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El descubrimiento del Paraguay
La fracasada expedición de Solís contaba con la presencia del navegante portugués llamado Alejo García, quien tomó en serio los relatos de los nativos del lugar, a quienes frecuentemente escuchaba referirse de la existencia de una tierra fabulosa, donde abundaban el oro y la plata; llamaban a esas regiones la tierra de los caracaraes, y decían que estaba bajo el dominio de un rey blanco. Esa tierra al que se referían los nativos, no tenía en realidad, nada de mitológico, puesto que se trataba nada menos que del imperio de los incas.
Un tiempo después y luego de persuadir a algunos compañeros, y con la ayuda de los indígenas aliados, realizó el viaje en la búsqueda de la citada comarca.
La expedición partió a principios de 1.524 del puerto brasileño de Patos (Río Grande del Sur) en dirección al noroeste, y luego atravesó el actual estado de Santa Catalina hasta llegar al río Paraná. Desde aquí los expedicionarios cruzaron la otra orilla, y se internaron en las desconocidas regiones del Guarán. De este modo, correspondió a Alejo García el honor de descubrir el Paraguay.
Sin percatarse de su hazaña, García siguió viaje a pie, con su gente, y superando mil penurias llegó a Chuquisaca; al no hallar aquí ningún metal precioso y tras capturar de los indios ropas, vajillas y otros valores metálicos de oro y plata, los expedicionarios regresaron por Paraguay donde se establecieron por un tiempo, pero a mediados de 1.525, García y sus compañeros fueron muertos por los guaraníes cerca del actual San Pedro de Ycuamandyyú.
Un año más tarde, el 3 de abril de 1.526 partió de España una expedición a cargo del marino veneciano Sebastián Gaboto, quien debía tomar posesión de las tierras descubiertas, en nombre de la Corona.
Gaboto y sus naves llegaron a la isla Santa Catalina, donde se encontraba el resto de los compañeros de García, donde les mostró algunas de las piezas preciosas que aquél había traído del Paraguay. Esto hizo cambiar los planes de Gaboto que, en vez de proseguir hacia el sur, prefirió internarse con sus barcos en las aguas del Río de la Plata.
Gaboto remonta el río Paraguay
Después de fundar un fuerte, al que bautizó Sancti Spíritus, remontó el Paraná hasta alcanzar la confluencia con el Paraguay en 1.527, convirtiéndose de ese modo en el primer navegante que surcó las aguas del río Paraguay.
Gaboto y los tesoros buscados
Ante la novedad de la existencia de la tierra de los tesoros, Gaboto despachó una nave con un grupo de hombres en busca de aquellos. Estos navegaron por el río Paraguay hasta el Pilcomayo; luego lograron llegar hasta las tolderías de los indios chandules, quienes en un principio los recibieron pacíficamente, para después y sin razón aparente atacarlos por sorpresa, matando a una veintena de expedicionarios, y haciendo que el resto huya.