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La violencia que se ve, ya sea a través de Internet o en el noticiero, abarca hoy un espacio muy amplio, captando la atención de muchos jóvenes. Por este motivo, estás invitado a formar una sociedad más humana, que diga "no" a la violencia y "sí" a la paz.Por Gonzalo Santiviago (18 años)
En el mundo se encuentran cada día noticias más aterradoras, que muestran la falta de respeto y amor hacia la persona y la dignidad humana. Muchos niños son criados frente a estos hechos y sin censura alguna son expuestos a imágenes sangrientas, que hacen que su mentalidad se vea afectada. Filmar peleas entre estudiantes dentro de las aulas o en las calles, insultar a alguien a través de alguna red social o hablar de cómo murió una persona parecen actividades normales de una juventud que sufre por la falta de paz y justicia, que los adultos deberían ofrecer.
Es por eso que nosotros, los jóvenes, debemos unirnos con la misma mentalidad, comenzando en nuestra casa, para unir voces y alcanzar en un futuro no muy lejano la paz mundial.
Con amor, todo se puede; es cuestión de esforzarse y empezar mejorando para evitar los pequeños actos que pueden inducir a la violencia y suelen pasar desapercibidos en la sociedad, como el saludo: "Qué hacés, boludo", o frases peores que denigran al ser humano.
Aunque sea difícil de creer, cada palabra y acción tiene un valor espiritual que influye en la persona que se encuentra alrededor. Por tener como ejemplo, parece poco decir una grosería que afecta al que está en frente, sobre todo a los niños, que tienden a imitar lo que ven y escuchan.
Todo depende de nuestro granito de arena para formar una playa de amor con esperanza, para que nuestra sociedad sea más justa y pacífica.
En el mundo se encuentran cada día noticias más aterradoras, que muestran la falta de respeto y amor hacia la persona y la dignidad humana. Muchos niños son criados frente a estos hechos y sin censura alguna son expuestos a imágenes sangrientas, que hacen que su mentalidad se vea afectada. Filmar peleas entre estudiantes dentro de las aulas o en las calles, insultar a alguien a través de alguna red social o hablar de cómo murió una persona parecen actividades normales de una juventud que sufre por la falta de paz y justicia, que los adultos deberían ofrecer.
Es por eso que nosotros, los jóvenes, debemos unirnos con la misma mentalidad, comenzando en nuestra casa, para unir voces y alcanzar en un futuro no muy lejano la paz mundial.
Con amor, todo se puede; es cuestión de esforzarse y empezar mejorando para evitar los pequeños actos que pueden inducir a la violencia y suelen pasar desapercibidos en la sociedad, como el saludo: "Qué hacés, boludo", o frases peores que denigran al ser humano.
Aunque sea difícil de creer, cada palabra y acción tiene un valor espiritual que influye en la persona que se encuentra alrededor. Por tener como ejemplo, parece poco decir una grosería que afecta al que está en frente, sobre todo a los niños, que tienden a imitar lo que ven y escuchan.
Todo depende de nuestro granito de arena para formar una playa de amor con esperanza, para que nuestra sociedad sea más justa y pacífica.