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Fusión de la gastronomía portuguesa con la creatividad de la cocina africana, desarrollada a partir de la presencia de los esclavos, y la utilización de los productos de cada región del país, el Brasil cuenta con una de las más ricas y variadas cocinas del mundo. De norte a sur, de las playas a las selvas (o matos) los acentos culinarios son arraigados y permanecen vigentes desde la época de la colonización. En las grandes capitales, empero, es posible saborear nuevas experiencias capaces de satisfacer desde el más sencillo hasta el más exquisito paladar. Las bebidas preferidas de los brasileños son la cerveza, la caipirinha hecha con cachaça (aguardiente destilado de la caña de azúcar), el guaraná hecho con frutas que crecen en el Amazonas, el caldo de caña, la batida de coco hecha con leche de coco, ron y azúcar, y el agua de coco extraída directamente del cocotero. La feijoada es su comida nacional, plato emblemático creado por los esclavos con sobras de sus patrones, y actualmente es consumido por casi todas las clases sociales. Los días tradicionales para comer feijoada son los miércoles y los sábados. En esos días, los restaurantes la ofrecen en los menús, y algunas familias y grupos de amigos la preparan en reuniones informales. Junto con la caipirinha, el samba y el carnaval, son los elementos más conocidos internacionalmente del Brasil.