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Ambiente en el que reina la alegría, la expansión (música-deporte-canto-juego-teatro-excursiones, etc.) pero también la exigencia (cumplimiento del deber, responsabilidades). Es vida de comunicación para y al servicio de la comunión.
Casa, no institución, pero casa organizada. Y en la casa hay no un Director, sino un Padre director.
Ambiente rico en valores (respeto, orden, limpieza, alegría, responsabilidad, amistad...), en propuestas positivas (oferta amplia de actividades) y atento a evitar las negativas.
El método: razón-religión-amor
Razón
El fundamentar la educación en la razón implica:
Sentido común, concretez y adhesión a la realidad juvenil, flexibilidad en los planes, uso de la racionalidad en función preventiva y motivante.
Capacidad de usar rectamente la racionalidad como correctivo al difundido abuso de la irracionalidad, recuperando las categorías de juicio, crítica y autocrítica, conciencia de los condicionamientos, etc.
-Recurso constante al diálogo y rechazo del autoritarismo .Convencer, no vencer
-Dar importancia capital a la motivación, a la estimulación: dar motivos y razones, porqués
-Tener una visión realista y concreta de cada joven (no es razonable exigir lo que no se puede dar) y de la condición juvenil y familiar.
-El uso constante de las ciencias antropológicas, pedagógicas, psicológicas (no es razonable prescindir del aporte de ellas).
Religión
La religión en la educación se manifiesta en:
-Objetivo final: santidad, cristificación.
-El método: motivación espiritual, razones de fe.
-El convencimiento de que el joven es un hijo de Dios, llamado a vivir en comunión con Él, en diálogo con Cristo que le llama y le propone un plan (vocación) y en el Espíritu, del cual es templo.
-En el ejemplo y testimonio de vida cristiana del educador.
-En el uso de la pedagogía de Dios (gradualidad, paciencia, perdón, misericordia, altas metas, exigencia, encamación, adaptación, opción por los pobres. -.)
-En la energía motriz que usa el educador: la caridad cristiana.
-En la vida sacramental y de oración.
El poner la religión como fundamento implica ofrecer un sistema de significado no alternativo en el ámbito de la sociedad pluralista, sino definitivo y totalizante, en cuyo centro está Cristo.
Educar hoy desde la religión quiere decir, quizás, motivar a fondo para hacer plausible la opción cristiana y para enraizaría en el proyecto de vida.
Es entender que Jesús es el Maestro por excelencia; y que, como educadores, participamos de su magisterio y somos como una chispa de su fuego.
Para reflexionar: El sistema preventivo es el más difícil de poner en práctica, pero es el más fecundo. Su punto fundamental, la roca fundamento... es la solidez, la armonía, la santidad del educador. (Don Bosco)
Casa, no institución, pero casa organizada. Y en la casa hay no un Director, sino un Padre director.
Ambiente rico en valores (respeto, orden, limpieza, alegría, responsabilidad, amistad...), en propuestas positivas (oferta amplia de actividades) y atento a evitar las negativas.
El método: razón-religión-amor
Razón
El fundamentar la educación en la razón implica:
Sentido común, concretez y adhesión a la realidad juvenil, flexibilidad en los planes, uso de la racionalidad en función preventiva y motivante.
Capacidad de usar rectamente la racionalidad como correctivo al difundido abuso de la irracionalidad, recuperando las categorías de juicio, crítica y autocrítica, conciencia de los condicionamientos, etc.
-Recurso constante al diálogo y rechazo del autoritarismo .Convencer, no vencer
-Dar importancia capital a la motivación, a la estimulación: dar motivos y razones, porqués
-Tener una visión realista y concreta de cada joven (no es razonable exigir lo que no se puede dar) y de la condición juvenil y familiar.
-El uso constante de las ciencias antropológicas, pedagógicas, psicológicas (no es razonable prescindir del aporte de ellas).
Religión
La religión en la educación se manifiesta en:
-Objetivo final: santidad, cristificación.
-El método: motivación espiritual, razones de fe.
-El convencimiento de que el joven es un hijo de Dios, llamado a vivir en comunión con Él, en diálogo con Cristo que le llama y le propone un plan (vocación) y en el Espíritu, del cual es templo.
-En el ejemplo y testimonio de vida cristiana del educador.
-En el uso de la pedagogía de Dios (gradualidad, paciencia, perdón, misericordia, altas metas, exigencia, encamación, adaptación, opción por los pobres. -.)
-En la energía motriz que usa el educador: la caridad cristiana.
-En la vida sacramental y de oración.
El poner la religión como fundamento implica ofrecer un sistema de significado no alternativo en el ámbito de la sociedad pluralista, sino definitivo y totalizante, en cuyo centro está Cristo.
Educar hoy desde la religión quiere decir, quizás, motivar a fondo para hacer plausible la opción cristiana y para enraizaría en el proyecto de vida.
Es entender que Jesús es el Maestro por excelencia; y que, como educadores, participamos de su magisterio y somos como una chispa de su fuego.
Para reflexionar: El sistema preventivo es el más difícil de poner en práctica, pero es el más fecundo. Su punto fundamental, la roca fundamento... es la solidez, la armonía, la santidad del educador. (Don Bosco)