Al mismo tiempo, se investigaron 739 casos de empleados que eran sospechosos en términos más vagos de adherirse a corrientes extremistas de derechas como la de los 'Reichsbürger' o ciudadanos del reino, que rechazan la legitimidad de la República Federal de Alemania.
El presidente del BfV, Thomas Haldenwang, señaló en un comunicado que la creciente sensibilización ha llevado a que se denuncien más casos y a que las instituciones cuenten con un umbral más bajo para actuar en caso de sospecha.
"Hay que proteger a toda costa la integridad de las fuerzas de seguridad. Con nuestro nuevo derecho disciplinario en vigor desde este mes de abril podemos procesar los expedientes disciplinarios mucho más rápido y retirar a los enemigos de la constitución del servicio público de forma consecuente", declaró por su parte la ministra del Interior, Nancy Faeser.
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La titular recalcó que frente al total de 384.000 agentes en plantilla, 346 es una cifra pequeña, pero abogó por mantener la vigilancia, en especial dado el acceso a armas y otras posibilidades con que cuentan los integrantes de los cuerpos de seguridad.
El informe, que es el tercero de este tipo, corresponde al periodo de entre julio de 2021 y diciembre de 2022 y analiza los casos de presunto extremismo en el servicio secreto interior y exterior, la policía federal, la policía de investigaciones criminales, los cuerpos de policía de los estados federados y de aduanas, así como el Ejército.
En un 49 % de los casos investigados se hallaron indicios reales de "aspiraciones contra el orden constitucional liberal-democrático".
En la mayor parte de instancias estos indicios se correspondieron con declaraciones de carácter extremista en chats grupales o redes sociales, insultos de carácter político, así como contactos o acciones de apoyo a grupos o partidos extremistas y, en unos pocos casos, acciones violentas.