El autoconocimiento es el propio conocimiento, profundo y sincero, sin disculpas. Es conocer tanto los aspectos positivos como negativos. Es un proceso lento, que lleva a una persona a ser consciente de sus necesidades, limitaciones, temores, alegrías.


Este es un proceso lento, que no se logra de la noche a la mañana. Se inicia cuando se toma conciencia de las propias fortalezas y debilidades, y se prolonga durante toda la vida.


Muchas personas, a lo largo de la vida, acumulan gran cantidad de conocimientos. Saben de literatura, historia, informática, recorren varios países, pero poco se detienen un momento para profundizar en su conocimiento.


El autoconocimiento es la tarea más importante a realizar antes de emprender cualquier actividad, y antes de intentar conocer a las demás personas.


En muchas ocasiones, las personas se preguntan ¿por qué habré dicho o hecho tal o cual cosa?

¿Quién soy realmente?, ¿lo que hago?, ¿lo que pienso, o lo que siento?


En ocasiones llegan al pensamiento ideas que asustan o avergüenzan, y que no se desea compartir.

Todo esto parece muy contradictorio. Sin embargo, todo esto es mi “yo”. Mi “yo” es el centro que unifica, aglutina y coordina todas las manifestaciones de la vida psíquica.


Es muy importante encontrar el verdadero yo, escuchar la voz interior y aceptar que hay muchos elementos negativos para analizarlos y tratar de mejorarlos.


Cuando se avanza en el proceso del propio conocimiento, se puede también lograr mayor respeto, control y estima.


El autorrespeto: El respeto por uno mismo se basa en el conocimiento y aceptación de las propias limitaciones y posibilidades.

Cuando una persona conoce y comprende los motivos que lo llevan a actuar de una manera determinada, es capaz de respetarse y lograr así el respeto de los demás.


Algunas personas desean que los demás la respeten, que le “den” su lugar, pero ellas mismas no creen que sean dignas o merecedoras de ese respeto.


Autocontrol: El conocimiento y el autorrespeto conducen al propio control. Uno mismo es capaz de controlar sus impulsos, de postergar ciertas acciones para mejores ocasiones. Es capaz de adaptarse a diferentes situaciones y lograr así ser mejor persona.


Por ejemplo: Si una joven no sabe tomar cerveza, en una fiesta hace que ella hable de más, se pone agresiva o llorona, al día siguiente le duele la cabeza, tiene problemas con sus padres, su novio o en el colegio. Y luego se arrepiente, se siente mal y aún así toma, significa que no se autocontrola, que no tiene respeto a sí misma.


Cuando se consigue el conocimiento, el respeto y el control de uno mismo, con seguridad se obtiene una sana autoestima positiva alta.


Ejercicios

En forma individual contesta las siguientes preguntas
1-¿Cuál es el mayor logro de tu vida hasta ahora? (Puede ser pasar de curso, salvar un examen difícil, ayudar a algún amigo, etc.)
2-¿Qué es lo que más te gusta de tu familia?

3-¿Qué es lo más importante para ti, en esta vida?

4-¿Qué te gustaría cambiar, en el carácter y en tu físico?

5-¿Quién es la persona a quien más admiras?

6-Si supieras que vas a morir hoy, ¿cómo te gustaría que te recuerden?

7-¿Qué es lo que más te gusta de tu país y tu barrio? ¿Que es lo que menos te gusta?

Comparte luego en tu grupo. Ten en cuenta cómo te sientes al compartir.

Vuelve a revisar tus respuestas y contesta: ¿Pensaste antes en estas cosas? ¿Te ayudó a conocer algo más de ti o a confirmar algo?


Próxima entrega: Autoestima.