Educación de la asertividad y la autoestima.

Asertividad y autoestima, como aspectos esenciales y complementarios para encarar la reingeniería del paraguayo, son analizados en base a las referencias del artículo “Asertividad y autoestima favorable” de Dionisio Zaldívar Pérez (Disponible en: http://saludparalavida.sld.cu).

Educación de la asertividad. La asertividad es un conjunto de principios y derechos que hacen un modelo de vida personal enfocado a lograr éxito en la comunicación humana. Su esencia radica en la habilidad para transmitir y recibir mensajes en forma honesta, profundamente respetuosa, directa y oportuna. Hace que los estímulos que nos llegan sean los que exactamente nos fueron enviados; y hace que enviemos aquellos mensajes que en realidad queremos mandar y que esencializan nuestro respeto y el de los demás. La asertividad implica la capacidad de expresar de manera libre y espontánea, sin temores infundados ni ansiedades innecesarias, nuestros pensamientos y sentimientos, y actuar de manera consecuente con estos, pero con el debido respeto por los sentimientos y pensamientos de los demás. Ser asertivo se resume en la capacidad de defender nuestros derechos y mantener el debido respeto por los derechos ajenos. Una asertividad saludable permite expresar en forma adecuada pensamientos y sentimientos, y permanecer abierto para dar y recibir afectos de nuestros seres queridos y amigos más cercanos.


Educación de la autoestima. La autoestima es el pilar fundamental de la asertividad, y puede ser conceptualizada como la valoración que tenemos de nuestra persona, el valor que nos asignamos; se relaciona con qué tanto nos aceptamos, con el grado de satisfacción con lo que somos, hacemos, pensamos y sentimos. Lo anterior se vincula con el grado en que respetamos y defendemos nuestros derechos y la actitud que asumimos en relación con los derechos de los demás. Una autoestima saludable implica no solo la potencialidad para mantener valoraciones y relaciones gratificantes consigo mismo; sino también, la capacidad para relacionarse de manera asertiva con los otros y contar, además, con la fortaleza psicológica necesaria para arriesgarse y luchar, de manera legítima, por alcanzar nuestros objetivos y enfrentar los obstáculos que se oponen a ello.

Relación entre asertividad y autoestima. La manera en que un sujeto expresa su asertividad nos permite inferir cómo anda su autoestima. Los sujetos con autoestima adecuada muestran respeto y consideración para su persona y se valoran positivamente, mientras que los sujetos con autoestima baja e inadecuada muestran dificultades para expresar su asertividad y pueden comportarse de manera agresiva o pasiva, al tratarse a sí mismos con dureza, con exigencias desmedidas y una desvalorización general de su persona y de todo lo que hacen.

Para lograr asertividad adecuada y autoestima saludable, son tres las principales áreas a estimular: 1) El sentimiento de identidad personal, que implica profundizar en el conocimiento de sí mismo, aceptarse como únicos e irrepetibles, aprendiendo a valorar las cualidades y a trabajar en superar los defectos; 2) El sentido de pertenencia a determinado grupo, como el familiar, laboral y otros, que se construye y refuerza a partir del sentimiento de ser queridos y estimados por éste, lo que eleva la autoestima; y 3)El sentimiento de autoeficacia,que implica sentirse capaces de emprender con éxito determinadas actividades, de alcanzar determinados logros, o de desempeñarse de manera eficaz ante determinadas situaciones. Pensamientos positivos y visión optimista de nuestras posibilidades de afrontamiento estimulan el sentimiento de eficacia.


Queridos compatriotas: La asertividad, más que una herramienta para acertar en la relación humana, constituye un estilo de vida, donde no hay ganadores ni perdedores, hay solo seres que se relacionan en un ámbito de profundo respeto. Es una característica de la personalidad promotora de autoestima saludable. Incrementar y perfeccionar el comportamiento asertivo de nuestros niños y jóvenes redundará en el aumento de una autoestima saludable, para lo que deberán en primer lugar definir sus metas e intereses, y ello implica identificar lo que quieren y expresar lo que sienten y necesitan, luchar por alcanzar sus objetivos sin temor a equivocarse y, de suceder esto, estar dispuestos a aprender de sus errores, vivir con responsabilidad y, sobre todo, aceptarse a sí mismos. Estos atributos necesitamos en la nueva generación de paraguayos/as.
¡¡Adelante, juntos podemos!!
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