Animales amenazados del Paraguay

La semana pasada hablamos de las especies amenazadas en Paraguay, específicamente de los mamíferos. En este último número, conoceremos las aves, así como los reptiles, que corren el serio riesgo de desaparecer.

Cargando...

Recordemos que los seres humanos compartimos con las plantas y los animales un mismo y único planeta, que nuestras vidas dependen del buen relacionamiento con la naturaleza y que, por lo tanto, es nuestro deber cuidar nuestro ambiente.Capacidad: Identifica las principales especies animales en peligro de extinción.

Aves

1. Pato serrucho o mbyguati: El nombre de serrucho le viene del parecido que tiene su pico con borde aserrado y extremo ganchudo para atrapar peces. Los mbyguati construyen sus nidos en huecos de árboles, especialmente del yvyrapytã, a una altura aproximada de 15 m del suelo. A diferencia de otros patos, cuyas hembras incuban los huevos mientras el macho vigila, los patos serruchos delegan esta tarea exclusivamente a la hembra.

Se caracterizan por ser buenos buceadores: se sumergen algunos metros en el agua para capturar sus presas. Su hábitat predilecto son los arroyos anchos y ríos secundarios con corrientes rápidas, así como las escarpadas cerca de los bosques altos, densos e inalterados.

Esta especie se encuentra en peligro crítico de desaparecer del Paraguay a causa de la destrucción acelerada de su hábitat natural, que constituyen los bosques de los departamentos de Canindeyú, Alto Paraná e Itapúa, así como los arroyos y ríos afluentes de Paraná.

2. Gua´a hovy o papagayo azul: Es el loro más grande del mundo, muy codiciado por cazadores y traficantes de mascotas que lo venden en América del Norte y Europa. Esta situación lo pone en peligro de extinción.

Mide hasta un metro de largo y pesa alrededor de 1,5 kg; el macho presenta una altura un poco mayor que la hembra. Su hábitat natural son los palmares, bosques no muy altos y ambientes acuáticos. Se encuentra en los departamentos de Concepción y Alto Paraguay.

Se alimenta de cocos, frutas y semillas. Tiene hábitos casi solitarios, anda en parejas o en grupos reducidos.
Para anidar prefiere las palmeras a los troncos de otros árboles. Cría de dos a tres pichones por vez, que a los dos meses ya adquieren una apariencia adulta, con sus colores definitivos.

3. Loro vinaceo o paracaú: Habita los bosques de la Región Oriental. Se encuentra en peligro de extinción debido a la destrucción vertiginosa de su ambiente natural, que son los bosques, así como consecuencia del comercio.

Su alimentación se basa en frutos y semillas. Hace nidos en troncos huecos, cuya desaparición masiva limita su reproducción. 

4. Mytú o pava de monte: Pertenece al mismo orden de las gallinas, pavos domésticos y a la misma familia de los yacú. Puede alcanzar una longitud de 90 cm y pesar hasta 3 kg. La hembra es un poco más chica y de plumaje diferente, posee el color de vientre amarillo, patas rojas y copete blanco con puntas negras.

El hábitat propio de esta especie son los bosques que acompañan los cursos de agua. Se alimenta de hierbas, semillas, granos, frutas, insectos y otros invertebrados. Dispersan muchas semillas, entre ellas las de la yerba mate, ayudando a que las semillas germinan con más facilidad luego de haber pasado por el tracto digestivo del ave.

Era abundante en el Paraguay hace algunos años, pero debido a la cacería y a la destrucción de su hábitat natural, quedó reducido en áreas menos alteradas de los departamentos de Ñeembucú, Misiones, Itapúa y suroeste de Presidente Hayes.

Construye su nido en depresiones del suelo al que luego cubre con ramitas y plumas. En éste deposita 4 ó 5 huevos de color blanco y de unos 10 cm de largo. Cuando los pichones rompen el cascarrón, son capaces de seguir inmediatamente a su madre en busca de alimento y de protección.

5. Ñandú o ñandu guasu: Es el ave más grande de Sudamérica, similar al avestruz africano, pero con ciertas diferencias: el avestruz es más grande y presenta dos dedos en cada pata, mientras que el ñandú tiene tres. Mide entre 1,50 y 1,80 m; la hembra es un poco más pequeña. Vive en grupos de 3 a 4 hasta 20 ó 30 individuos, y pueden tener varias parejas.

Es incapaz de volar; sin embargo, todo su cuerpo está adaptado para correr a gran velocidad si se ve en peligro; es torpe para saltar pero es un buen nadador si necesita cruzar algún curso de agua.

Entra en celo entre julio y agosto. En esta época son frecuentes las peleas entre machos. Para anidar escoge terrenos abiertos con poca vegetación. La hembra pone más de 40 huevos en un intervalo de 6 días. Son empollados tanto por la hembra como por el macho. Los pichones nacen luego de 40 a 50 días de incubación.

Se alimenta de hierbas y semillas, frutos, insectos, reptiles y hasta pequeños mamíferos. Se encuentra en peligro de desaparecer debido a la cacería y a la destrucción de su hábitat.

