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En un principio, el empleo de cloro se basó en la idea de una relación entre enfermedades de origen hídrico y mal olor del agua (olor séptico). Si bien es anterior al descubrimiento de las bacterias responsables de la contaminación del agua, el uso del cloro para desodorización del agua ha resultado ser muy eficaz.
Este descubrimiento empírico contribuyó a mantener la creencia de que el olor era el que provocaba enfermedades. Por esa razón, las primeras normas de potabilidad hacían referencia a las características organolépticas: el agua debe ser inodora, insípida incolora y transparente.
No fue hasta después de 1880, y gracias a los trabajos de científicos como Pasteur y Escherich, que se descubrió el origen microbiológico de las enfermedades hídricas y se explicó la acción bactericida del cloro.
¿SABÍAS QUE...
...en Europa, la generalización de la cloración de las aguas hizo desaparecer, en un gran número de países las epidemias de fiebre tifoidea y de cólera?
¿QUÉ PODEMOS HACER?
Visitamos la planta de tratamiento de agua de la comunidad, y conversamos con el responsable sobre las siguientes cuestiones:
1. ¿Qué tratamiento tiene el agua que bebemos?
2. ¿Qué tipo de químicos se adicionan al agua?
3. ¿Por qué se precisan los químicos?
4. ¿Por qué a veces el agua es turbia?
5. ¿El agua que bebemos es segura?
PARA CONOCER MÁS...
La desinfección con cloro sigue siendo la mejor garantía de un agua microbiológicamente segura.
Para tener en cuenta:
La palabra biocida hace referencia a: aquel elemento que tiene la facultad de matar microorganismos. A menudo, se hace referencia al término desinfectante para calificar un reactivo químico biocida.
Investiguemos:
Con la ayuda de las informaciones de periódicos investigamos la situación del agua potable en nuestro país, principalmente en los lugares donde hay escasez, como ser en el chaco paraguayo.
Próxima entrega: Los subproductos de la desinfección.