Los perros no solo son compañeros fieles, sino también pueden ser aliados cruciales en el diagnóstico médico.
A medida que la investigación avanza, es probable que veamos un aumento en el uso de perros para la detección de enfermedades, complementando las terapias y diagnósticos médicos tradicionales y mejorando la calidad de vida de las personas en todo el mundo.
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La detección de enfermedades mediante perros plantea un futuro prometedor en la interfaz de la biología y la tecnología, y su potencial aún está por desvelarse completamente.
El olfato canino: una herramienta médica
Los perros poseen un sentido del olfato de entre 10.000 y 100.000 veces más agudo que el de los humanos. Este asombroso sentido se debe a una combinación de factores, como el número de receptores olfativos. Dependiendo de la raza, los perros pueden tener entre 125 a 300 millones de receptores olfativos, en comparación con los 5 millones en los humanos.
En cuanto a la estructura cerebral, el cerebro del perro está altamente especializado en procesar olores. Aproximadamente el 40% del cerebro del perro está dedicado a olfatear y analizar olor en comparación con solo el 5% en humanos.
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Por otro lado está el órgano de Jacobson. Este órgano adicional permite a los perros detectar feromonas, olfateando químicamente más allá de lo que detectamos por el olor.
¿Cómo hacen los perros para detectar enfermedades?
Los perros detectan cambios químicos en el cuerpo humano. Estos cambios pueden ser atribuibles a una enfermedad y son expulsados del cuerpo a través del aliento, sudor, orina y otras secreciones corporales.
Los perros entrenados son capaces de interpretar estos cambios de olor específicos para detectar diversas condiciones de salud.
En la diabetes, los perros pueden ser entrenados para detectar cambios en el nivel de azúcar en sangre. Cuando una persona experimenta hipoglucemia, se liberan ciertas sustancias químicas en su aliento que los perros pueden identificar. Como resultado, pueden alertar a su dueño antes de que la situación se vuelva peligrosa.
Además, diversos estudios han demostrado que los perros pueden detectar diversos tipos de cáncer, incluidos el cáncer de pulmón, mama, piel y vejiga. Se cree que el cáncer produce compuestos orgánicos volátiles que se descomponen en el cuerpo y se liberan. Los perros son entrenados para diferenciar estos olores de los de alguien sano.
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La investigación en este campo está creciendo. Estudios piloto exitosos han inspirado investigaciones más profundas en universidades y laboratorios de todo el mundo. El objetivo es estandarizar y comprender mejor el entrenamiento y las capacidades de detección de los perros.
Además, los ensayos clínicos están demostrando que, con el entrenamiento adecuado, los perros pueden alcanzar niveles de precisión muy altos, lo que genera esperanzas de que puedan complementar las pruebas médicas existentes, especialmente en casos donde el diagnóstico precoz es crucial.
Impacto del uso de perros en la medicina
El uso de perros para la detección de enfermedades proporciona varias ventajas, como un diagnóstico temprano. Los perros pueden ofrecer una detección precoz de enfermedades, lo que es crucial para el tratamiento exitoso de muchas condiciones.
Además, utilizar perros para detectar enfermedades es un método no invasivo, evitando los riesgos y molestias de algunas pruebas médicas.
Por otro lado, en ciertas situaciones, los perros podrían reducir la necesidad de costosos análisis médicos, proporcionando una opción más asequible.