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LOS MANDAMIENTOS DE LA EDUCACIÓN RENOVADA:
"La finalidad de la escuela no es instruir, mas sí educar".
La educación debe estar fuertemente ligada a la vida, reflejar la vida. La escuela debe ser para la vida y por la vida.
La educación debe ser integral: formar la personalidad del alumno en sus más variados aspectos: científico, político, social, económico, religioso, artístico.
La educación debe también socializar al alumno, esto es, enseñarle a vivir mejor en la comunidad y a trabajar por el bien común. La escuela debe ser sociedad en miniatura.
El fin último de la educación es el progreso espiritual del hombre.
Debe existir una participación activa y constante del alumno en su educación y en la vida escolar.
Sustitución de la fuerza por la comprensión y el amor.
La educación no es el docente que da clases, mas sí el amigo que mantiene constante contacto con los alumnos fuera del aula, ayudándolos, orientándolos en todos sus problemas.
La actividad del alumno es una necesidad biológica y psicológica de su propia naturaleza. La escuela debe ser permanentemente activa.
La escuela existe para el alumno y no el alumno para la escuela. Sobre los intereses particulares del profesor están los sagrados derechos del alumno.
El programa de la enseñanza es un importante cambio para el trabajo educacional, mas no es el fin último de la escuela, la formación de la personalidad del alumno, es más importante que la ejecución mecánica de un programa de materias.
Material de consulta: Manual de Práctica Educativa Dinámica Volumen 2- Dra. Elba Prieto Lic. Alfonso Figueredo.
"La finalidad de la escuela no es instruir, mas sí educar".
La educación debe estar fuertemente ligada a la vida, reflejar la vida. La escuela debe ser para la vida y por la vida.
La educación debe ser integral: formar la personalidad del alumno en sus más variados aspectos: científico, político, social, económico, religioso, artístico.
La educación debe también socializar al alumno, esto es, enseñarle a vivir mejor en la comunidad y a trabajar por el bien común. La escuela debe ser sociedad en miniatura.
El fin último de la educación es el progreso espiritual del hombre.
Debe existir una participación activa y constante del alumno en su educación y en la vida escolar.
Sustitución de la fuerza por la comprensión y el amor.
La educación no es el docente que da clases, mas sí el amigo que mantiene constante contacto con los alumnos fuera del aula, ayudándolos, orientándolos en todos sus problemas.
La actividad del alumno es una necesidad biológica y psicológica de su propia naturaleza. La escuela debe ser permanentemente activa.
La escuela existe para el alumno y no el alumno para la escuela. Sobre los intereses particulares del profesor están los sagrados derechos del alumno.
El programa de la enseñanza es un importante cambio para el trabajo educacional, mas no es el fin último de la escuela, la formación de la personalidad del alumno, es más importante que la ejecución mecánica de un programa de materias.
Material de consulta: Manual de Práctica Educativa Dinámica Volumen 2- Dra. Elba Prieto Lic. Alfonso Figueredo.