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Al principio del show, que comenzó a las 10:50 del sábado pasado, un comentario desacertado del cantante provocó el abucheo del público (el artista solicitó a una jovencita que no gritara tanto y si alguien le podía dar una pastillita para que se tranquilizara). Pero no pasó a mayores, porque la buena onda entre público y artista se reanudó con las canciones.
La intención de Diego Torres era que el público disfrutara de las letras y de la música, y con la histeria no se lograría eso. ‘‘A mí me gusta disfrutarlo de otra manera’’, señaló para justificar su pedido.
Diego Torres movilizó a miles de personas, pues el court central del Yacht y Golf Club Paraguayo se llenó de gente de todas las edades. Hubo incluso un grupo numeroso proveniente de Ciudad del Este.
‘‘Nunca pensé que el disco provocaría esto’’, dijo en un momento el cantante y actor, quien estuvo acompañado en el escenario por ocho músicos y dos coristas. Una veintena de canciones fueron interpretadas, la mayoría de ellas integrantes de su nuevo disco. Pero los éxitos del ayer también sonaron en un momento, elevando el entusiasmo de la gente.
Pero el fuerte de la noche fue indudablemente ‘‘Color esperanza’’, con el que se abanderó el clamor de la gente. ‘‘Existe una crisis profunda en nuestros países. Debemos apoyar el cambio que necesitamos, porque esto es realmente un quilombo’’, expresó Diego en medio del aplauso.
Durante las dos horas que duró el recital, el público se mostró entusiasta. La escenografía consistió en dos pantallas gigantes, en forma ovalada, simulando un par de ojos, a través de los cuales se mostraban imágenes que daban soporte a las canciones.
Un buen show en el que se notó a un Diego Torres renovado y comprometido a entregar un mensaje de paz y esperanza a la gente en medio de la crisis.
La intención de Diego Torres era que el público disfrutara de las letras y de la música, y con la histeria no se lograría eso. ‘‘A mí me gusta disfrutarlo de otra manera’’, señaló para justificar su pedido.
Diego Torres movilizó a miles de personas, pues el court central del Yacht y Golf Club Paraguayo se llenó de gente de todas las edades. Hubo incluso un grupo numeroso proveniente de Ciudad del Este.
‘‘Nunca pensé que el disco provocaría esto’’, dijo en un momento el cantante y actor, quien estuvo acompañado en el escenario por ocho músicos y dos coristas. Una veintena de canciones fueron interpretadas, la mayoría de ellas integrantes de su nuevo disco. Pero los éxitos del ayer también sonaron en un momento, elevando el entusiasmo de la gente.
Pero el fuerte de la noche fue indudablemente ‘‘Color esperanza’’, con el que se abanderó el clamor de la gente. ‘‘Existe una crisis profunda en nuestros países. Debemos apoyar el cambio que necesitamos, porque esto es realmente un quilombo’’, expresó Diego en medio del aplauso.
Durante las dos horas que duró el recital, el público se mostró entusiasta. La escenografía consistió en dos pantallas gigantes, en forma ovalada, simulando un par de ojos, a través de los cuales se mostraban imágenes que daban soporte a las canciones.
Un buen show en el que se notó a un Diego Torres renovado y comprometido a entregar un mensaje de paz y esperanza a la gente en medio de la crisis.