Consideraciones básicas para conformar un Círculo de Aprendizaje

Mecanismo de implementación. El Círculo de Aprendizaje debe crearse por voluntad y decisión propia de sus integrantes, como resultado de estímulos apropiados que generen la adecuada motivación, hasta lograr una espontánea, sincera y voluntaria adhesión a la misma.

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En ningún caso puede originarse por mecanismos de orden, mandato u obligatoriedad. Si es impuesto no tiene ninguna garantía de éxito. Requiere, pues, en sus inicios de auténticos líderes, movidos únicamente por el ideal del bienestar de la comunidad educativa, que inviertan tiempo y voluntad para “vender la idea”, y también de docentes inquietos, voluntariosos y decididos a dar lo mejor de sí mismos para el grupo.

El tamaño. No debería ser mayor a diez personas, para permitir interacciones mutuas e intensivas, en el marco de una firme interdependencia y adecuadas relaciones afectivas. Un grupo mayor usualmente dificulta los procesos de comunicación y participación, que repercuten en la calidad del relacionamiento de sus miembros.

La temática. Debe estar enraizada en sus necesidades e intereses, cuya satisfacción propone el mismo Círculo atender. Puede responder a situaciones o necesidades repentinas, ocasionales o procesos sistematizados, continuos o permanentes.

Duración y periodicidad de las sesiones. Son decididas por los miembros de cada Círculo. La duración debe ser flexible, pudiendo oscilar entre 1 y 3 horas, dependiendo de factores como: el tema a tratar, el tiempo disponible, la cantidad de miembros que lo conforman, los reglamentos de la institución (cuando el Círculo sesione en tiempo laboral). También el grupo define la periodicidad conforme a sus posibilidades reales.

El clima en el seno del grupo. Un clima favorable en los Círculos de Aprendizaje está vinculado con el nivel de aceptación de sus miembros entre sí y para con la tarea, y con la construcción de un espacio de crecimiento mutuo, donde la comunicación es uno de los elementos vinculantes, por lo cual debe potenciarse para que se dé en forma activa, permanente y espontánea entre todos sus miembros.

Proceso inicial de organización. Una adecuada promoción constituye el factor determinante para dar vida al Círculo de Aprendizaje. Para ello se procede a invitar a todos los colegas de la institución a una “Reunión informativa sobre los Círculos de Aprendizaje”, a través de avisos, carta, y especialmente de las invitaciones personales. En esta primera reunión se debe brindar la mayor y mejor información posible a los participantes, dando énfasis a los siguientes puntos referidos a los Círculos de Aprendizaje: Fundamentos técnicos y prácticos, objetivos y metodología de trabajo, posibles temas y actividades a considerar, responsabilidades, compromisos y derechos de cada integrante. Con este antecedente, es convocada otra reunión de trabajo donde, de común acuerdo con todos los participantes, se define el lugar, días y horarios de reunión.

Educadores/as del Paraguay: Hasta aquí apenas unas referencias elementales sobre los Círculos de Aprendizaje. En verdad, es una estrategia con grandes riquezas y potencialidades para la formación continua de los docentes. En todo caso, es un espacio propuesto para disfrutar en el seno de nuestra propia familia, de nuestra propia comunidad educativa, una oportunidad de capacitación y actualización, que está cada vez más difícil alcanzar de otra manera. Vale la pena intentarlo. ¿Verdad?

¡¡Adelante, juntos podemos!!
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