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La Palmera fue fundada en 1930 por Federico Fontclara, un inmigrante originario de Gerona, España, que llegó a Paraguay a finales de la década del 20 y se radicó primero en la zona Bahía Negra.
Poco después se traslada hasta Asunción y compra el edificio ubicado hasta hoy en Montevideo y Benjamín Constant, en el que ya funcionaba como una panadería con su respectiva caballeriza.
En aquellos años, el cliente recibía el pan en su casa o iba a comprarlo en el mostrador. La Palmera tenía un carro de reparto muy recordado. Una anécdota rescatada por la familia Fontclara refiere que cuando el repartidor de pan no asistía al trabajo, la mula que tiraba el carro sabía de memoria el itinerario y paraba sola en las casas en donde se debía dejar el pan. Por eso, cualquier empleado podía reemplazarlo con absoluta confianza.
Cuando Don Federico fallece, su esposa Magdalena pide a uno de sus hijos, Luis Fontclara, que dirija la panadería. Don Luis le dio un impulso al negocio posicionándolo como un sitio tradicional de Asunción, pero otro gran aporte suyo fue haber fundado y formalizado el gremio de panaderos, además de impulsar la creación de la Unión Industrial Paraguaya (UIP).
Igualmente se lo recuerda como uno de los pioneros a la hora de registrar a sus trabajadores al Instituto de Previsión Social (IPS). Era también una persona abierta a las innovaciones, ya que a partir de la década de los 70 incorporó el primer horno rotativo para reemplazar al tradicional de leña.
La Palmera sobrevivió a numerosos hechos históricos, y ubicada muy cerca de las principales instituciones públicas del país. La panadería vivió acontecimientos como la Guerra del Chaco, la revolución del 47, el advenimiento del stronismo y la vuelta de la democracia.
La Palmera fue pionera en lanzar al mercado local algunos productos como por ejemplo el pan Felipe, cuya fórmula hasta hoy tratan de imitar.
Es un sitio de tradición para muchas familias asuncenas. Hay señoras que compran los bollitos desde su niñez. Este es uno de los productos más recordados de la infancia de mucha gente.