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Existen serias sospechas incluso del robo de madera dentro de la reserva de Itaipú.SALTO DEL GUAIRA (Rosendo Duarte, corresponsal). El nuevo hecho de presunto tráfico de rollos y desmonte en zona protegida fue detectado en la Estancia Cero, jurisdicción de Guadalupe, propiedad del brasileño Darcí Blas Ricardi Matei, según la fiscalía. La propiedad es de 830 hectáreas, aproximadamente, y colinda con áreas de protección de la Itaipú.
El Ministerio Público tomó conocimiento del hecho a base de una denuncia presentada por el Proyecto Carapã Ypotî, responsable de la recuperación y preservación de los bosques de la franja de protección del lago de Itaipú. Encabezó la intervención el fiscal ambiental José Zarza.
Los funcionarios del proyecto, destacados en la Villa Carapã, habían detectado la masiva extracción de rollos de madera de un sector boscoso de la zona, por lo que pidieron la intervención de la fiscalía.
Dentro de la propiedad de Ricardi Matei fue encontrada una parcela de 4,3 Ha. recientemente echada y, según los peones, era el sitio de donde salieron los rollos.
Los intervinientes, sin embargo, no creen que sea el único lugar de donde se extraen madera, por la gran cantidad de camiones cargados que vieron salir del lugar, sobre todo el último fin de semana.
Según la abogada Elvira Chávez, asesora del proyecto, es muy probable que haya más desmontes nuevos en la zona e incluso no descarta que estén robando madera del área de protección de la Itaipú, ante la nula fiscalización del lugar.
Reincidente
Según datos de la fiscalía, la estancia Cero, propiedad de Darcí Ricardi, ya fue intervenida por un hecho de desmonte, en el año 2005. Los datos refieren que en aquella ocasión fue detectada la destrucción de unas 50 hectáreas de bosque nativo. El caso se había cerrado mediante un acuerdo judicial, donde el brasileño se había comprometido en reforestar el área desmontada y donar una escuela a la comunidad. El sector afectado está dentro del área de conservación establecida en la ley de deforestación cero y otras leyes que prohíben el desmonte en los alrededores de zonas protegidas, como el Refugio Biológico Carapã, de la Itaipú.
Sin embargo, no se habría realizado ninguna reforestación y presumiblemente el área desmontada en aquella época ya está siendo utilizada en producción agrícola.
Darcí Ricardi es parte de una familia que posee grandes extensiones de tierra, se dedica a la explotación de madera y el desmonte a gran escala. Los Ricardi están sindicados además como presuntos responsables del desmonte de grandes extensiones en propiedades indígenas y estarían realizando el mismo trabajo en varios puntos del país.
Si bien ya fueron objetos de innúmeras intervenciones administrativas y judiciales por la Secretaría del Ambiente (Seam), el Servicio Forestal (ahora INFONA) por delitos ecológicos, llamativamente, hasta ahora no recibieron sanciones legales de importancia. Según los datos, todos los problemas que se les presentan solucionan con pagos de jugosas coimas a los interventores.
El Ministerio Público tomó conocimiento del hecho a base de una denuncia presentada por el Proyecto Carapã Ypotî, responsable de la recuperación y preservación de los bosques de la franja de protección del lago de Itaipú. Encabezó la intervención el fiscal ambiental José Zarza.
Los funcionarios del proyecto, destacados en la Villa Carapã, habían detectado la masiva extracción de rollos de madera de un sector boscoso de la zona, por lo que pidieron la intervención de la fiscalía.
Dentro de la propiedad de Ricardi Matei fue encontrada una parcela de 4,3 Ha. recientemente echada y, según los peones, era el sitio de donde salieron los rollos.
Los intervinientes, sin embargo, no creen que sea el único lugar de donde se extraen madera, por la gran cantidad de camiones cargados que vieron salir del lugar, sobre todo el último fin de semana.
Según la abogada Elvira Chávez, asesora del proyecto, es muy probable que haya más desmontes nuevos en la zona e incluso no descarta que estén robando madera del área de protección de la Itaipú, ante la nula fiscalización del lugar.
Reincidente
Según datos de la fiscalía, la estancia Cero, propiedad de Darcí Ricardi, ya fue intervenida por un hecho de desmonte, en el año 2005. Los datos refieren que en aquella ocasión fue detectada la destrucción de unas 50 hectáreas de bosque nativo. El caso se había cerrado mediante un acuerdo judicial, donde el brasileño se había comprometido en reforestar el área desmontada y donar una escuela a la comunidad. El sector afectado está dentro del área de conservación establecida en la ley de deforestación cero y otras leyes que prohíben el desmonte en los alrededores de zonas protegidas, como el Refugio Biológico Carapã, de la Itaipú.
Sin embargo, no se habría realizado ninguna reforestación y presumiblemente el área desmontada en aquella época ya está siendo utilizada en producción agrícola.
Darcí Ricardi es parte de una familia que posee grandes extensiones de tierra, se dedica a la explotación de madera y el desmonte a gran escala. Los Ricardi están sindicados además como presuntos responsables del desmonte de grandes extensiones en propiedades indígenas y estarían realizando el mismo trabajo en varios puntos del país.
Si bien ya fueron objetos de innúmeras intervenciones administrativas y judiciales por la Secretaría del Ambiente (Seam), el Servicio Forestal (ahora INFONA) por delitos ecológicos, llamativamente, hasta ahora no recibieron sanciones legales de importancia. Según los datos, todos los problemas que se les presentan solucionan con pagos de jugosas coimas a los interventores.