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Sin embargo, en términos de contaminación del suelo y del agua con los residuos sobrantes dentro del recipiente, representan una basura indeseabley problemática, que se puede solucionar con la construcción de una fosa especial para el efecto.Los recipientes de agroquímicos tirados en el ambiente sin ningún tratamiento o manejo pueden causar graves trastornos en los cursos de agua, chacras,cultivos, o dondequiera que sean dejados.
Desechados en volúmenes crecientes, los envases tienden a concentrarse en riachos y arroyos. Así son acarreados por los raudales y son acumulados en determinados puntos, dificultando el avance de las aguas. El desborde de los cursos, a consecuencia de las obstrucciones de esas basuras, puede invadir los cultivos, pasturas, caminos o residencias, causando perjuicios, que con el tiempo tienden a agravarse.
Esta basura está constituida por material de difícil descomposición, especialmente cuando es enterrado, lo que explica su permanencia en el ambiente durante tantos años. Es bueno recordar que todo el material plástico solo se degrada cuando está expuesto a la intemperie (sol y lluvia). Enterrado, el material puede perpetuarse.
MANEJO DEL ENVASES VACÍOS
Se recomienda que, a medida que los envases de agroquímicos son vaciados en elcampo, sea efectuada su descontaminación a través del triple enjuague que consiste en cuanto sigue:
- Colocar agua en los envases hasta un tercio de su volumen.
- Cerrar bien con la tapa para impedir cualquier escurrimiento.
- Agitar vigorosamente cada envase por 10 segundos.
- Retirar la tapa y derramar el líquido en el tanque pulverizador.
- Repetir la operación tres veces antes de efectuar el descarte.
Esta recomendación solo vale para los envases rígidos. Con los envases grandes, el procedimiento es el mismo; solamente que para agitar el líquido en su interior, los tambores deben ser balanceados en movimiento de vaivén, durante 20 segundos cada vez.
Después de la primera descontaminación, los envases son recogidos para llevarlos al depósito en la propiedad. Este puede estar localizado en el centro de la propiedad; área abierta en forma de pozo, expuesta al sol y la lluvia, señalizada y cerrada, protegida y lejos de las fuentes de agua.
La primera alternativa es la destrucción y descarte en pozos secos al final de la cosecha.
La segunda opción es retirar los envases vacíos de la propiedad y llevarlos, o a un sistema municipal de reciclaje industrial, o a un depósito comunitario y depuración sanitaria.
El pozo para envases y recipientes vacíos de tóxicos cuenta con defensores y detractores, pero no hay duda de que es la respuesta más rápida y barata para el problema de descarte de los envases de agrodefensivos, porque concentra el problema en puntos estratégicos, previamente escogidos y preparados, evitando su dispersión en el ambiente.
CONSTRUCCIÓN
DEL POZO
El pozo para recipientes de agrodefensivos es nada más un pozo abierto en el campo, donde será depositado toda suerte de envases de agrotóxicos y productos químicos peligrosos.
En primer término, se debe elegir el lugar.
La fosa de basura tóxica debe ser localizada preferentemente en un terreno arcilloso, distante de la casa y de las instalaciones rurales. Debe estar como mínimo a 200 metros de una fuente de agua y cercano al cultivo o lugar del mezclado de los productos tóxicos. La ubicación debe ser de fácil acceso y no debe recibir raudales de lluvia.
Para la construcción del pozo, se debe marcar la boca con ayuda de estacas, y proceder a excavar colocando el material retirado a un lado.
Se debe montar un filtro sanitario colocando las camadas de piedra irregular, estiércol, carbón triturado y cal.
Hay que cavar una canaleta alrededor de la fosa para desviar eventuales raudales, así como construir una cerca alrededor del pozo para evitar accidentes con niños y animales domésticos. Colocar un cartel de alerta.
Es aconsejable no cubrir el pozo con un techado, porque la incidencia de la luz solar y de la lluvia acelera la degradación de los envases ahí depositados.
La dimensión del agujero debe ser en función del volumen de envases descartados anualmente.
Así, siendo un pozo, debe ser construido de modo de permitir una vida útil de cinco o más años.
Luego de los cinco o más años de uso continuado, el pozo se llena y debe ser desactivado.
Es recomendable no llenar la fosa hasta la boca, dejándose un espacio útil para efectuar su cerramiento. Este espacio debe ser equivalente a un palmo de altura.
Para cerrarlo, se deben derramar 2 kilogramos de cal por metro cuadrado de boca, y luego cubrirlo con tierra arcillosa, levantando un camellón de un palmo por encima de la superficie del terreno.
Un nuevo pozo debe ser abierto al lado del primero, de modo que la tierra que va a sobrar del uno pueda ser utilizado para cerrar el otro.
