Cómo actuar ante una emergencia

¿Qué hacer ante un paro cardiorrespiratorio? ¿Cómo proceder en un ahogamiento? ¿O una electrocución? ¿Y un accidente cerebro-vascular? Aquí, una guía de conocimientos básicos para intervenir en una emergencia y minimizar su impacto.

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"El nivel de desarrollo tecnológico de la sociedad expone a todos a un mayor riesgo de accidentes en el lugar donde cada uno lleva a cabo su actividad diaria", expresó el Dr. Juan Carlos Portillo, director del SEME (Servicio de Emergencias Médicas Extrahospitalarias).

"Los servicios de respuesta están creciendo y desarrollando sus competencias en ese sentido. La población debe sumarse a este esfuerzo, y el Estado debe facilitar las herramientas para lograrlo", afirma.

El médico, experto en Emergencia, participó recientemente del 3er. Congreso Interamericano de Emergencias y 1er. Congreso Interamericano de Medicina Prehospitalaria (www.emergencias.org.ar/congreso.asp), que se llevó a cabo del 19 al 21 de mayo pasado en la ciudad de Buenos Aires. "Estos aspectos fueron discutidos, y una delegación paraguaya pudo participar del evento", comentó.

"Hubo oportunidad de intercambiar experiencias y de sentar las bases para la definición de modelos comunes de desarrollo en los países latinoamericanos en cuanto a los sistemas de respuesta a las emergencias, la capacitación del personal interviniente y de la población en general, y de estrategias políticas para una mejor calidad en la atención de los eventos con gran número de víctimas. Paraguay mostró los avances en materia de respuesta (aunque todavía limitados a Asunción y el departamento Central) y presentó los desafíos a emprender para seguir creciendo", indicó.

—¿Cómo actuar ante una emergencia, en el hogar, en la calle, en la escuela?

—Los testigos de alguna situación de emergencia, sin tener muy en cuenta el tipo de evento, deberían mantener la calma y ocuparse de su propia seguridad, a fin de no pasar a ser parte del problema. Esto no es sencillo de lograrlo; sólo mediante campañas de educación y capacitación sería posible. La formación de "primeros intervinientes" en lugares estratégicos (escuelas, industrias, áreas de concentración de gente, etc.) puede ser una alternativa válida para hacer frente con éxito a estas situaciones y reducir el impacto negativo que una emergencia puede originar en la salud de la víctima.

Llamar a los sistemas de respuesta según el tipo de incidente (Bomberos 132, SEME 141, Policía 911); será muy importante la descripción del lugar y detalles de cómo se habrían dado los hechos, número de víctimas, brindar referencias para una fácil identificación de la dirección.

Durante la llamada, y según la situación, es posible que reciban indicaciones sobre lo que podría hacer en tanto llegue la asistencia. Deberán limitarse a seguir esas indicaciones; en lo posible, no debe movilizarse a las víctimas, salvo que exista mayor peligro si permanece en el lugar. Una vez llegada la respuesta, los testigos deberán brindar la mayor información posible sobre lo sucedido.

En general, cuando se sospecha algún tipo de traumatismo, es recomendable no movilizar a la víctima (salvo que exista mayor peligro en el lugar donde está).

—Como médico especialista, ¿qué aconseja?

—No existe nada mejor que la aplicación de medidas preventivas. El uso de casco para los motociclistas, la prudencia del peatón al cruzar la calle son ejemplos simples de medidas que, está demostrado, tienen alto impacto en la reducción de accidentes. Evidentemente, debería incorporarse al plan de estudios escolar lo relacionado con estas medidas de prevención y cursos para "primeros intervinientes". Esto ya ha sido implementado en muchos países con muy buenos resultados.

—¿Los adolescentes y adultos deben capacitarse en algunas técnicas?

—Obviamente, la capacitación permite estar mejor preparados para enfrentar una situación determinada. En cuanto a la ocurrencia de una emergencia, esto cobra mayor vigencia y se vuelve necesario (ante el desarrollo tecnológico y el fenómeno de globalización que vivimos) que la población (en su conjunto) reciba adiestramiento básico sobre cómo manejar los casos más frecuentes.

—En nuestra sociedad, casi la mayor parte de la población no sabe cómo actuar; sólo los bomberos y los que estudian para primeros auxilios.

—Es cierto. Si se pretende que una situación de emergencia no tenga un gran impacto negativo en la sociedad, esta debería estar preparada.

—¿El Estado debería facilitar las herramientas en las instituciones educativas o cursos especiales?

—Sí, es así. Y el Ministerio de Salud está trabajando en distintos ámbitos en ese sentido. En lo que respecta al Servicio de Emergencias Médicas Extrahospitalarias, brazo operativo y de respuesta del Ministerio ante la emergencia, se está abordando el problema desde varios frentes. Desde el fortalecimiento de la capacidad de respuesta con una fuerte inversión en infraestructura (ambulancias, equipos de comunicación, equipamiento biomédico) y personal (incorporación y capacitación de RRHH); en la planificación y preparación mediante la formación del personal hospitalario para enfrentar eventos con víctimas múltiples; en coordinación operativa con otros actores (policías, bomberos, ambulancias privadas); revisión del marco legal de la actividad prehospitalaria.

