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Las pinturas de género, también llamadas justamente pinturas de costumbres, están inspiradas en las escenas de la vida cotidiana, y los artistas que se abocan a este tipo pictórico toman los temas del mundo que les rodea y los recrean desde un punto de vista realista. Las obras artísticas que pertenecen a esta clasificación se conocen desde la antigüedad y aun hoy se sigue cultivando, con gran aceptación por parte de los entendidos en el arte.
Origen
Aunque no se sabe el tiempo preciso en que empezó a florecer la pintura de género, existen obras que testimonian su origen en la antigüedad. Las escenas pintadas en los muros de las tumbas egipcias, por ejemplo, representan la vida diaria de los habitantes del antiguo Egipto.
Las excavaciones en las ciudades de Pompeya y Herculano han sacado a la luz muchas pinturas de género, algunas de ellas de tema erótico. A finales de la Edad Media, este tipo de pinturas reaparecieron, principalmente en calendarios religiosos que muestran a la gente ocupada en las actividades propias de cada estación del año.
En el Renacimiento, muchas de las pinturas religiosas e históricas de pintores florentinos fueron consideradas pinturas de género porque los fondos, los vestidos y los modelos que representaban coincidían con los temas de este tipo de pintura.
En el siglo XV, el pintor flamenco Petrus Christus representó escenas de la vida cotidiana en algunos de sus cuadros religiosos y dos siglos después la pintura de género alcanzó la madurez con las obras de artistas flamencos como Pieter Brueghel el Viejo, David II Teniers y Adriaen Brouwer.
Temas
La pintura de género toma como temas predilectos los asuntos de la vida cotidiana, la calle, las tabernas, la vida familiar, las excursiones campestres y las fiestas. En fin, los temas populares y festivos forman parte del repertorio de la pintura de género.
Representantes y obras
Pieter Brueghel el Viejo: Se especializó en paisajes poblados de campesinos, en un estilo sencillo. Se le considera el primer artista occidental en realizar pinturas de género. Uno de sus temas más famoso es la torre de Babel, de la que pintó tres cuadros y hoy se conservan dos: La construcción de la torre de Babel y La Pequeña construcción de la torre de Babel. Otras obras suyas de gran merito son: El Triunfo de la Muerte, La Cosecha, Boda campesina y otras 45 pinturas y un gran número de dibujos y grabados.
Benito Espinós: Fue el primer profesor de la Sala de Flores y Ornatos de Valencia. Desarrolló un arte centrado en el estudio del natural, como su obra Florero y Guirnalda de flores con un cazador. El éxito alcanzado motivó a sus numerosos seguidores, que repitieron sus modelos hasta la saciedad. Entre estos modelos se encuentran: jarrones, cestos
La pintura cumbre de Benito Espinós, Florero, realizada sobre lienzo en 1783.
Petrus Christus: Este pintor flamenco inicia su actividad pictórica en Brujas desde 1444 y luego se marchó a Italia, donde pudo especializarse. Su pintura, casi en su totalidad realizada con óleo mediante veladuras, y principalmente de temática religiosa, se caracteriza por la minuciosidad en la ejecución y el uso armónico de colores nítidos.
Algunas de sus pinturas famosas son: Joven muchacha, San Eloy, Virgen y el Niño, Virgen y dos santos, La Natividad, Dos donantes y La Resurrección.
Miguel Parra: Su obra perteneciente a la pintura de género es Cesto de flores.
José Roma: Pintó el Jarrón en forma de cornucopia con guirnaldas.
José Navarro: Su principal obra es Canastilla de flores.