevo para un sujeto, es la coordinación de los medios para alcanzar un cierto objetivo que no es accesible de manera inmediata; el pensamiento es la inteligencia interiorizada, y se apoya no sobre la acción directa, sino sobre un simbolismo, sobre la evolución simbólica del lenguaje, por las imágenes mentales, etc., que permiten representar lo que la inteligencia sensoriomotriz, por el contrario, va a captar directamente”.


Inteligencia y pensamiento no son términos sinónimos. Se puede decir que la inteligencia se relaciona con la “potencia bruta” del equipamiento mental de cada uno. Pero no es lo mismo la potencia bruta que el empleo hábil de ese equipamiento mental con el que nos referimos al pensamiento.

El pensamiento está relacionado con el conocimiento. ”Un pensamiento hábil es la capacidad de aplicar el conocimiento de una manera eficaz”.

Por eso, como muchas veces podemos notar, aunque dos personas tengan semejantes conocimientos, son distintos en la habilidad para aplicar lo que saben.

El pensamiento
¿Qué se entiende por pensamiento?

Diariamente usamos el término pensamiento con diversos significados.
Por ejemplo: “Pienso que nuestro bebé crecerá sanito”. (Esperar)
“Pienso que tu mamá tiene razón”. (Opinar) “Durante mucho tiempo estuve pensado en este tema”. (Razonar, valorar)
“Estoy pensando de dónde te conozco”. (Recordar).

Estos ejemplos mencionan que las personas emplean el término “pensar” de forma imprecisa, ambigua.

Pensar puede ser algo no muy sencillo: diagnosticar correctamente una enfermedad, analizar situaciones complejas, valorar argumentos, desarrollar un plan para resolver un complicado problema en la familia, en el trabajo. Pero todas requieren cierto esfuerzo.


Elementos del pensamiento.

La imagen: es una representación mental de un hecho o de un objeto. Un adulto suele conservar imágenes más o menos verídicas de su infancia y adolescencia.

Las palabras: son símbolos que representan algo. La imagen representa una visión o sonido específico, un símbolo puede poseer varios significados. Esto es muy importante, ya que, gracias a ello podemos representar objetos o hechos que no estén presentes, imaginarnos cosas imposibles, etc.


“Un símbolo recibe el nombre de concepto cuando designa una clase de objetos o hechos que poseen atributos comunes”.


Los conceptos.
Son representaciones mentales que sirven para ordenar la experiencia, para agrupar y clasificar gran número de objetos o sucesos diferentes.


Tipos de conceptos:
Conceptos concretos, que poseen atributos observables, y abstractos. Hay conceptos concretos de objetos y lugares (una casa, un jardín, un libro), de sucesos y procesos (viaje, operación), estados y cualidades (suave, frío, colorido), relaciones.


Conceptos abstractos: tienen atributos verbales (libertad, amor). También se puede distinguir entre conceptos naturales (árbol, agua) y conceptos artificiales creados por el ser humano (canción).