Se están priorizando estos puntos, porque son determinantes para el funcionamiento de un verdadero sistema de respuesta. Está pendiente la capacitación de la ciudadanía en prevención y en la formación de los "primeros intervinientes", a fin de evitar la ocurrencia y reducir el impacto de las emergencias en la población.

—¿Qué es una resucitación cardiopulmonar?

—Es el conjunto de maniobras que busca sacar a una persona del estado de paro cardiorrespiratorio. Abarca procedimientos para mantener permeable la vía aérea y mantener la oxigenación adecuada de estructuras vitales (el sistema nervioso, fundamentalmente). Existen maniobras básicas y avanzadas. Las primeras deberían poder ser brindadas por un ciudadano común con un entrenamiento elemental. Existen cursos, no muy difundidos en nuestro medio.

—¿Cómo se debe actuar?

—Se debe colocar a la víctima acostada, boca arriba.

Para asegurar la permeabilidad de la vía aérea (si no hay sospecha de trauma de columna vertebral cervical), se coloca la cabeza en posición neutra (en el mismo eje que el resto del cuerpo), se tracciona hacia atrás del mentón.

Puede hacerse una compresión rítmica del tórax, a nivel del 1/3 inferior del esternón (hueso medial de la caja torácica), a fin de mantener la circulación sanguínea.

Estas maniobras básicas pierden eficacia con el tiempo y deben ser complementadas o sustituidas por otras medidas más efectivas: utilización de un cardiodesfibrilador o maniobras avanzadas de reanimación cardiopulmonar.

—¿A quién hay que llamar primero?

—Si se trata de una emergencia relacionada con la salud, sospecha de paro cardiorrespiratorio, por ejemplo, debería llamarse al SEME 141 (accesible desde línea baja y Tigo y Personal). Cuando se trata de otro tipo de emergencia (atrapamiento o confinamiento en sitios inaccesibles, incendios, por ejemplo) debería llamarse a Bomberos 132 (desde cualquier teléfono fijo o celular). Si existe peligro o riesgo de violencia, se debería llamar a la Policía al 911.

—¿Qué hacer ante un accidente de tránsito?

—Asegurar la zona; en lo posible, no movilizar a la víctima (salvo que sea necesario por su seguridad), llamar a los sistemas de respuesta (141 ó 132) brindando toda la información posible sobre los hechos y limitarse a seguir las indicaciones que pudiera recibir hasta la llegada de la respuesta.

—¿Ante un ahogamiento?

—Como la posibilidad de sobrevivir está relacionada con el tiempo de inmersión, lo primero es sacar a la víctima del agua e iniciar las maniobras básicas de reanimación para tratar de oxigenar los tejidos lo más rápidamente posible. Además, debe solicitarse ayuda al 141.

—¿En caso de electrocución?

—Se debe proceder al corte de la energía eléctrica antes de tomar contacto directo con la víctima. Si se produce una hemorragia externa, debería cubrirse la zona lesionada con algún paño limpio y ejercer una compresión. Esto puede ser suficiente para detener la hemorragia hasta tanto se pueda obtener ayuda más especializada. Si hay sospecha de paro cardiorrespiratorio (ausencia de pulsos y de movimientos respiratorios espontáneos), se deben iniciar maniobras de reanimación cardio-pulmonar básica.

—¿Ante una hemorragia nasal?

—La primera medida consistirá en sentar a la víctima con el tronco ligeramente inclinado hacia adelante y, con un paño limpio, comprimir la fosa nasal por la que se exterioriza el sangrado. Puede considerarse el traslado de la víctima a un hospital o llamar al 141 ó 132.

—¿Es cierto que uno de los síntomas de ataque al corazón es un dolor en el brazo izquierdo?

—Un infarto agudo de miocardio puede manifestarse por dolor torácico (dolor de pecho), dolor hacia la mandíbula o hacia el brazo izquierdo.

—¿Es verdad que una gran parte de las personas que tienen ataques al corazón lo sufren mientras duermen y no se despiertan?

—Puede ocurrir, pero no es la mayor parte de los casos.

—¿Los hombres tienen más accidentes cerebrovasculares que las mujeres?

—Sí, el ACV es más frecuente en hombres.

—¿Qué es un accidente cerebrovascular?

—Es un evento en el cual se interrumpe la circulación sanguínea de un segmento del tejido nervioso cerebral. Puede ser hemorrágico, cuando está asociado a un "derrame" de sangre en el espacio cefalorraquídeo que lleva a compresión de tejido cerebral sano; o isquémico, cuando está asociado a la obstrucción de un tramo arterial por un coágulo.
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