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Este es producido por un grupo humano caracterizado en el espacio urbano, cuyos miembros se reconocen entre sí por su actividad más o menos clandestina en el espacio público. En este aspecto de manifestación soterrada del grupo, y que posee su propio apartado en el ámbito del presente trabajo, es donde el graffiti muestra una riqueza inagotable de significados y matices, que la advertencia del observador ajeno o indiferente, no puede apreciar por su desconocimiento de los códigos gramaticales y semánticos de las formas realizadas. Va por delante la cuestión de la consideración de la comunidad de escritores de graffiti (el denominado por ellos movimiento) como un grupo cerrado de creación cultural, con normas propias de comunicación interna.
De esta forma, los rasgos formales alcanzan un significado de gran importancia por su múltiple consideración como elementos gramáticos, señaladores de influjos y tendencias, propósitos del autor, etc., siempre teniendo en cuenta la diversidad pragmática y, por lo tanto, semiótica implícita por lo antes reseñado. Por añadidura, el graffiti posee una historia propia, que nace en el New York de los últimos años sesenta y primeros setenta, en el ámbito de la eclosión de nuevas formas culturales propiciada por minorías marginadas en esta ciudad.
Disciplinas como la antropología urbana (HANNERZ, 1969), (CASTELLS, 1986) nos han permitido estudiar la formación de nuevos parámetros culturales en el seno de la grandes ciudades occidentales. Estos nuevos patrones son el resultado de la ruptura de muchos de los mecanismos hasta entonces vigentes de control social. La cultura soul del ghetto de New York dará paso en esta época a la cultura hip hop de naturaleza mucho más combativa y reivindicativa de los propios valores del grupo, y de la sociedad anglosajona en general, y que renunciará a las pautas de participación en las instituciones y a la aceptación implícita de los valores del grupo dominante.
El graffiti nace como expresión gráfica de este amplio movimiento cultural, en el que la afirmación de lo individual se confunde con la del grupo en el marco de los barrios populosos y degradados de las grandes ciudades occidentales. Allí se genera una terminología y un lenguaje icónico y textual autóctonos y originales, que son de imprescindible conocimiento para la comprensión adecuada de las nuevas formas del arte contemporáneo, que muy probablemente estén marcando las pautas de lo que será la producción artística del siglo XXI.
El graffiti hip hop constituye por sí mismo y en la consideración global de la producción pictórica, susceptible de ser inscrita en esta definición, un fenómeno de orden artístico y expresivo de primer orden.
La extensión geográfica del graffiti hip hop ha traspasado hace más de 20 años las fronteras de su lugar de origen para extenderse por cualquier urbe del globo. Su importancia mundial es ya evidente.
El graffiti hip hop desarrolla desde sus orígenes, variables explicativas muy diversas, que se configuran en torno a la autorrepresentación en el marco urbano público, la crítica de los mensajes mass-mediáticos institucionalizados, de comunicación verbo, del grupo así como de resistencia contra la presión social ejercida desde un principio contra la cultura hip hop en general.
Estado de la cuestión. El graffiti contemporáneo en los medios de comunicación y en la historiografía
Los materiales de partida para la investigación tienen una doble naturaleza, aspecto que comparten con los de cualquier otro aspecto de la historia del arte. Por un lado, se encuentran las obras artísticas realizadas, por otro, las fuentes documentales y la bibliografía específica ya existente. La problemática en relación al estudio, catalogación y comentario de las obras que componen el objeto de estudio resulta, sin embargo, específica del tema de esta investigación. Las obras de graffiti contemporáneo poseen una existencia limitada, una existencia efímera debida principalmente a sus mismas condiciones de producción y a su naturaleza como obra artística, como veremos más adelante. Denis Riout (1990: 6) destaca la inexistencia de un corpus básico de obras de graffiti, que el historiador del arte pueda analizar, comentar e interpretar.
Por otro lado, las fuentes denominadas como documentales merecen un tratamiento diferenciado del resto de la bibliografía utilizada. En la mayor parte de los casos se trata de publicaciones no registradas, denominadas fanzines, según la definición de Babas y Turrón (1996). Publicaciones confeccionadas por los mismos escritores de graffiti como vehículo básico de promoción y publicidad de sus obras, y de otros escritores frente a la obligada naturaleza efímera del graffiti contemporáneo. Partiendo de esta premisa se han incluido en este apartado todas aquellas publicaciones, registradas o no, escritas o realizadas por escritores de graffiti, y que no incluyan un desarrollo teórico considerado como mínimo acerca del tema del graffiti contemporáneo. Consideramos que un desarrollo mínimo del tema implica la inclusión de artículos o cualquier tipo de texto relacionado con el objeto de estudio.
Como fuentes bibliográficas secundarias se ha considerado la importancia de artículos de prensa, realizados en su mayor parte por periodistas, que parten frecuentemente para sus comentarios de una posición de desconocimiento de la cuestión y de los aspectos básicos de la historia del arte. Sin embargo, representan un tipo de fuente esencial por lo que tiene de valor en cuanto a la consideración social del graffiti contemporáneo sin que en ningún momento, salvo excepciones, se intente realizar una comprensión amplia del fenómeno del graffiti.
Prosigo mi aprendizaje
- ¿Qué características presentan los graffitis contemporáneos?
- ¿En qué consiste el graffiti hip hop?
- Averiguo representantes de graffitis contemporáneos.