Cancro de los cítricos

Una de las principales enfermedades que atacan a los cítricos en nuestro país es el cancro, bacteria por cuya causa cesó la exportación de estos productos.

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Para evitar la propagación de este mal, actualmente existen métodos de control que se pueden aplicar, y es esta la época ideal para realizar los trabajos.Estamos en una época ideal como para controlar algunas enfermedades de los cítricos. Una de las principales es el cancro cítrico (Xanthomonas axonopodis), bacteria que hizo que nuestro país deje de exportar estas frutas. La citada enfermedad ingresó a finales de la década de los 60 y prácticamente marcó el final de nuestra época como país exportador de cítricos, pues, a partir de ese momento, nuestras exportaciones empezaron a bajar hasta parar totalmente y convertir al Paraguay en importador de este rubro.
 
SÍNTOMAS
El cancro cítrico demerita totalmente la fruta, ya que afecta la estética, y la elimina del mercado. Debido a que es una bacteria cuarentenaria, mientras tengamos frutas con este problema y con un alto nivel de pústula —daño en la piel—, es imposible que podamos volver a enviar a otros países.
El cancro ataca primeramente las hojas en estado de floración; estas sirven como fuente de inóculos, es decir, desde estas pústulas en las hojas, la bacteria se diseminará hasta las frutas pequeñas. Actualmente, estamos en la temporada justa para controlar esta bacteria. Para el efecto, es necesario proteger las frutas sanas que están formadas, ya que en ese momento empieza la etapa susceptible del fruto. De aquí a cuatro meses, se debe estar protegiendo a la planta con un fungicida cúprico, como el oxicloruro de cobre, que debe ser utilizado alrededor de 40 gramos por 10 litros de agua. El pomelo es uno de los cítricos más atacados por esta bacteria.
 
MÉTODOS DE CONTROL
Una de las recomendaciones para evitar que la cancrosis ataque al cítrico es proteger a los frutos en formación, utilizando un fungicida cúprico y, por otro lado, si los inóculos no son muchos, se puede ir arrancando y eliminándolos manualmente de modo de bajar el índice de infestación en la propia planta. El despojo de los inóculos puede realizarse en plantas pequeñas y, paralelamente, se debe aplicar el fungicida cúprico en los frutos ya cuajados para ir protegiéndolos. En variedades como el pomelo y la naranja, es conveniente hacer de 3 a 4 aplicaciones de cobre con una frecuencia de 35 a 40 días. Otra aplicación que se puede realizar a modo de control es el de un adherente foliar, ya que actúa sujetando al cobre a la planta formando una película protectora evitando que la bacteria penetre en las aberturas naturales de los críticos.
 
ROMPEVIENTOS
Otro de los implementos que pueden ser utilizados son los rompevientos, pues es una bacteria que actúa desde la fístula y, con la acción de la lluvia, la bacteria exuda y se disemina con el viento. Por eso, si se tiene un rompeviento, se evitará la dispersión de la enfermedad hacia otras plantas y hará que la misma baje hasta niveles mínimos.
 
(*) Profesor de la Cátedra de Biología de la FCA/UNA.
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