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El banano se desarrolla muy bien en climas calurosos; en cambio, a medida que disminuye la temperatura, reduce su crecimiento. Las temperaturas inferiores a 0 ºC por largos periodos de tiempo, con aparición de heldas, pueden ocasionar daños muy graves a las plantas, como quemaduras en las hojas, inflorescencias y frutos.
Los materiales de propagación del banano pueden ser clasificados de la siguiente manera: Rizomas: pueden ser enteros o partidos, con un peso de 800 a 1.000 gramos.
Hijuelos: tipo espadín, con un peso de 1 a 2 kilos. Mudas de laboratorio: originadas por cultivos de tejidos.
Generalmente, se recomienda el esparcimiento de 3 m entre hileras y 2 m entre plantas para la variedad Namicao, que equivale a una densidad aproximada de 1.700 plantas por hectárea; mientras que para las variedades Oro y Misore se aconseja plantar a una distancia de 3 m por 3 m, lo que da una densidad de 1.200 plantas por hectárea.
La fertilización se debe realizar sobre la base de los resultados del análisis de suelo. De manera general, podemos recomendar la aplicación del nitrógeno a una dosis de 100 gr a 150 gr/hoyo/año; el fósforo, 60 a 100 gr/hoyo/año; y el potasio, entre 100 a 250 gr/hoyo/año.
Los cuidados culturales que se deben realizar durante el crecimiento y establecimiento del cultivo son:
Eliminación de hojas viejas. La eliminación de hojas enfermas o dañadas por heladas, debe ser realizada en forma periódica en el cultivo, porque permite una mejor aireación; promueve y acelera el desarrollo de los hijuelos, facilita el control de plagas y enfermedades. El corte se debe realizar de abajo para arriba, bien próximo al seudotallo.
Raleo y deshijado. Consiste en eliminar la yema apical de crecimiento de los hijuelos indeseados. Se recomienda dejar en cada hoyo 3 plantas (madre, hijo, nieto). Esta operación se realiza mediante un corte al ras de los hijuelos, con machete.
Eliminación del corazón y la última penca. Esta práctica permite un mejor control de plagas como trips, posibilitando el aumento del peso y diámetro del fruto. El corazón debe ser eliminado junto con la última penca (cacho de banana), después de dos semanas de su aparición.
Apuntalamiento. Se debe realizar cuando la planta comienza a inclinarse por el efecto del peso del cacho. Esta práctica impide que los cachos caigan al suelo, se golpeen y sean atacados por hongos.
Protección de la fruta. Se realiza para evitar lesiones causadas a los frutos, principalmente por hojas, bajas temperaturas y el ataque de insectos. La protección del fruto puede ser realizada utilizando plásticos transparentes.
(*) Técnico del Dpto. de
Fruticultura del IAN.
Los materiales de propagación del banano pueden ser clasificados de la siguiente manera: Rizomas: pueden ser enteros o partidos, con un peso de 800 a 1.000 gramos.
Hijuelos: tipo espadín, con un peso de 1 a 2 kilos. Mudas de laboratorio: originadas por cultivos de tejidos.
Generalmente, se recomienda el esparcimiento de 3 m entre hileras y 2 m entre plantas para la variedad Namicao, que equivale a una densidad aproximada de 1.700 plantas por hectárea; mientras que para las variedades Oro y Misore se aconseja plantar a una distancia de 3 m por 3 m, lo que da una densidad de 1.200 plantas por hectárea.
La fertilización se debe realizar sobre la base de los resultados del análisis de suelo. De manera general, podemos recomendar la aplicación del nitrógeno a una dosis de 100 gr a 150 gr/hoyo/año; el fósforo, 60 a 100 gr/hoyo/año; y el potasio, entre 100 a 250 gr/hoyo/año.
Los cuidados culturales que se deben realizar durante el crecimiento y establecimiento del cultivo son:
Eliminación de hojas viejas. La eliminación de hojas enfermas o dañadas por heladas, debe ser realizada en forma periódica en el cultivo, porque permite una mejor aireación; promueve y acelera el desarrollo de los hijuelos, facilita el control de plagas y enfermedades. El corte se debe realizar de abajo para arriba, bien próximo al seudotallo.
Raleo y deshijado. Consiste en eliminar la yema apical de crecimiento de los hijuelos indeseados. Se recomienda dejar en cada hoyo 3 plantas (madre, hijo, nieto). Esta operación se realiza mediante un corte al ras de los hijuelos, con machete.
Eliminación del corazón y la última penca. Esta práctica permite un mejor control de plagas como trips, posibilitando el aumento del peso y diámetro del fruto. El corazón debe ser eliminado junto con la última penca (cacho de banana), después de dos semanas de su aparición.
Apuntalamiento. Se debe realizar cuando la planta comienza a inclinarse por el efecto del peso del cacho. Esta práctica impide que los cachos caigan al suelo, se golpeen y sean atacados por hongos.
Protección de la fruta. Se realiza para evitar lesiones causadas a los frutos, principalmente por hojas, bajas temperaturas y el ataque de insectos. La protección del fruto puede ser realizada utilizando plásticos transparentes.
(*) Técnico del Dpto. de
Fruticultura del IAN.