Brasil construye monorriel elevado con nuestra energía eléctrica

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Mientras en Paraguay las autoridades y técnicos del MOPC insisten porfiadamente en implementar un proyecto de Metrobús impulsado a gasoíl, con todas las incógnitas que plantea la aplicación por tierra de este sistema, las autoridades brasileñas dispusieron la construcción de un monorriel eléctrico elevado para el transporte de pasajeros en las ciudades de São Paulo y Manaos, aun a pesar de la angustiosa necesidad de energía eléctrica que tiene el Brasil. Paraguay debería implementar un proyecto similar, a energía eléctrica –energía propia que ahora le cedemos a vil precio al Brasil–, en vez de embarcarse en el plan del Metrobús a gasoíl, producto que se importa de Venezuela y abulta día a día nuestras compras en dólares.Mientras en Paraguay las autoridades y técnicos del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) insisten porfiadamente en implementar un proyecto de Metrobús impulsado a gasoíl, con todas las incógnitas que plantea la aplicación por tierra de este sistema, las autoridades brasileñas dispusieron la construcción de un monorriel eléctrico elevado para el transporte de pasajeros en las ciudades de São Paulo y Manaos, aun a pesar de la angustiosa necesidad de energía eléctrica que tiene el Brasil. La decisión evidencia la visión de futuro de un gobierno de pensamiento moderno que está comprometido con la causa del progreso colectivo de su pueblo.

Lamentablemente, el empecinamiento del Gobierno paraguayo continúa con la acumulación de decisiones sin sentido y cortoplacistas del pasado, que en vez de propender a la solución de los viejos problemas que nos afectan –entre los cuales se destaca el caótico tráfico vehicular– parecen inspiradas en la creación de nuevos y más graves inconvenientes. En efecto, ¿cómo puede pensarse que la clausura de dos vías en avenidas y calles de Asunción para la circulación del Metrobús es una alternativa válida, cuando la ciudad está prácticamente sin espacio para poner más nada en ella?   

Lo que planean las autoridades y los técnicos del MOPC es insensato, porque aun cuando la implementación final del proyecto de monorriel sea más cara, este sistema debe aplicarse no solamente porque es el más viable y el que menos inconvenientes presenta durante su construcción, sino también porque sí supondrá mucho mejor solución al problema del tránsito, ya que dejará expedita toda la superficie actual de la avenida Eusebio Ayala, respetando el interés particular de los propietarios frentistas, logro que de por sí ya representa un valor inmenso e invalorable para dejarlo en herencia a las futuras generaciones. Sin embargo, el Metrobús a gasoíl que transita por tierra es todo lo contrario, es una absurda mutilación que se le hará a Asunción. ¿Cuánto valdrá dentro de 10 años el espacio que se le confiscará a Asunción para un Metrobús a gasoíl?

Basta considerar las ventajas del monorriel elevado que se construirá en São Paulo para el Mundial de Fútbol 2014, para darse cuenta de que este sistema es el más conveniente para las condiciones que hoy Asunción ofrece. El mismo circulará en pilares de cemento de entre 12 y 15 metros de altura sobre calles y avenidas, se extenderá por 24 kilómetros, tendrá 17 estaciones en superficie, y la capacidad de transporte de estos trenes eléctricos será de 48.000 pasajeros por hora (por sentido).   

Paraguay debería implementar un proyecto similar de monorriel elevado movido a energía eléctrica –energía propia que ahora le cedemos a vil precio al Brasil–, en vez de embarcarse en el plan del Metrobús a gasoíl, producto derivado del petróleo que se importa de Venezuela y abulta día a día nuestras compras en dólares.   

La avenida Eusebio Ayala, como se puede apreciar a simple vista, posee excelentes condiciones para la construcción de un monorriel elevado impulsado a energía eléctrica. El que debería extenderse desde algún punto del Área Metropolitana, Capiatá o San Lorenzo, solo hasta la zona del Mercado 4, a fin de evitar que se afecten el urbanismo capitalino y las edificaciones en el casco histórico de Asunción, primero con la construcción y luego con la circulación de este tipo de transporte.

Un sistema de transporte elevado sobre columnas de hormigón tampoco mataría los negocios sobre la densamente comercial avenida Eusebio Ayala, evitando así lo que sucedió con Calle Última y su continuación avenida Madame Lynch,  las cuales, durante los años que demoró su construcción, vieron quebrarse gran parte de los comercios ubicados en ellas, punto que debería ser analizado con toda seriedad por la organización de gremios de comerciantes de la avenida que se verá perjudicada o favorecida, según sea el sistema que se adopte.   

Deben hacerlo ahora, antes de que el proyecto de Metrobús vaya más adelante, porque una vez iniciado este, las autoridades, ante cualquier reclamo en el sentido que mencionamos, se lavarán las manos expresando que ya es imposible detener el proceso, con el agravante –que debe ser tomado muy en cuenta– de que las personas que hoy defienden y quieren imponer este sistema, cuando surjan los inconvenientes predictibles que estamos mencionando, probablemente estén tranquilamente disfrutando de sus millones en la vida privada. Ya no serán más funcionarios públicos. Habrá nuevos, que se lavarán las manos.   

Los técnicos del MOPC aducen que el Metrobús a gasoíl por tierra es más viable que el monorriel eléctrico elevado por el bajo costo relativo de su ejecución. Sin embargo, lo que no cuentan es que el primero tendrá una vida útil muy inferior al segundo, que contribuirá al mayor congestionamiento del tránsito vehicular y que el monto final –nadie sabe cuáles son los inconvenientes y sorpresas que se encontrarán en la construcción... que los contribuyentes deberán pagar por su puesta en operación– terminará siendo cercano o superior al del actual de un monorriel elevado. Hasta los mismos proyectistas confirman ahora que "más adelante" transformarán su plan original en algo diferente, lo cual obviamente no podrá hacerse sin incurrir en más préstamos por montos incalculables.   

Por lo tanto, no implementar el moderno sistema de monorriel eléctrico en Asunción, con todas las evidentes facilidades que para ese sistema de transporte de pasajeros Asunción y el Paraguay poseen, sobre todo teniendo la inestimable virtud de economizarle espacio a la ciudad, implicará mantener a la capital del país sumida definitivamente en el atraso.

Es inadmisible que, ya sea por porfía, necedad o corrupción, los paraguayos tengan que verse atenazados a la misma línea de decisiones y proyectos errados que se aplicaron en diferentes aspectos en el pasado, y que son responsables del irritante caos en que se encuentra hoy la principal ciudad de la República.
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