La Contraloría, a cargo de Camilo Benítez Aldana, se prepara para gastar G. 850 millones en servicio de ceremonial y hotelería para un evento a realizarse en setiembre próximo. Asimismo, gastó G. 233.866.512 solo en el mes de mayo en viáticos y el año pasado la cifra alcanzó G. 1.278 millones en viáticos.
“La Contraloría General falta a la ética, va contra su función misional como órgano de control de la razonabilidad en el gasto público. Hoy la plata no alcanza ni para medicamentos. Es imperativo que la CGR tenga una política de gastos más empática y responsable”, sentenció el diputado liberal Adrián “Billy” Vaesken.
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La función de la CGR es fiscalizar y analizar las rendiciones de gastos de los intendentes, gobernadores, ministerio y demás administradores de gastos, sin embargo, la administración de sus recursos es cuestionada por los diputados debido a la falta de empatía.