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Es innegable que existen numerosos factores que propician el consumo desmedido, pero ¿no somos los humanos seres capaces de discernir entre lo necesario y lo accesorio?Deseos más que necesidades
La sociedad actual pone a disposición del hombre instrumentos prodigiosos, medicinas, máquinas... una superabundancia de medios, que bien empleados mejoran la calidad de vida. Pero ocurre también que este cúmulo de bienes puede crear necesidades artificiales.
Por ejemplo, un teléfono celular tendría que satisfacer la necesidad de comunicación permitiendo realizar y recibir llamadas, pero los usuarios, especialmente los jóvenes, no se conforman con esta función y quieren cambiar constantemente por modelos más nuevos, que incorporan otras propiedades adicionales, deseables pero no imprescindibles. Este impulso de querer por querer es lo que se conoce como el consumismo.
Las personas son solo medios
Dentro de la visión consumista, el mundo está para ser aprovechado y hasta las personas se convierten en objetos al servicio de los deseos de otras personas. Un ejemplo de cómo el ser humano deja de ser fin en sí mismo para convertirse en medio, constituyen las llamadas "sexoservidoras", en forma directa o solapada. Los medios de comunicación contribuyen, en gran medida, a fomentar esta falsa necesidad con las publicidades de fotografías eróticas, servicios de compañía, etc.
El hombre se convierte en un consumidor automático
En la sociedad consumista, las personas perciben la abundancia de los medios como los elementos para conseguir la felicidad, pero no consideran las angustias que traen consigo. Todo el confort que les ofrece el entorno las conduce a un deseo incontrolable de adquirir, creyendo que se sentirán mejor, pero se acrecienta el inconformismo y el sentimiento de vacuidad (vacío).
Por ejemplo, un hombre desea un automóvil para trasladarse con tranquilidad en su propio medio, y cuando logra comprar uno, goza de él, pero dentro de poco se siente asaltado por el deseo de renovarlo por otro de mayor capacidad, modelo más atractivo, etc. De esta manera, su objetivo inicial, que era satisfacer su necesidad de movilidad, se desvirtúa en un apetito voraz por el lujo.
El ser y el tener
Mientras el "ser" se refiere a la experiencia, el "tener" alude a las cosas. El "ser" constituye una esencia difícil de describirse con palabras, pero que puede comunicarse al compartir una experiencia. "Ser" equivale a "ser activo", tener independencia y capacidad de decisión. El "tener" es más común en la sociedad moderna, debido a la fuerte tendencia de adquirir bienes y servicios con el afán de sentirse uno realizado, admirado y superior.
El filósofo Erich Fromm analiza al hombre contemporáneo desde la perspectiva del ser y el tener. Afirma que el "tener" no es exclusividad de la sociedad actual, sino que se remonta a la sociedad patriarcal.
En el patriarcado, el patriarca o padre es el "dueño" de la mujer y de los hijos, y el impulso de "tener" se manifiesta en engendrar muchos hijos, que son considerados su "propiedad". En las sociedades modernas, la propiedad se extiende a los amigos, amantes, salud, viajes... el propio yo. Dice Fromm, hoy las cosas ya no se aprecian por ser bellas, útiles o necesarias, sino que se hace hincapié en el consumo. El lema del hombre actual es: "Lo nuevo es siempre bello".
¿Es malo el "tener"?
Finalmente, aclara Fromm que el "tener" no es malo en sí mismo. Es natural que el ser humano requiera lo necesario para vivir; sin embargo, habría que preguntarse si la búsqueda del tener por el solo hecho de poseer representa el máximo valor en la vida. Cuando el afán de tener viene acompañado de actitudes como la ambición, el poder y el egoísmo, el "tener" se convierte en un vicio.
Afianzamos lo que aprendimos
1.Relaciona el "ser" y el "tener" desde el punto de vista del consumismo:
Ejemplo:
Tengo: Ropas de moda
Soy: Linda
Tengo: ...........................
Soy: ...............................
Tengo: ...........................
Soy: ...............................
2.¿Estás de acuerdo la relación entre el "tener" y el "ser" mostrada en las imágenes?
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3.¿Los bienes resaltados satisfacen necesidades reales o creadas?
