El presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), Hernán David Rivas Román, y su esposa, Elena Elizabeth Escobar Franco -una exfuncionaria de la Contraloría General de la República (CGR)- llevan una vida de ostentación, con prendas y accesorios de marcas reconocidas, muebles exclusivos, imponentes residencias y flota de vehículos a partir de la llegada a la función pública. Lo llamativo es que toda esta opulencia no condice con sus ingresos y mucho más considerando que ambos arrastran millonarios reclamos judiciales.
Rivas Román figura en los registros judiciales con media docena de demandas activas por cuentas impagas, mientras en similar situación está Escobar Franco. Esta última, incluso, le debía a su mismo cónyuge G. 2.750 millones, según el mismo declaró inicialmente el 15 de julio de 2018.
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La exorbitante cifra se modificó hace apenas 10 días, reduciéndose en un poco más de dos millones de guaraníes. Es decir, la cuenta sí existió, al menos para Rivas Román, aunque para la exempleada del ente de control no era así, atendiendo que no reportó deuda alguna con su cónyuge en sus DD.JJ.
Lo cierto es que Elena Escobar, con un salario inicial mensual de G. 5 millones, deudas a su cónyuge y entidades financieras, logró construir en un lote a su nombre una imponente vivienda. La edificación hecha en plena pandemia del covid y luego de escasos meses que Rivas Román llegara al JEM, está localizada entre Asunción y Lambaré.
Tampoco hay registros de del valor real de esta residencia porque la esposa de Rivas no especificó esos datos en sus manifestaciones de bienes. Cita un terreno en Lambaré sin mencionar cuenta corriente.
Curiosamente, ese lote se desvalorizó en seis meses. De G. 550 millones como predio baldío bajó a G. 200 millones, según declaró.
El presidente del JEM y senador cartista, cuando bajó sus cuentas a cobrar de monto global de G. 12.265 millones (US$ 1.6 millones) a un poco más de G. 12 millones también ocultó bienes, como su flota de cinco vehículos. Sobre estos rodados actualmente pesa orden de embargo y secuestro por una deuda de US$ 33.000 (alrededor de G. 250 millones).
Rivas, además de su esposa Elena Escobar, decía que le debía G. 8.400 millones su padre Hernán Ysidro Rivas (actual intendente colorado de Tomás Romero Pereira) y G. 1.100 millones a su suegro Juan Gregorio Escobar (exconcejal colorado de Ybycuí).
Sin pagar tributos
El estilo de vida de Hernán David Rivas Román, con millonarias compras, vehículos y mantenimiento de residencias, no coincidiría con los movimientos tributarios del ahora senador cartista. El legislador colorado solo registraría pagos de multas por presentaciones tardías y no así de tributos alcanzados.
Es más, en su última declaración jurada rectificada el 20 de julio de 2023, el titular del JEM no reportó entre sus egresos anuales obligaciones impositivas, entre ellas el Impuesto a la Renta Personal (IRP). Esto, pese a que consignó como ingresos mensuales G. 32.774.840 (G. 29.606.840 por dieta y G. 3.168.000 por gastos de representación).
Por su lado, su esposa Elena Escobar renunció a la Contraloría. Se presume para ir a la Itaipú, atendiendo que el futuro director paraguayo de la entidad será el exdiputado cartista Justo Zacarías Irún, con quien la mujer trabajó comisionada en los últimos 13 meses.
Oficina exclusiva para reuniones
El presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), Hernán David Rivas, durante la pandemia de covid y cuando apenas asumió en junio de 2020 como un “miembro más” del órgano encargado de juzgar a magistrados y fiscales en representación de la Cámara Baja, amobló una casa ubicada sobre Choferes del Chaco de Asunción. El sitio funcionaba como su oficina exclusiva y era donde recibía las visitas “oficiales”, según nuestras fuentes.
La vivienda contaba con todas las comodidades e incluso tenía mobiliarios y accesorios decorativos de primera calidad.
En su última Declaración Jurada (DJ) presentada el 20 de julio último, Rivas Román consignó que tenía mobiliarios y electrodomésticos por G. 185 millones. Llamativamente no declaró inmueble o residencia alguna en la cual estaban estos artículos. No obstante, sí hizo constar que tenía egresos mensuales de G. 4.500.000 por alquileres.
Rivas Román cuando maquilló su última manifestación declaró activos por G. 192 millones, mientras que pasivos eran de G. 977 millones. Su patrimonio arrojó un resultado negativo de G. 785 millones.