Es bueno recordar que todo envase, antes de ser tirado en el pozo, debe ser inutilizado (perforado o cortado) para evitar la tentación de reutilizarlo.
(*) MAG/DEAg
Desechados en volúmenes crecientes, los envases tienden a concentrarse en riachos y arroyos. Así son acarreados por los raudales y son acumulados en determinados puntos, dificultando el avance de las aguas. El desborde de los cursos, a consecuencia de las obstrucciones de esas basuras, puede invadir los cultivos, pasturas, caminos o residencias, causando perjuicios, que con el tiempo tienden a agravarse.
Esta basura está constituida por material de difícil descomposición, especialmente cuando es enterrado, lo que explica su permanencia en el ambiente durante tantos años. Es bueno recordar que todo el material plástico solo se degrada cuando está expuesto a la intemperie (sol y lluvia). Enterrado, el material puede perpetuarse.
MANEJO DEL ENVASES VACÍOS
Se recomienda que, a medida que los envases de agroquímicos son vaciados en elcampo, sea efectuada su descontaminación a través del triple enjuague que consiste en cuanto sigue:
- Colocar agua en los envases hasta un tercio de su volumen.
- Cerrar bien con la tapa para impedir cualquier escurrimiento.
- Agitar vigorosamente cada envase por 10 segundos.
- Retirar la tapa y derramar el líquido en el tanque pulverizador.
- Repetir la operación tres veces antes de efectuar el descarte.
Esta recomendación solo vale para los envases rígidos. Con los envases grandes, el procedimiento es el mismo; solamente que para agitar el líquido en su interior, los tambores deben ser balanceados en movimiento de vaivén, durante 20 segundos cada vez.
Después de la primera descontaminación, los envases son recogidos para llevarlos al depósito en la propiedad. Este puede estar localizado en el centro de la propiedad; área abierta en forma de pozo, expuesta al sol y la lluvia, señalizada y cerrada, protegida y lejos de las fuentes de agua.
La primera alternativa es la destrucción y descarte en pozos secos al final de la cosecha.
La segunda opción es retirar los envases vacíos de la propiedad y llevarlos, o a un sistema municipal de reciclaje industrial, o a un depósito comunitario y depuración sanitaria.
El pozo para envases y recipientes vacíos de tóxicos cuenta con defensores y detractores, pero no hay duda de que es la respuesta más rápida y barata para el problema de descarte de los envases de agrodefensivos, porque concentra el problema en puntos estratégicos, previamente escogidos y preparados, evitando su dispersión en el ambiente.
CONSTRUCCIÓN
DEL POZO
El pozo para recipientes de agrodefensivos es nada más un pozo abierto en el campo, donde será depositado toda suerte de envases de agrotóxicos y productos químicos peligrosos.
En primer término, se debe elegir el lugar.
La fosa de basura tóxica debe ser localizada preferentemente en un terreno arcilloso, distante de la casa y de las instalaciones rurales. Debe estar como mínimo a 200 metros de una fuente de agua y cercano al cultivo o lugar del mezclado de los productos tóxicos. La ubicación debe ser de fácil acceso y no debe recibir raudales de lluvia.
Para la construcción del pozo, se debe marcar la boca con ayuda de estacas, y proceder a excavar colocando el material retirado a un lado.
Se debe montar un filtro sanitario colocando las camadas de piedra irregular, estiércol, carbón triturado y cal.
Hay que cavar una canaleta alrededor de la fosa para desviar eventuales raudales, así como construir una cerca alrededor del pozo para evitar accidentes con niños y animales domésticos. Colocar un cartel de alerta.
Es aconsejable no cubrir el pozo con un techado, porque la incidencia de la luz solar y de la lluvia acelera la degradación de los envases ahí depositados.
La dimensión del agujero debe ser en función del volumen de envases descartados anualmente.
Así, siendo un pozo, debe ser construido de modo de permitir una vida útil de cinco o más años.
Luego de los cinco o más años de uso continuado, el pozo se llena y debe ser desactivado.
Es recomendable no llenar la fosa hasta la boca, dejándose un espacio útil para efectuar su cerramiento. Este espacio debe ser equivalente a un palmo de altura.
Para cerrarlo, se deben derramar 2 kilogramos de cal por metro cuadrado de boca, y luego cubrirlo con tierra arcillosa, levantando un camellón de un palmo por encima de la superficie del terreno.
Un nuevo pozo debe ser abierto al lado del primero, de modo que la tierra que va a sobrar del uno pueda ser utilizado para cerrar el otro.
Es bueno recordar que todo envase, antes de ser tirado en el pozo, debe ser inutilizado (perforado o cortado) para evitar la tentación de reutilizarlo.
(*) MAG/DEAg