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4.¿Satisfacen estos objetos las necesidades espirituales?
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La sociedad actual pone a disposición del hombre instrumentos prodigiosos, medicinas, máquinas... una superabundancia de medios, que bien empleados mejoran la calidad de vida. Pero ocurre también que este cúmulo de bienes puede crear necesidades artificiales.
Por ejemplo, un teléfono celular tendría que satisfacer la necesidad de comunicación permitiendo realizar y recibir llamadas, pero los usuarios, especialmente los jóvenes, no se conforman con esta función y quieren cambiar constantemente por modelos más nuevos, que incorporan otras propiedades adicionales, deseables pero no imprescindibles. Este impulso de querer por querer es lo que se conoce como el consumismo.
Las personas son solo medios
Dentro de la visión consumista, el mundo está para ser aprovechado y hasta las personas se convierten en objetos al servicio de los deseos de otras personas. Un ejemplo de cómo el ser humano deja de ser fin en sí mismo para convertirse en medio, constituyen las llamadas "sexoservidoras", en forma directa o solapada. Los medios de comunicación contribuyen, en gran medida, a fomentar esta falsa necesidad con las publicidades de fotografías eróticas, servicios de compañía, etc.
El hombre se convierte en un consumidor automático
En la sociedad consumista, las personas perciben la abundancia de los medios como los elementos para conseguir la felicidad, pero no consideran las angustias que traen consigo. Todo el confort que les ofrece el entorno las conduce a un deseo incontrolable de adquirir, creyendo que se sentirán mejor, pero se acrecienta el inconformismo y el sentimiento de vacuidad (vacío).
Por ejemplo, un hombre desea un automóvil para trasladarse con tranquilidad en su propio medio, y cuando logra comprar uno, goza de él, pero dentro de poco se siente asaltado por el deseo de renovarlo por otro de mayor capacidad, modelo más atractivo, etc. De esta manera, su objetivo inicial, que era satisfacer su necesidad de movilidad, se desvirtúa en un apetito voraz por el lujo.
El ser y el tener
Mientras el "ser" se refiere a la experiencia, el "tener" alude a las cosas. El "ser" constituye una esencia difícil de describirse con palabras, pero que puede comunicarse al compartir una experiencia. "Ser" equivale a "ser activo", tener independencia y capacidad de decisión. El "tener" es más común en la sociedad moderna, debido a la fuerte tendencia de adquirir bienes y servicios con el afán de sentirse uno realizado, admirado y superior.
El filósofo Erich Fromm analiza al hombre contemporáneo desde la perspectiva del ser y el tener. Afirma que el "tener" no es exclusividad de la sociedad actual, sino que se remonta a la sociedad patriarcal.
En el patriarcado, el patriarca o padre es el "dueño" de la mujer y de los hijos, y el impulso de "tener" se manifiesta en engendrar muchos hijos, que son considerados su "propiedad". En las sociedades modernas, la propiedad se extiende a los amigos, amantes, salud, viajes... el propio yo. Dice Fromm, hoy las cosas ya no se aprecian por ser bellas, útiles o necesarias, sino que se hace hincapié en el consumo. El lema del hombre actual es: "Lo nuevo es siempre bello".
¿Es malo el "tener"?
Finalmente, aclara Fromm que el "tener" no es malo en sí mismo. Es natural que el ser humano requiera lo necesario para vivir; sin embargo, habría que preguntarse si la búsqueda del tener por el solo hecho de poseer representa el máximo valor en la vida. Cuando el afán de tener viene acompañado de actitudes como la ambición, el poder y el egoísmo, el "tener" se convierte en un vicio.
Afianzamos lo que aprendimos
1.Relaciona el "ser" y el "tener" desde el punto de vista del consumismo:
Ejemplo:
Tengo: Ropas de moda
Soy: Linda
Tengo: ...........................
Soy: ...............................
Tengo: ...........................
Soy: ...............................
2.¿Estás de acuerdo la relación entre el "tener" y el "ser" mostrada en las imágenes?
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3.¿Los bienes resaltados satisfacen necesidades reales o creadas?
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4.¿Satisfacen estos objetos las necesidades espirituales?
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