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Carlos Riquelme
El buen rodaje de las motos dependen en un 100% de la lubricación. En este punto, el control periódico es fundamental. Lo importante es evitar cualquier daño al motor; de este modo no se debe dudar en comprobar el nivel de aceite muy a menudo, de ser posible cada 200 a 300 kilómetros y, por supuesto, si los recorridos son de largo alcance.
La lubricación de los motores de 4 tiempos se puede efectuar teniendo en cuenta el tipo de motor, entre ellos tenemos aquellos de "motor con cárter mojado" o con "motor con cárter seco".
El aceite de motor
La mayoría de los motores de 4 tiempos utilizan un aceite de motor multigrado cuya viscosidad lleva las características de SAE W 40, 20 W 40, 20 W 50; basta con consultar a la experiencia de los profesionales.
Existen en el mercado numerosos aceites "especiales para moto", formulados en el principio según las exigencias propias de nuestras mecánicas, pero que tienen el gran defecto de ser caros. Es cierto que, cuando se quiere, no se escatima el dinero. Las grandes marcas comercializan aceites con su nombre que parecen perfectamente bien adaptados.
El control del aceite
A fin de evitar cualquier daño al motor, no se debe dudar en comprobar el nivel de aceite muy a menudo, de ser posible cada 200 a 300 kilómetros y, por supuesto, si el viaje ha de ser de largo recorrido. Si se trata de un motor de cárter mojado, el nivel de aceite se comprueba unos minutos después de que el motor haya empezado a funcionar. Deberá mantenerse la moto perfectamente vertical, es decir, apoyada sobre su soporte centrado o bien contra una pared si no tiene dicho soporte. En una lubricación para cárter seco, el aceite de motor está contenido en un depósito separado, que puede estar colocado bajo el asiento, o en un lado de la moto, cuando no son los mismos tubos del cuadro los que hacen la función de depósito de aceite.
Según los modelos y las marcas de motos, la periodicidad de los cambios de aceite varía entre 3.000 y 10.000 kilómetros, teniendo en cuenta que incluso si el aceite ha hecho pocos kilómetros, es aconsejable cambiarlo si ha estado más de seis meses en un motor, ya que en este caso el aceite se degrada por absorción de humedad.
Lo ideal siempre es revisar los manuales y consultar las recomendaciones. A pesar de todo ello, se pueden realizar los cambios de aceite sin cambiar el filtro; otras veces se cambia sólo los filtros, o lo más aconsejable es cambiar filtro y aceite a la vez. Con esta última práctica, se lleva mejor el control y se asegura la vida del motor.
Apuntes tecnológicos
Según los modelos de motos, el nivel de aceite se revisan generalmente a través de una mirilla de nivel, en este caso el nivel se comprueba sin roscar la varilla. Si en el control se comprueba que falta aceite, este se debe añadir justo el que haga falta para llegar cerca del máximo.
Caja de herramientas
En cuanto a filtros de aceites, existen dos tipos recambiables: El cartucho tipo automóvil con un elemento filtrante encerrado en una caja metálica que se rosca a su vez en el motor, o el elemento filtrante, de papel o tela metálica sujeto por una tapa desmontable.
El buen rodaje de las motos dependen en un 100% de la lubricación. En este punto, el control periódico es fundamental. Lo importante es evitar cualquier daño al motor; de este modo no se debe dudar en comprobar el nivel de aceite muy a menudo, de ser posible cada 200 a 300 kilómetros y, por supuesto, si los recorridos son de largo alcance.
La lubricación de los motores de 4 tiempos se puede efectuar teniendo en cuenta el tipo de motor, entre ellos tenemos aquellos de "motor con cárter mojado" o con "motor con cárter seco".
El aceite de motor
La mayoría de los motores de 4 tiempos utilizan un aceite de motor multigrado cuya viscosidad lleva las características de SAE W 40, 20 W 40, 20 W 50; basta con consultar a la experiencia de los profesionales.
Existen en el mercado numerosos aceites "especiales para moto", formulados en el principio según las exigencias propias de nuestras mecánicas, pero que tienen el gran defecto de ser caros. Es cierto que, cuando se quiere, no se escatima el dinero. Las grandes marcas comercializan aceites con su nombre que parecen perfectamente bien adaptados.
El control del aceite
A fin de evitar cualquier daño al motor, no se debe dudar en comprobar el nivel de aceite muy a menudo, de ser posible cada 200 a 300 kilómetros y, por supuesto, si el viaje ha de ser de largo recorrido. Si se trata de un motor de cárter mojado, el nivel de aceite se comprueba unos minutos después de que el motor haya empezado a funcionar. Deberá mantenerse la moto perfectamente vertical, es decir, apoyada sobre su soporte centrado o bien contra una pared si no tiene dicho soporte. En una lubricación para cárter seco, el aceite de motor está contenido en un depósito separado, que puede estar colocado bajo el asiento, o en un lado de la moto, cuando no son los mismos tubos del cuadro los que hacen la función de depósito de aceite.
Según los modelos y las marcas de motos, la periodicidad de los cambios de aceite varía entre 3.000 y 10.000 kilómetros, teniendo en cuenta que incluso si el aceite ha hecho pocos kilómetros, es aconsejable cambiarlo si ha estado más de seis meses en un motor, ya que en este caso el aceite se degrada por absorción de humedad.
Lo ideal siempre es revisar los manuales y consultar las recomendaciones. A pesar de todo ello, se pueden realizar los cambios de aceite sin cambiar el filtro; otras veces se cambia sólo los filtros, o lo más aconsejable es cambiar filtro y aceite a la vez. Con esta última práctica, se lleva mejor el control y se asegura la vida del motor.
Apuntes tecnológicos
Según los modelos de motos, el nivel de aceite se revisan generalmente a través de una mirilla de nivel, en este caso el nivel se comprueba sin roscar la varilla. Si en el control se comprueba que falta aceite, este se debe añadir justo el que haga falta para llegar cerca del máximo.
Caja de herramientas
En cuanto a filtros de aceites, existen dos tipos recambiables: El cartucho tipo automóvil con un elemento filtrante encerrado en una caja metálica que se rosca a su vez en el motor, o el elemento filtrante, de papel o tela metálica sujeto por una tapa desmontable.