Características que moldean la personalidad

La dimensión biológica, la psicológica y la dimensión social forman y moldean la personalidad. Dicho de otra manera, las características físicas (tanto externas como internas), el hogar, la familia y las circunstancias sociales, culturales, económicas y hasta las características geográficas, dirigen la personalidad infantil, primero y la adulta, después.

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Nacer con ciertos inconvenientes de salud o desarrollarlos durante la niñez, ser hijo único, el mayor, el segundo o el décimo; padres muy jóvenes o adultos; padres casados o solteros, ambiente familiar caracterizado por el equilibrio, la confianza, el respeto, problemas económicos, situación social y política de la región donde viva un niño, todo influye en forma positiva o negativa (según sea el caso) para que una persona desarrolle ciertas características que determinarán su personalidad. Por eso se dice que no hay dos personalidades iguales.

El desarrollo de la personalidad depende de factores internos y externos. A la base hereditaria que condiciona su maduración, se añade la acción del ambiente, que puede actuar como estimulante o freno.

La personalidad y el amor

Todas las personas desean tener éxito en sus relaciones personales, especialmente en el amor. Una buena relación depende de varios factores, además de la personalidad. No hay una receta mágica que asegure el éxito en las relaciones amorosas. Se suele decir, sin embargo, que existen personalidades compatibles o incompatibles. Muchas parejas se separan por “incompatibilidad de caracteres”. Sin embargo, estudiosos del tema aseguran que hay pocas conclusiones con respecto a esto, algunas son:

* Las personalidades más problemáticas son las intolerantes, inflexibles y rígidas.

* No existen personalidades incompatibles cuando se poseen habilidades para la convivencia, y se ejerce el respeto mutuo.

* Existen más dificultades cuando más se espera que la felicidad provenga de elementos externos, y cuando no se comprometen las personas que forman la pareja, a crear un ambiente propicio.

* También existen dificultades, lógicamente, cuando en uno o ambos miembros de la pareja hay alteraciones psicológicas o trastornos de la personalidad, que dificultan el respeto y cuidado de los derechos del otro.

Existen experiencias que demuestran que a las personas muy parecidas o demasiado diferentes en cuanto al carácter y personalidad, les resulta difícil mantener relaciones armónicas y estables. Como en todo, el término medio sería lo ideal.

Si una persona es de las que cree que “el amor es ciego”, lo más seguro es que tendrá dificultades. Es preciso, sin embargo, tener los ojos bien abiertos. Hay quienes aconsejan, que cuando se va a elegir una pareja, se debería tener tanto cuidado como cuando queremos comprar un producto en el supermercado. “Se debe verificar su calidad”, se debe escapar de la ceguera. Hay que considerar su origen, su peso, su calidad, debe ser lo que verdaderamente se necesita, no dejarse llevar por la urgencia de querer tener pareja, porque todas/os los demás ya tienen novio; eso sería como comprar un artículo sólo porque está en oferta, sin saber si lo necesito o no. Aunque esto parece poco tierno, sin embargo, es la mejor manera de respetar y respetarse; también es muy importante para conseguir una pareja más compatible. En este proceso es muy fundamental: conocerse a uno mismo y luego al otro.

Ejercicios

Realiza este cuestionario (test) que mide la dificultad para relacionarse con los demás. A las preguntas responde con: siempre, casi siempre, a veces, raramente, nunca.

1) Reaccionas impulsivamente a lo que dice tu interlocutor.

2) Sueles estar a la defensiva.

3) Te sientes culpable por lo que le pasa a tus seres queridos.

4) Crees que eres responsable de la vida de los demás.

5) Culpas a los otros de tus problemas.

6) Te parece inútil hablar con quien te peleaste.

7) Aceptas que los otros tengan puntos de vista diferentes al tuyo.

8) Te alejas cuando una situación te desagrada.

9) Sueles dar consejos.

10) Sabes de antemano lo que va a decir tu interlocutor.

11) Te desilusionas de alguien cuando no cumple tus expectativas.

12) Discutes.

13) Crees que te retan (regañan) cuando te hacen una observación o crítica.

14) Sueles decir “sí, pero...”

15) Expresas lo que sientes.

Resultados: anota 5 puntos para siempre, 4 casi siempre, 3 a veces, 2 raramente y 1 punto a nunca.

Respuesta
60 puntos y más. Eres una persona muy difícil. No reconoces opiniones diferentes a la tuya, y puede ser muy difícil establecer comunicaciones satisfactorias.

Entre 50 y 60 puntos. Tienes bien claro como deben ser las cosas: ideas, comportamientos, etc., pero trasmites a los demás de una manera que los hace sentir incómodo.

De 40 a 50 puntos. Comunicarse puede significar para ti ganar una batalla. Ves a algunas personas como potenciales enemigos.

De 30 a 40 puntos. En general, eres una persona agradable. A veces te apartas de los problemas reales.

30 punto y menos. Eres una persona agradable. Los demás pueden sentirse muy a gusto a tu lado.

Observación: recuerda siempre que los resultados de estos test son sólo datos indicativos, no son terminantes. Pueden servir para reflexionar.
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