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El cultivo de banano se desarrolla en climas calurosos y requiere de tierras fértiles, con contenido arenoso pero con suficiente arcilla y limo para retener el agua. El rango de pH puede oscilar entre 4,5 a 6,5. Su mejor desarrollo ocurre en terrenos donde la temperatura media oscila entre los 15 ºC y 35 ºC. Su propagación se efectúa mediante rizomas (tallo horizontal y subterráneo), enteros o partidos; hijuelos tipo espadín, que son los más utilizados para lograr una producción uniforme; o mediante
mudas de laboratorio, originadas por cultivo de tejidos.
Si se propaga por rizomas, puede plantarse todo el año, mientras que, con la utilización de hijuelos, la época ideal de plantación va desde agosto hasta marzo. En el caso del primero, los rizomas deben tener un peso mínimo de 600 a 800 gramos. Los hijuelos, por su parte, deben pesar de 1 a 1,5 kilos.
DISTANCIA ENTRE PLANTAS
La distancia entre plantas puede ser variable, según el manejo que se dé al bananal. Esto depende también del número de plantas por hoyos y por hectárea. Se recomienda el esparcimiento de 3 metros entre hileras y 2 metros entre plantas, para la variedad Namicao, que equivale a una densidad aproximada de 1700 plantas por hectárea. En el caso de las variedades Oro y Misore, se aconseja plantar a una distancia de 3 metros por 3 metros, lo que da una densidad de 1200 plantas por hectárea.
FERTILIZACIÓN
La fertilización se debe realizar con base en los resultados del análisis de suelo. De manera general, se recomienda la aplicación del nitrógeno (urea), a una dosis de 100 a 150 g/hoyo/año; del fósforo a 60 a 100 g/hoyo/año; y del potasio, entre 100 a 250 g/hoyo/año. Por otra parte, en el caso de que el pH esté por debajo de 5,5 es recomendable realizar correcciones con cal agrícola, para el mejor aprovechamiento de los fertilizantes.
CUIDADOS CULTURALES
Uno de los primeros cuidados es la eliminación de hojas viejas, enfermas o dañadas por heladas. Esta práctica debe ser periódica porque permite una mejor aireación; además, promueve y acelera el desarrollo de los hijuelos y facilita el control de plagas y enfermedades. El corte se ejecuta de abajo para arriba, bien próximo al seudotallo. Posteriormente, se lleva a cabo el raleo y deshijado, que consiste en eliminar la yema apical de crecimiento de los hijuelos indeseados. Se recomienda dejar en cada hoyo tres plantas (madre, hijo, nieto). Esta operación se realiza mediante un corte al ras de los hijuelos con machete. El siguiente paso consiste en realizar el apuntalamiento, una vez que la planta comienza a inclinarse por el efecto del peso del cacho. Esta práctica impide que los cachos caigan al suelo, se golpeen y sean atacados por hongos. La tarea final es proteger el fruto con plásticos transparentes para evitar el ataque de insectos, bajas temperaturas o lesiones.
ELIMINACIÓN DEL CORAZÓN
Esta práctica permite un mejor control de plagas como trips, posibilitando el aumento del peso y diámetro del fruto. El corazón debe ser eliminado junto con la última penca (cacho de banana), después de dos semanas de su aparición.
(*) Técnico en fruticultura.