Es esencial ser consciente de los múltiples efectos que el estrés puede tener en la salud y tomar medidas proactivas para gestionarlo. Adoptar hábitos saludables y buscar apoyo profesional cuando sea necesario puede ayudar a mitigar sus efectos adversos y promover una vida más equilibrada y saludable. Aunque el estrés es parte de la vida, no debería controlarla.
Efectos físicos del estrés
- Sistema cardiovascular: el estrés constante puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. La liberación continua de hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina, puede aumentar la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Con el tiempo, esto puede llevar a una mayor probabilidad de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
- Sistema inmunológico: el estrés crónico debilita el sistema inmunológico, haciendo al cuerpo más vulnerable a infecciones y enfermedades. Las personas estresadas son más propensas a resfriarse y a experimentar una recuperación más lenta de diversas afecciones médicas.
- Problemas digestivos: las hormonas del estrés pueden afectar la digestión, lo que puede causar problemas como el síndrome del intestino irritable, úlceras estomacales y otros trastornos gastrointestinales. El estrés también puede alterar las bacterias intestinales, afectando la salud digestiva en general.
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Impacto psicológico del estrés
- Salud mental: el estrés está íntimamente relacionado con trastornos de salud mental como la ansiedad y la depresión. El cerebro responde al estrés liberando sustancias químicas que, en exceso, pueden afectar el estado de ánimo y la percepción del bienestar.
- Problemas de sueño: el estrés puede provocar insomnio o dormir en exceso, afectando así los ciclos de sueño. La falta de sueño de calidad contribuye a un aumento del estrés, creando un ciclo vicioso difícil de romper.
Estrategias de manejo del estrés
- Ejercicio regular: la actividad física es una de las formas más efectivas de combatir el estrés. El ejercicio libera endorfinas, que pueden mejorar el estado de ánimo y reducir los niveles de cortisol.
- Técnicas de relajación: prácticas como la meditación, la respiración profunda y el yoga pueden ayudar a reducir el estrés. Estas técnicas promueven la calma y pueden ayudar a controlar las reacciones físicas ante el estrés.
- Apoyo social: mantener una red de apoyo sólido puede ser de gran ayuda para manejar el estrés. Conversar con amigos o familiares de confianza puede proporcionar una perspectiva diferente y ofrecer el apoyo necesario en momentos estresantes.