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Ejes temáticos para la Educación Familiar
Para ordenar y sistematizar los posibles ejes temáticos de la educación familiar, a continuación se plantea un esquema orientador elaborado en base a grandes áreas de la realidad familiar, sujeto a revisión y adecuación por cada comunidad familiar, conforme a las prioridades derivadas del análisis FODA, que se recomienda como paso previo y necesario. Este esquema incluye:
a.- Área Administrativa - Financiera (Elaboración participativa del presupuesto de ingresos y gastos del núcleo familiar, con valoración de los aportes reales y potenciales de cada miembro familiar en la manutención del núcleo familiar).
b.- Pertenencia y convivencia familiar (Rescate, revalorización y potenciación de la identidad familiar y de los procesos de comunicación y diálogo familiar).
c.- Salud Física y mental (Concienciación para optimizar logros en las áreas de disciplina, empleo del tiempo libre, educación sexual, nutrición, vocación profesional de cada miembro de la familia, cultura e identidad nacional, alternativas de apoyo y seguimiento a procesos de educación formal de hijos).
d.- Civismo y compromiso social (Concienciación par asumir en forma responsable los deberes, compromisos y derechos de cada miembro de la familia, pertenencia a grupos organizados con fines sociales, participación y compromiso cívico-político-social de cada miembro familiar, el trabajo como medio de realización personal).
e.- Grandes riesgos y desafíos actuales para la familia (Concienciación sobre riesgos y consecuencias de fenómenos como alcoholismo; drogadicción; consumismo; desviaciones de las conductas normales en cuanto a la sexualidad; violencia doméstica, laboral y social; patoterismo juvenil; robos y secuestros; corrupción e impunidad generalizados).
Eje transversal para la Educación Familiar
Para cumplir a cabalidad su rol educativo, no cabe duda de que todo el proceso orientador formativo realizado en el seno de cada comunidad familiar debe estar encaminado a desarrollar y fortalecer los valores, entendidos como principios que orientan la conducta individual y colectiva de las personas. Es decir, el eje transversal para la educación familiar no puede ser otro que la Educación en valores. Esto tiene sentido al analizar la realidad vigente -en el entorno local, regional y mundial- caracterizada por mucha polarización e inequidad en cuanto al acceso a los bienes, servicios y conocimientos por parte de las personas (cada vez son menos los que poseen más y crece la legión de marginados). Esta actitud egoísta y sectaria, por parte de personas y grupos de poder, que conduce a la marginalidad a una proporción importante de la población, hace que convivamos en nuestro medio con situaciones como los miles de desocupados o subocupados (como los vendedores de la vía pública), con los niños de la calle (que se drogan y prostituyen a diario), o con los patoteros y peajeros (que atacan e incluso matan a indefensos ciudadanos en forma inmisericorde e impune), o los cientos de niños y jóvenes excluidos de la educación escolarizada(condenados de antemano a una vida de marginalidad). Ante esto, ¿qué papel o influencia puede tener la educación familiar?
Compatriotas: Es momento de asumir la elevada misión de la familia en la formación de valores, ya que ella misma, como forma primaria de organización humana relativamente autónoma, constituye un valor para la sociedad. El compromiso debe ser fortalecer cada núcleo familiar, mediante la educación en valores. ¡¡Adelante, juntos podemos!!
Para ordenar y sistematizar los posibles ejes temáticos de la educación familiar, a continuación se plantea un esquema orientador elaborado en base a grandes áreas de la realidad familiar, sujeto a revisión y adecuación por cada comunidad familiar, conforme a las prioridades derivadas del análisis FODA, que se recomienda como paso previo y necesario. Este esquema incluye:
a.- Área Administrativa - Financiera (Elaboración participativa del presupuesto de ingresos y gastos del núcleo familiar, con valoración de los aportes reales y potenciales de cada miembro familiar en la manutención del núcleo familiar).
b.- Pertenencia y convivencia familiar (Rescate, revalorización y potenciación de la identidad familiar y de los procesos de comunicación y diálogo familiar).
c.- Salud Física y mental (Concienciación para optimizar logros en las áreas de disciplina, empleo del tiempo libre, educación sexual, nutrición, vocación profesional de cada miembro de la familia, cultura e identidad nacional, alternativas de apoyo y seguimiento a procesos de educación formal de hijos).
d.- Civismo y compromiso social (Concienciación par asumir en forma responsable los deberes, compromisos y derechos de cada miembro de la familia, pertenencia a grupos organizados con fines sociales, participación y compromiso cívico-político-social de cada miembro familiar, el trabajo como medio de realización personal).
e.- Grandes riesgos y desafíos actuales para la familia (Concienciación sobre riesgos y consecuencias de fenómenos como alcoholismo; drogadicción; consumismo; desviaciones de las conductas normales en cuanto a la sexualidad; violencia doméstica, laboral y social; patoterismo juvenil; robos y secuestros; corrupción e impunidad generalizados).
Eje transversal para la Educación Familiar
Para cumplir a cabalidad su rol educativo, no cabe duda de que todo el proceso orientador formativo realizado en el seno de cada comunidad familiar debe estar encaminado a desarrollar y fortalecer los valores, entendidos como principios que orientan la conducta individual y colectiva de las personas. Es decir, el eje transversal para la educación familiar no puede ser otro que la Educación en valores. Esto tiene sentido al analizar la realidad vigente -en el entorno local, regional y mundial- caracterizada por mucha polarización e inequidad en cuanto al acceso a los bienes, servicios y conocimientos por parte de las personas (cada vez son menos los que poseen más y crece la legión de marginados). Esta actitud egoísta y sectaria, por parte de personas y grupos de poder, que conduce a la marginalidad a una proporción importante de la población, hace que convivamos en nuestro medio con situaciones como los miles de desocupados o subocupados (como los vendedores de la vía pública), con los niños de la calle (que se drogan y prostituyen a diario), o con los patoteros y peajeros (que atacan e incluso matan a indefensos ciudadanos en forma inmisericorde e impune), o los cientos de niños y jóvenes excluidos de la educación escolarizada(condenados de antemano a una vida de marginalidad). Ante esto, ¿qué papel o influencia puede tener la educación familiar?
Compatriotas: Es momento de asumir la elevada misión de la familia en la formación de valores, ya que ella misma, como forma primaria de organización humana relativamente autónoma, constituye un valor para la sociedad. El compromiso debe ser fortalecer cada núcleo familiar, mediante la educación en valores. ¡¡Adelante, juntos podemos!!