6. Pájaro campana o guyra campana: El nombre proviene de su canto, que es semejante al eco de un golpe metálico. Su supervivencia está seriamente comprometida debido a la destrucción de su hábitat y a la cacería. Se distribuye en los bosques de la Región Oriental, en los departamentos de Amambay, Canindeyú y Alto Paraná.

Se alimenta en las primeras y últimas horas del día. Se reproduce durante la primavera y el verano. Es endémico regional de Sudamérica, lo que significa que se encuentra solo en esta parte del mundo. 

7. Taguato ruvicha, águila harpía o harpía mayor: Es la rapaz más poderosa. La hembra llega a medir hasta 1 m de largo, y el macho hasta 90 cm. Acostumbra estar cerca de los barreros: sitio rico en sal, donde se encuentran varias especies de animales, sobre todo mamíferos, que constituyen parte de su dieta. Se alimenta de monos, mytús, cría de venados, chanchos silvestres, armadillos y otros.

Se desplaza con agilidad y habilidad en medio de la selva. Es rápida y certera en sus ataques, siendo capaz de llevar hasta las copas de los árboles una cría de un chancho silvestre.

Nidifica en lo alto de los árboles. La hembra deposita por lo general dos huevos, pero la mayoría de las veces, solamente una cría es la que se desarrolla, ya que la primera en nacer es más fuerte y las probabilidades de supervivencia para la última son mínimas.

Habita los bosques de la Región Oriental, pero está desapareciendo rápidamente por culpa de la deforestación de los últimos tiempos, lo que presagia que en unos años más el imponente taguato ruvicha sea solamente un recuerdo. 

8. Yryvu ruvicha, buitre real o cuervo rey: No sólo es el cuervo más grande, sino también al bajar sobre un cadáver, los cuervos comunes se retiran inmediatamente, como súbditos de un rey; de ahí el nombre.

Mide unos 80 cm y sus alas extendidas pueden alcanzar casi dos metros. Su peso promedio es de 3 kilogramos. De hábitos solitarios, tiene un olfato extraordinario que le permite detectar un cadáver aun en las selvas más tupidas; en contraposición, su visión es reducida.

Anida en cuevas, concavidades de troncos, zonas rocosas y escarpadas. La hembra pone uno o dos huevos, que tienen un periodo de incubación de dos meses.

No tolera la presencia humana y por esta razón el avance del hombre en su hábitat natural ha disminuido sus poblaciones. Todos los miembros de la familia, al ser carroñeros, cumplen un papel importante en la naturaleza.

9. Yvyja´u morotĩ o atajacaminos de ala blanca: Es un ave nocturna, rara y amenazada. A diferencia de otras especies con las que está muy emparentada, no posee una voz potente de larga distancia. En su reemplazo, el macho ejecuta un elaborado despliegue que consiste en vuelos sobre una pequeña arena, durante el cual exhibe su brillante plumaje blanco. Por medio de esta combinación de señales visuales y vocales, los machos intentan atraer a su potencial pareja a la arena.

La hembra incuba los dos huevos y luego cuida a los pichones, mientras que en la mayoría de las otras especies, ambos miembros de la pareja contribuyen al cuidado de los pichones.

Reptiles

1. Mbói ro´y: Es una boa que mata a su enemigo por constricción y se alimenta de él. No posee veneno. Puede vivir hasta 40 años, alcanzar más de 4 m de longitud y pesar 60 kg. Presenta una cabeza un poco mayor que el cuello, ojos laterales y pupilas verticales. Sus escamas son muy pequeñas y presentan variaciones en su diseño. Su coloración general es marrón. Su alimentación consiste en roedores, pequeños mamíferos, aves y reptiles.

Tiene muy poco desarrollados los sentidos de la vista y del olfato, por lo que la lengua bífida actúa como la nariz y los ojos de la boa, pues funciona como un termómetro que detecta las más mínimas variaciones de temperaturas a su alrededor. Si de repente siente que en las cercanías hay algún cuerpo más cálido que el resto del ambiente, interpretan como que la comida está cerca.

2. Mbói jagua o anaconda: Puede alcanzar tamaños de hasta 11 m y un peso de 150 kilogramos. Vive en las proximidades de los grandes ríos como el Paraguay y el Paraná, dentro de las islas inundadas. Su hábitat ideal son los esteros, pues está estrechamente relacionada con el agua.

A diferencia de la kuriju, que puede habitar en zonas abiertas de tipo sabana, la mbói jagua se restringe fundamentalmente a las selvas no alteradas. Posee dientes macizos que solo sirven para detectar a las presas mientras las envuelve con sus poderosos anillos hasta estrangularla y engullirlas enteras.

Acostumbra a alimentarse debajo del agua y sus presas principales son peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos pequeños o medianos.

En el Paraguay se encuentra únicamente al norte de la Región Oriental, siendo menos común que su pariente, la kuriju, que se la puede observar en todo el país. Ambas están en serio peligro de desaparecer. Su principal depredador es el hombre, que la caza indiscriminadamente por su bella piel.

Fuente: SEAM. Gentileza del Lic. Ramón Zalazar Martínez, Director de Comunicaciones.
Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...