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La familia Fernández del barrio Santa Rosa se dedica hace más de 20 años al trabajo de mimbrería. Pese a que tiene su temporada, viven exclusivamente de la artesanía, explicó su propietario Benigno Fernández. Las canastas navideñas son las más solicitadas cada fin de año.
En un taller montado en la propia casa trabaja Benigno con su hijo, esposa y últimamente se acoplaron la sobrina y cuñados. La empresa es meramente familiar.
“Tengo un pequeño taller donde trabaja solo la familia y gracias a Dios nos va bastante bien. Además me dedico a esta actividad hace más de 20 años”, explicó.
Acotó que últimamente bajó mucho el trabajo, pero siempre logran salvar para el pan de cada día. Indicó que sus trabajos son muy apreciados en las zonas de Encarnación y Ciudad de Este.
Manifestó que hacen desde recuerditos para cumpleaños, casamientos, hasta sofás, sillones para jardín y canastas navideñas de diferentes tamaños. Explicó que en los últimos años, debido al escaso trabajo, realizan hasta compostura.
“Los pedidos más comunes son los recuerditos para eventos como cumpleaños y casamientos y para fin de año las canastas navideñas”, expresó Fernández.
Dijo que tienen mucha competencia y las grandes mimbrerías trabajan a crédito, mientras que él tiene que trabajar al contado, porque no cuenta con capital adecuado. Igualmente mencionó que debido a la falta de recursos no puede salir a ofrecer sus productos por las ciudades vecinas, como hacen otras empresas.
En cuanto a los precios comentó que las canastas navideñas se pueden conseguir desde G. 7.000, el sofá desde G. 2.000.000 y los sillones desde G. 1.200.000.
Fernández mencionó que mediante este trabajo educó a su único hijo, quien también se dedica a esta labor para que la empresa familiar, que costó mucho formalizar, no termine.