Luego de un año cargado de crisis, sobre todo sanitarias y económicas, la gente llega a diciembre cansada; quiere saber de cosas que le carguen de energía, quiere reír, celebrar la vida. Justo cuando empezaba el último mes del 2021, para alegría de los obreros y en un partido para quedar sin aliento, Cerro Porteño se hizo campeón del Torneo Clausura. Ocho días después, el rey de copas, Olimpia, se imponía ante su principal rival y se alzaba con la Supercopa.
Y para unir a cerristas, olimpistas y todos los “istas”, Nadia Ferreira, la representante paraguaya en Miss Universo, históricamente llegaba a la final del certamen y quedaba como primera princesa, o vice reina. Independientemente del entorno político en que se desarrolló la competencia y de los intereses en juego detrás del evento, el debate se centró en si merecía realmente la señorita India alzarse con la corona, o si Nadia era más linda e inteligente. Se puso en el tapete con el apoyo de quién o de quiénes llegó la joven paraguaya hasta la final en Israel, y si quienes se hacían esa pregunta merecían hacerla, o cuál era su foja de vida para osar cuestionar a la diva del momento.
Distraído estaba el pueblo con estos asuntos, mientras la clase política le daba una fuerte bofetada, para recordarnos a todos en qué país vivimos. Diputados colorados unidos, juntos cartistas y abdistas, mandaron al archivo el pedido de intervención de la Gobernación de Central, a cargo de Hugo Javier González (ANR). El gobernador “Número 2″ habría realizado desvíos de fondos públicos que debían ser utilizados para la recuperación económica tras las medidas que nos golpearon por la pandemia de covid. Es lo que dicen la Contraloría General de la República, la Subsecretaría de Estado de Tributación, la Secretaría Nacional Anticorrupción y una imputación de la Fiscalía.
Si la corrupción mata, la impunidad es la bala asesina. Por eso, la decisión de estos diputados -que merecen el escrache permanente- es tan relevante para todos y todas; porque mientras la Justicia dependa de intereses políticos, partidarios y económicos, el dinero público seguirá desviándose hacia los bolsillos del mejor postor y seguirán faltando salud, educación, trabajo, agua, pan, calidad de vida. Pero sigamos hablando de fútbol y de mises. Y el último en salir, que apague la luz (que la ANDE no espera a fin de mes).