Los auditores analizaron la contratación vía excepción para construir una sala de dirección en la Escuela Básica Isla Ita de Benjamín Aceval que costó G. 300 millones. La Contraloría comenzó con la fiscalización de la obra tras una denuncia ciudadana, que fue anónima, que indicaba que se “direccionó” la obra hacia una empresa.
La CGR indicó en su informe final técnico que un solo funcionario fue parte del “equipo de evaluación”; esa misma persona también se desempeñaba como encargado de control y fiscalización convirtiéndose en juez y parte del proceso licitatorio que fue catalogado de “urgencia” para poder puentear las exigencias de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas.
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Además, se suscribió el contrato con la empresa T&A Construcciones, que presentó documentación vencida y tampoco el certificado de fiel cumplimiento cubría el 10 % del monto contratado. Asimismo, los pagos realizados a la empresa no estuvieron respaldados con la documentación adecuada. Tampoco se exigió a la empresa que cumpla a cabalidad lo que dice el pliego de bases y condiciones.
Intendente de Benjamín Aceval obró a espaldas de Contraloría
La administración del intendente Ortíz realizó todo este proceso a espaldas de Contrataciones Públicas, según el informe de la CGR.
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Asimismo, la gestión municipal tiene varias debilidades, como por ejemplo una información incompleta para hacer el cruzamiento de datos para saber donde fue invertido el dinero del contribuyente.
La Contraloría recomienda al intendente contar con un equipo eficiente de evaluación para las ofertas, asimismo tener personal capacitado para los controles. Además, se le recomienda contar con un sistema de archivo documental para transparentar todo el proceso licitatorio.