Graciela Bo nos define su profesión como “Paisajista”, un modernismo contemporáneo, minimalista, rústico, clásico, panorámico que define las estructuras arquitectónicas integradas dentro del paisaje natural en cada obra. Bajo ese aire de total naturalidad, sencillez y suma amabilidad, Graciela Bo nos recibió en su residencia y nos mostró sus rincones preferidos, en donde florece por sobre todo ese aire natural. Ella trabaja en coordinación con sus dibujos, el arte, la arquitectura de las obras y las encierra dentro de un ambiente verde, rescatando los elementos esenciales de la vida, sumergiéndose a ruidos, olores y flores naturales.

“Los jardines no tienen receta”, lo dice ella al referirse a cada espacio verde que es preparado especialmente para cada cliente y de acuerdo a la arquitectura de la obra.

“Hoy el ritmo de la vida nos obliga a ser mucho más prácticos. El hecho de ser mujer me ayuda bastante ya que tengo en cuenta detalles mínimos a la hora de llenar de verde los espacios, ya sea para una casa o la oficina. Por eso todos mis proyectos son prácticos y fáciles. Hay todo un encanto que va coordinado”, explicó Graciela.

Un ambiente siempre es recreado para cada espacio, es por eso que Graciela comenta que existe una variedad extrema de jardines como los tropicales, mediterráneos, minimalistas y rústicos. “O sea, hay una gran variedad de tipos de jardines, y que nos lleva a eso, la arquitectura de las obras”, dice.

El paisajista se incorpora a ese mundo y recrea un ambiente natural, respetando las exigencias del cliente que busca un campo perfecto, tranquilo y acogedor.

Se abraza a la arquitectura con lo verde, esa es la diferencia con la jardinería. No es sólo plantar plantas y vestir el lugar con un montón de flores de temporada”, dijo.

-A la hora de crear un jardín ¿cuáles son los elementos a tener en cuenta?

Nosotros pedimos comenzar desde que empieza el sueño. Intervenir desde el principio, porque normalmente nos llaman cuando ya está la obra hecha, y ya no podemos romper pisos, solucionar todas las cañerías que nos ponen para poder plantar. Por ejemplo, para tapar una muralla no podemos plantar porque tenemos 800 cañerías encima. Cuando nos involucramos desde el principio del sueño y empezamos a trabajar juntos, cuidamos el suelo, que es la parte más importante.

-¿Cuál es la mejor propuesta?

Intento hacer jardines más perennes con plantas más puntuales.

Hoy en día tenemos que ofrecer jardines prácticos, la gente no tiene más tiempo y el estrés de las personas es muy grande. ¿Qué hacemos nosotros con el área verde? Ayudamos que ese estrés pase, o sea que la persona llegue a su casa y encuentre un rincón agradable que lo reciba, una linda planta, es algo armónico lo que uno siente.

Eso le ayuda a relajar ese ser interior que cada uno tiene, por eso nuestras propuestas están siempre enfocadas a dar lo mejor al cliente y a ser felices a las personas.

Una mujer amante de la naturaleza

Graciela Bo se define como una especie de Mercosur, ya que ella nació en la Argentina, pero vivió en Río de Janeiro en donde hasta hoy fija residencia su familia.

Ella dice que fue ahí donde floreció su amor hacia la naturaleza. Vivir cerca de las playas y disfrutar de todo ese mundo tropical que caracteriza al Brasil.

Y llegó al Paraguay detrás de su gran amor: un paraguayo con quien contrajo matrimonio y formó una familia. “Al Paraguay le debo el mayor orgullo de mi vida, que son mis hijos y mis nietos”, comentó. Su empresa tiene el proyecto de realizar macetas diseñadas por ella misma.

“Será otra fuente de trabajo para nuevos empleados. Ahora estoy enfocada en la creación de macetas de cemento, y luego estabilizarla en cerámica, porque-lamentablemente-la copia es muy rápida. Con una sola maceta hecha, ya es matriz para cualquiera” , dijo.